32 diseños de macramé para cabeceras de cama originales

Múltiples diseños de cabeceras de cama originales de macramé en tonos gris, verde y crema.

¡Hola, artista! ¿Lista para transformar tu dormitorio en un santuario boho-chic con tus propias manos? Olvídate de los cabeceros aburridos y prepárate para anudar, tejer y crear una pieza que grite “esto es muy yo”.

El macramé puede parecer cosa de magas del hilo, pero te prometo que es más fácil y adictivo de lo que crees. Es como meditar, pero al final tienes una obra de arte para presumir.

Aquí tienes un montón de ideas, desde las más sencillas para principiantes hasta diseños que te harán sentir como una auténtica reina del craft. Coge tu cuerda de algodón, pon tu música favorita y vamos a darle a tu pared el abrazo texturizado que se merece.

1. El abrazo boho que tu pared necesita

Cabecera de macramé en tono crudo colgada de una rama sobre una cama con luz solar.
Tu rincón de paz empieza con un nudo.

Empieza tu aventura en el macramé con un diseño clásico que nunca falla.

Busca una rama de madera natural en tu próximo paseo; cuanto más irregular y con carácter, mejor.

El secreto para ese acabado tupido y lujoso es usar cuerda de algodón de 4 o 5 mm y anudar las hebras muy juntas, sin dejar espacios visibles en la madera.

Combina el nudo plano y el nudo festón para crear esos patrones de diamantes y triángulos que dan profundidad al diseño.

2. Líneas puras para un sueño moderno

Cabecera de macramé moderna con cuerdas blancas tensadas sobre una estructura de madera.
Menos nudos, más impacto visual.

¿Tu estilo es más minimalista? Este diseño es para ti.

Crea una estructura simple con listones de madera de pino y úsala como telar.

La clave aquí no es la complejidad de los nudos, sino la tensión y la simetría de las cuerdas.

Estira las hebras de algodón blanco para crear formas geométricas limpias. Es la pieza perfecta para dormitorios minimalistas en blanco y madera que inspiran calma y orden.

3. Atardecer degradado en tu habitación

Cabecera de macramé con flecos teñidos en un degradado de naranja a amarillo.
El sol se pone sobre tu cama.

¡Dale un subidón de color a tu espacio con un efecto ombré!

Empieza con un diseño sencillo de nudos cuadrados en la parte superior, usando cuerda de algodón natural.

El truco mágico llega al final: usa tintes para tela en una paleta de colores cálidos (naranja, rosa, amarillo) y sumerge los flecos en secciones para lograr esa transición suave.

Cuelga la pieza en una barra de cobre para un toque industrial-chic que contrasta de maravilla.

4. Alma rústica con nudos y cuentas

Cabecera de macramé rústica en yute con cuentas de madera oscura sobre una cama con sábanas de lino.
Texturas naturales que cuentan historias.

Para un look terrenal y conectado con la naturaleza, elige una cuerda de yute o cáñamo en lugar de algodón.

Su textura más áspera y su color tostado aportan una calidez instantánea.

La clave de este diseño es incorporar cuentas de madera oscura en puntos estratégicos. Ensártalas mientras haces los nudos festón para crear un patrón en forma de V que guíe la mirada.

Es una forma fantástica de usar madera reciclada en el dormitorio, usando ramas encontradas como soporte.

5. Un sol de macramé para tus sueños

Cabecera de macramé tejida sobre un marco de metal dorado en forma de arco.
Despierta cada día con tu propio amanecer.

Transforma un marco de metal con forma de arco en la base para tu obra de arte.

Fija las cuerdas en el arco superior y trabaja hacia abajo, creando un patrón radial que imite los rayos del sol.

El desafío es mantener la tensión uniforme para que el diseño no se deforme. Usa nudos festón para crear las líneas principales y rellena los espacios con nudos más pequeños.

Termina con unos flecos rectos en la base para un contraste perfecto.

6. El truco de la doble textura

Tapiz de macramé y tejido con lana gruesa en tonos blanco, gris y beige.
Mezcla, combina y presume de texturas.

