¡Hola! ¿Estás lista para convertir ese porche o esa terraza en tu rincón favorito del mundo? Olvídate de las reformas complicadas y los presupuestos imposibles. Hoy vamos a viajar al trópico sin movernos de casa, solo con nuestras manos, un poco de color y muchas, muchas hojas verdes.
Te he preparado un montón de ideas para que te lances ahora mismo. Piensa en esa puerta aburrida pidiendo a gritos un brochazo de color turquesa, en cómo una simple hamaca puede transformar tus tardes, o en el poder de una planta gigante para hacerte sentir de vacaciones cada día.
Vamos a jugar con texturas, a mezclar colores sin miedo y a crear espacios que no solo sean bonitos, sino que te hagan sentir increíblemente bien. Coge tus herramientas, ¡que nos vamos a la aventura tropical!
1. El truco del turquesa y la terracota para un porche de revista

¿Quieres un cambio que grite «verano»? Pinta tu puerta de entrada con un tono turquesa vibrante. Elige una pintura para exteriores con acabado satinado para que aguante el sol y la lluvia sin perder ni una pizca de su alegría.
El secreto está en el contraste: coloca a los lados macetones gigantes de terracota. La calidez del barro natural contra el frescor del azul crea un equilibrio visual que es pura magia caribeña.
Instala una hamaca de fibras naturales y no te olvides de los cojines: unos toques de coral, amarillo o naranja encenderán aún más el conjunto.
Una lámpara de techo de ratán o mimbre es el broche final para esas tardes de lectura al aire libre.
2. Noches mágicas con farolillos de bambú y una hamaca entre la selva

Crea un refugio íntimo y acogedor con una iluminación estratégica. Olvídate de la luz cenital directa y apuesta por la calidez de varios farolillos de bambú repartidos por el suelo.
Elige modelos con portavelas de cristal en su interior para mayor seguridad. Puedes usar velas LED de luz cálida que se encienden con un mando a distancia. ¡Cero complicaciones!
Rodéate de plantas de hojas grandes como bananeros o monsteras para crear una sensación de estar inmerso en la naturaleza. El juego de luces y sombras sobre las hojas es simplemente espectacular.
Una hamaca de lona cruda y unas lámparas de mimbre colgantes completan este rincón para desconectar del mundo.
3. Un toque fucsia y minimalista para tu entrada tropical-chic

El estilo tropical no tiene por qué ser rústico. Si buscas un look moderno, combina líneas limpias y colores neutros con un único punto focal de color explosivo.
Una silla colgante en un fucsia intenso es toda una declaración de intenciones. Búscala de ratán sintético o metal para que resista a la intemperie a la perfección.
Flanquéala con maceteros altos y geométricos de color oscuro, plantados con aves del paraíso (Strelitzia nicolai) para añadir altura y dramatismo con sus hojas gigantes.
El toque final: instala tiras de LED bajo los escalones. Aportan una luz indirecta sofisticada y segura por la noche, creando un ambiente de resort de lujo en tu propia casa.
Este es uno de esos rincones con inspiración tropical que te llenan de energía.
4. ¡Fiesta de color! Pinta tu porche sin miedo y cuelga una hamaca arcoíris

¿Quién dijo que había que elegir un solo color? Convierte tu porche en una explosión de alegría pintando cada elemento de un tono diferente. ¡La clave es usar una paleta caribeña!
Pinta las paredes de un amarillo solar, el suelo de un azul verdoso refrescante y la puerta de un vibrante turquesa. No te preocupes por si combinan, ¡la energía tropical se encarga de unirlos!
La pieza central es una hamaca multicolor con borlas llamativas que recoja todos los tonos del porche. Será el lugar más codiciado de la casa.
Llena el espacio de vida con helechos colgantes. Crean un techo verde natural que filtra la luz y aporta una frescura increíble. ¡Es una de las ideas boho chic más fáciles de implementar!
5. Rincón bohemio con un asiento colgante y textiles que cuentan historias

Transforma tu porche en un salón exterior superacogedor. Empieza por el suelo: una gran alfombra de exterior con patrones étnicos define el espacio y aporta una calidez increíble.
El trono de este rincón es un sillón colgante de mimbre. Llénalo de cojines con diferentes texturas, bordados y borlas en tonos frambuesa y rosa empolvado.
Un truco para la puerta: en lugar de una cortina tradicional, cuelga un tapiz o una cortina de cuentas. Aporta un toque bohemio, da privacidad y crea un sonido relajante con la brisa.
No te olvides de las plantas: un par de Ficus lyrata en cestas de mimbre añaden la verticalidad y el verde necesarios. ¡Los textiles étnicos y cojines coloridos lo son todo!
6. Refugio rústico con antorchas de bambú y madera envejecida