¿Por qué elegir entre macramé y tejido cuando puedes tener ambos?

Este diseño combina nudos de macramé clásicos en la parte superior e inferior con una sección central de tejido grueso.

Usa lana merino extragruesa en tonos neutros para la parte tejida. Puedes hacerlo pasando la lana por encima y por debajo de las cuerdas de urdimbre del macramé.

Si eres nueva en esto, prueba a hacer tapices de macramé en miniatura para practicar la combinación de texturas antes de lanzarte al cabecero.

7. Tesoros del mar en tu cabecera

Cabecera de macramé de algodón crudo adornada con cristales de mar de color turquesa.
Un pedacito de la playa en tu cuarto.

Personaliza tu cabecero con pequeños tesoros que te recuerden a la playa.

Consigue cristales de mar pulidos, pequeñas conchas o piedras de río con agujeros.

Intégralos en tu diseño anudándolos directamente en las cuerdas o cosiéndolos con un hilo fino y resistente una vez que la pieza esté terminada.

El efecto es sutil y mágico, añadiendo destellos de color y un toque muy personal a las ondas de tu diseño.

8. Elegancia abstracta en negro total

Cabecera de macramé negro con un diseño abstracto y fluido sobre una pared blanca.
El lado oscuro nunca fue tan chic.

Atrévete con el negro para un cabecero que es pura declaración de intenciones.

Usa cuerda de algodón teñida de negro y juega con un diseño asimétrico y orgánico. Olvídate de los patrones repetitivos y deja que los nudos fluyan.

La clave es crear espacios negativos, dejando zonas de la pared a la vista para que el diseño respire.

Esta pieza es el complemento ideal para dormitorios en tonos negro mate, donde la textura es la protagonista.

9. Cascada de borlas y nudos

Cabecero de macramé en forma de V decorado con múltiples borlas en tonos neutros.
Más es más, ¡y nos encanta!

¿Te encantan las borlas? ¡Este diseño es una fiesta para ti!

Concéntrate en un patrón central en forma de V y usa los extremos de las cuerdas para crear decenas de borlas.

Un truco para borlas perfectas y uniformes: enróllalas alrededor de un trozo de cartón del tamaño deseado antes de atarlas.

Varía los tonos de la cuerda (crudo, beige, topo) para dar más dimensión y movimiento a tu cascada de borlas.

10. Tríptico de texturas en verde salvia

Cabecero de macramé en tres paneles verticales de color verde salvia con diferentes patrones.
Tres veces más fácil, tres veces más bonito.

¿Un cabecero gigante te parece abrumador? Divídelo en tres paneles.

Crea tres piezas individuales más pequeñas, cada una con un patrón de nudos diferente. Esto te permite experimentar con distintas texturas sin comprometerte a un solo diseño.

Cuélgalas juntas sobre tres soportes de madera, dejando un pequeño espacio entre ellas para crear un efecto de ventana.

Elige un color sereno como el verde salvia para un ambiente relajante y natural.

11. Nudos gigantes para un efecto nube

Cabecera de macramé tejida con lana súper gruesa en color gris claro, creando una textura voluminosa.
Como dormir abrazada a una nube.

Consigue un look ultra acogedor usando cuerda de algodón peinado o lana merino XXL.

El truco es que no necesitas saber nudos complicados. Con un simple tejido de cestería (pasando la hebra por encima y por debajo) logras esta textura de nube.

Trabaja con las manos en lugar de con los dedos para manejar el grosor del material.

El resultado es un cabecero mullido, escultural y sorprendentemente rápido de hacer.

12. El encanto de enmarcar tus nudos

Diseño de macramé circular dentro de un cabecero de madera oscura con forma de arco.
Tu obra de arte, perfectamente enmarcada.

Dale a tu macramé un acabado pulido y elegante integrándolo en un marco de madera.

Puedes construir un marco simple o, mejor aún, rescatar un cabecero viejo y quitarle el panel central. ¡Una idea perfecta para decorar tu cabecera con materiales reciclados!

Teje tu diseño de macramé por separado y luego fíjalo a la parte trasera del marco con una grapadora de tapicero.

Este contraste entre la madera oscura y el algodón crudo es pura sofisticación.

13. Espíritu del suroeste en tu pared

Cabecero de macramé con patrones geométricos en colores crudo, terracota y turquesa.
Un toque de color y aventura.

Viaja sin salir de la cama con un diseño inspirado en los colores del desierto.

Combina cuerda de algodón crudo con hilos teñidos en tonos terracota y turquesa para crear patrones geométricos que recuerdan a los textiles navajos.

Añade cuentas de madera natural en el centro de los rombos para un toque extra de autenticidad.

Este tipo de pieza es la estrella en ambientes boho chic con alma aventurera.

14. El cabecero que también es mesita de noche

Colgador de pared de macramé que incorpora una pequeña estantería de madera para una planta.
Bonito, práctico y súper ingenioso.

¿Poco espacio? Este diseño funcional es tu solución dos en uno.

Crea un tapiz de macramé sencillo y, a media altura, integra una pequeña balda de madera ligera.

El truco es hacer nudos de soporte fuertes justo debajo de la balda. Puedes pasar las cuerdas por unos agujeros perforados en la madera para mayor estabilidad.

Es la fusión perfecta de arte y almacenaje, ideal para quienes buscan usar estanterías flotantes para ganar espacio.

15. Paisaje de montaña tejido con hilo

Gran tapiz de macramé y tejido que representa un paisaje montañoso en tonos grises, azules y blancos.
Duerme con vistas a la montaña.

Lleva la majestuosidad de las montañas a tu dormitorio con esta técnica pictórica.

Combina diferentes técnicas como el macramé, el tejido y el bordado para crear las distintas capas del paisaje.

Usa hilos de diferentes grosores y colores (grises, azules, blancos) para simular las cumbres nevadas y las sombras de los valles.

Empieza con una base de nudos sencillos en la parte superior y ve añadiendo los colores y texturas de arriba hacia abajo.

16. Un jardín de nudos florales

Cabecero de macramé gris con un patrón de nudos en forma de flor y una franja amarilla.
Flores que no necesitan agua.

Crea un patrón repetitivo que parece un campo de flores con el nudo de margarita o nudo josefina.

Este nudo crea un círculo con un centro abierto, dando una apariencia de encaje floral muy delicada.

Para romper la monotonía, añade una franja de un color contrastante, como este amarillo mostaza, que le da un toque moderno y alegre.

Requiere paciencia, pero el resultado es un tapiz texturizado y espectacular que no pasará desapercibido.

17. Constelación de mandalas dorados

Composición de varios aros dorados con mandalas de macramé tejidos en su interior.
Sueña entre mandalas y estrellas.

¿Quién dijo que un cabecero tiene que ser una sola pieza?

Usa aros de metal dorados de diferentes tamaños como base para tejer mandalas de macramé.

Puedes usar patrones de ganchillo como inspiración para crear diseños circulares intrincados.

Agrupa los aros en una composición asimétrica y superpuesta sobre la cama para un efecto etéreo y muy artístico. ¡Una galería de arte sobre tu almohada!

18. El toque fresco de la naturaleza

Cabecero de macramé decorado con pequeños ramos de lavanda y eucalipto.
Un cabecero que huele tan bien como se ve.

Añade un toque de aromaterapia y belleza natural a tu cabecero de macramé.

Teje un diseño sencillo con nudos cuadrados y deja algunos espacios abiertos.

Una vez colgado, inserta pequeños ramilletes de eucalipto, lavanda seca u otras hierbas aromáticas.

Puedes cambiarlos según la temporada para renovar el look y el aroma de tu habitación. Es una forma fácil de integrar plantas colgantes en la decoración sin necesidad de macetas.

19. Fusión rústica: madera y algodón

Panel de macramé integrado en un cabecero de madera oscura de estilo rústico.
El equilibrio perfecto entre duro y suave.

Eleva un cabecero de madera de estilo rústico o farmhouse añadiendo un panel de macramé.

Mide el espacio interior del cabecero y crea un tapiz que encaje a la perfección.

Puedes fijarlo con una varilla delgada en la parte superior e inferior para mantenerlo tenso y en su sitio.

Esta combinación de texturas aporta calidez y suavidad, creando un ambiente acogedor perfecto en propuestas farmhouse.

20. Atrapa sueños con energía de cristal

Cabecero de macramé de color crudo con cristales de amatista y cuarzo rosa incrustados.
Para que solo tengas dulces sueños.

Convierte tu cabecero en un amuleto personal incorporando cristales y piedras semipreciosas.

Elige piedras que tengan un significado especial para ti, como cuarzo rosa para el amor o amatista para la calma.

Puedes envolver los cristales con hilo fino y anudarlos al diseño, o buscar piedras perforadas para integrarlas más fácilmente.

Colócalos en un patrón simétrico para crear un punto focal lleno de buena energía.

21. Una jungla urbana sobre tu cama

Composición de varias hojas de Monstera hechas en macramé verde que forman un cabecero.
El paraíso tropical está en tu cuarto.

Lleva la tendencia de las plantas a otro nivel con este cabecero de hojas de Monstera.

Crea cada hoja por separado usando nudos festón para dar forma a los contornos y los característicos agujeros.

El truco para que mantengan la forma es aplicar un endurecedor de tela en la parte trasera una vez terminadas.

Luego, únelas en una composición orgánica y deja caer algunos flecos para simular las lianas de la selva.

22. Olas de hilo en tonos marinos

Tapiz tejido con diferentes hilos en tonos azules, verdes y blancos, creando un efecto de olas.
Duerme escuchando el sonido del mar.

Recrea el movimiento del océano con un tapiz que combina diferentes texturas y tonos de azul.

Aquí la clave es mezclar hilos de distintos grosores: algodón, lana, seda e incluso tiras de tela reciclada.

Teje las hebras de forma ondulada, sin seguir una línea recta, para imitar el oleaje.

Añade algunos hilos blancos finos para simular la espuma del mar y termina con un fleco irregular.

23. Dosel de ensueño para noches mágicas

Dosel de macramé que cae sobre una cama con cabecero de ratán, creando un ambiente romántico.
Tu propio palacio bohemio.

Crea un ambiente de cuento de hadas con un dosel de macramé que cae a ambos lados de la cama.

Necesitarás una pieza central más elaborada y dos paneles laterales más largos y sencillos, que actúan como cortinas.

Cuelga todo de una barra de cortina o de soportes en el techo para lograr ese efecto dramático y envolvente.

Es una forma ingeniosa de usar cortinas para dividir espacios visualmente, creando un rincón íntimo.

24. El mix perfecto: macramé y ratán

Tapiz de macramé con un centro circular de ratán tejido y flecos largos.
Dos texturas, doble personalidad.

Une dos de las texturas más queridas del estilo boho en una sola pieza.

Utiliza un mantel individual de ratán o un salvamanteles tejido como pieza central de tu diseño.

Átale las cuerdas de algodón alrededor y empieza a tejer tu patrón de macramé desde el círculo hacia afuera.

Esta combinación de materiales aporta una profundidad increíble y es un guiño a los muebles de ratán y ambiente veraniego.

25. Delicadeza de encaje en algodón

Cabecero de macramé con un patrón muy intrincado y detallado, similar al encaje.
Paciencia y nudos finos para un lujo artesanal.

Para un resultado que parece encaje antiguo, el secreto está en el material.

Elige una cuerda de algodón muy fina, de 1.5 o 2 mm, y prepárate para hacer miles de nudos pequeños y apretados.

Este tipo de trabajo minucioso es ideal para crear patrones complejos y detallados, inspirados en los tapetes de ganchillo de la abuela.

Es un proyecto que requiere tiempo y dedicación, pero el resultado es una pieza de herencia familiar.

26. Calidez terracota para un look natural

Cabecero de macramé en un intenso color terracota sobre una pared blanca y cama con sábanas blancas.
Un abrazo de color cálido y terrenal.

Añade una dosis de calidez instantánea a tu dormitorio con un cabecero en color terracota.

Este tono, a medio camino entre el naranja y el marrón, evoca la arcilla y la tierra, creando un ambiente muy acogedor.

Combina genial con ropa de cama en tonos neutros como el blanco, el lino o el beige.

Es una opción fantástica para ambientar una sala con tonos tierra, aplicando la misma paleta de colores a tu zona de descanso.

27. Un arcoíris de flecos para días felices

Cabecero de macramé con la parte superior en crudo y flecos largos en los colores del arcoíris pastel.
Donde terminan los arcoíris.

Este diseño es pura alegría y es más fácil de lo que parece.

La parte superior se teje con nudos cuadrados en cuerda de algodón natural.

La magia está en los flecos: corta hebras de lana de colores pastel y átalas a la base del tejido con un nudo alondra.

Usa un peine para mascotas para cepillar y deshacer los hilos de lana, logrando ese acabado suave y difuminado.

28. La belleza imperfecta de la asimetría

Cabecero de macramé con un diseño asimétrico y orgánico colgado de una rama de madera.
Perfectamente imperfecto, como la vida misma.

Rompe las reglas y crea un diseño que fluya libremente, sin preocuparte por la simetría.

Usa una rama natural con una forma interesante como punto de partida y deja que su silueta guíe tu diseño.

Combina secciones de nudos densos con áreas de cuerdas sueltas y flecos de diferentes longitudes.

El resultado es una pieza orgánica, única y con mucho movimiento, que celebra la belleza de lo imperfecto.

29. Verde esmeralda y oro: un toque de lujo

Cabecero de macramé de color verde esmeralda intenso colgado de una barra metálica dorada.
Tu dormitorio se viste de gala.

Eleva tu macramé a un nivel de glamour superior con una combinación de colores audaz.

Usa una cuerda de un color joya, como este verde esmeralda, y cuelga la pieza de una barra de cortina dorada.

El contraste entre el color profundo del algodón y el brillo del metal es pura sofisticación.

Es una manera genial de incorporar acentos dorados en el dormitorio de una forma inesperada y artística.

30. El árbol de la vida para enraizar tus sueños

Macramé en forma de árbol de la vida con cuerda verde oliva, dentro de un aro de madera.
Conecta con tus raíces cada noche.

Crea un símbolo poderoso y lleno de significado con este diseño clásico.

Empieza tejiendo el tronco con nudos festón que se retuercen para darle textura.

Luego, divide las cuerdas para formar las ramas, usando nudos más abiertos para crear la copa del árbol.

Enmárcalo en un aro de madera para completar el simbolismo del círculo de la vida. ¡Una pieza con alma!

31. Dos colores, un diseño impactante

Cabecero de macramé dividido en dos colores, una mitad en crudo y la otra en rosa empolvado.
Dos tonos que se complementan a la perfección.

Juega con el color blocking para un cabecero moderno y con una personalidad arrolladora.

Divide tu soporte de madera en dos mitades y trabaja cada lado con un color diferente.

El truco para que la línea de separación quede limpia es tejer el mismo patrón en ambos lados, como un reflejo en el espejo.

Esta técnica es perfecta para combinar tus dos colores favoritos o para hacer un guiño a la decoración del resto de la habitación.

32. Un patchwork de nudos para expertas

Gran cabecero de macramé compuesto por múltiples paneles verticales con diferentes patrones y texturas.
La enciclopedia de nudos hecha cabecero.

¿Ya dominas varios nudos? Demuéstralo con un cabecero estilo patchwork.

Crea diferentes paneles verticales, cada uno con un patrón, una textura o una técnica de anudado distinta.

Juega con la densidad: combina secciones muy tupidas con otras más abiertas, e incluso añade algo de tejido con lana gruesa.

Es como un sampler de todas tus habilidades, una pieza que puedes crear en tus rincones DIY para mostrar tu maestría.

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