Consigue un auténtico ambiente de cabaña en la playa con materiales naturales y un toque aventurero. La clave es la madera: columnas de bambú, suelo de listones y un techo de paja o cañizo.
Para la iluminación, nada como el fuego. Instala un par de antorchas de bambú en las columnas. Rellénalas con aceite de citronela para mantener a raya a los mosquitos mientras disfrutas de la danza de las llamas.
Añade un toque de color con una puerta o contraventanas de madera envejecida, pintadas en un verde aguamarina desgastado. Puedes lograr este efecto DIY lijando una capa de pintura fresca.
Una hamaca de tela cruda, una palmera en una gran maceta de barro y tendrás tu propio ambiente chill out para escapar de la rutina.
7. Elegancia tropical con ventiladores de hojas y un columpio familiar

Crea un porche cubierto que sea una extensión de tu salón. La clave del confort es el movimiento del aire: instala ventiladores de techo con aspas en forma de hoja de palmera. Son funcionales y un elemento decorativo espectacular.
Sustituye el típico sofá por un columpio de porche. Elige uno con una estructura de mimbre y un colchón cómodo. Llénalo de cojines en tonos verdes y con estampados de hojas para integrarlo en el paisaje.
Para el suelo, la pizarra oscura o un porcelánico de gran formato en tono grafito aporta un toque de sofisticación que contrasta maravillosamente con el verde de las plantas.
Distribuye varias Calatheas en cestas de fibra natural para completar tu oasis tropical urbano.
8. Minimalismo cálido: madera, blanco y una sola planta protagonista

Menos es más, también en el trópico. Apuesta por un diseño limpio y sereno que invite a la calma. Combina una tarima de madera clara con paredes blancas y lisas.
La clave de este look es elegir un único elemento verde pero que tenga mucho impacto. Una gran ave del paraíso (Strelitzia) en una maceta blanca y cilíndrica es perfecta. Sus hojas esculturales se convierten en el centro de atención.
Una hamaca negra, en lugar de los tonos crudos habituales, añade un toque de diseño contemporáneo y sofisticado.
Este estilo minimalista demuestra que no necesitas llenar el espacio para que se sienta acogedor y tropical.
9. Explosión de fucsia natural con buganvillas trepadoras

Deja que la naturaleza sea la protagonista absoluta. Si tienes una pared blanca y soleada, planta una buganvilla. En poco tiempo, tendrás una cascada de color fucsia que no necesita más decoración.
Combina este espectáculo floral con la arquitectura de estilo mediterráneo: arcos de medio punto, paredes encaladas y suelos de baldosas de barro cocido.
Completa el rincón con grandes agaves en macetas de terracota. Sus formas esculturales y su tono verde grisáceo contrastan de maravilla con el vibrante fucsia de las flores.
Una hamaca de rayas de colores vivos es el toque final para disfrutar de este espectáculo de la naturaleza. ¡Los jardines mediterráneos son pura inspiración!
10. Alegría festiva con farolillos de papel y una hamaca amarilla

¿Quieres darle un aire de fiesta permanente a tu porche? Es tan fácil como colgar una guirnalda de farolillos de papel de colores. Elige varios tamaños y tonos para un efecto más dinámico.
Para que duren más, rocíalos con un spray impermeabilizante transparente. Por la noche, puedes meter dentro pequeñas luces LED a pilas para una iluminación mágica.
Coordina la decoración con una hamaca de un color potente, como este amarillo sol, que contraste con el resto de elementos. Los flecos de macramé le dan un toque artesanal irresistible.
Añade plantas de follaje colorido, como los crotones, que con sus hojas rojas, amarillas y verdes se suman a la fiesta. ¡Unas luces colgantes siempre transforman el ambiente!
11. Serenidad zen con bambú, madera y una hamaca para meditar

Crea un rincón de paz inspirado en la estética japonesa. La clave es la simplicidad y el uso de materiales naturales. Utiliza columnas y suelos de madera oscura y paredes de hormigón pulido.
Planta bambú en maceteros de cemento. Su crecimiento vertical y el sonido de sus hojas con el viento aportan una calma instantánea. Elige una variedad no invasora para mantenerlo a raya.
Una hamaca de algodón blanco, sin adornos, es el lugar perfecto para la contemplación. La sencillez de su diseño encaja a la perfección con la filosofía zen.
Un pequeño detalle, como una escultura de piedra, completa este espacio que invita a la desconexión. Te encantará el estilo japonés en balcones.
12. ¡Pinta el suelo! Un mural de hojas para un porche único

¿Tu porche tiene un suelo de cemento aburrido? ¡Conviértelo en una obra de arte! Un mural de hojas tropicales pintado directamente sobre el suelo es un proyecto DIY de fin de semana que transformará el espacio por completo.
Primero, limpia bien la superficie y aplica una capa de imprimación para exteriores. Luego, dibuja las siluetas de hojas de monstera o palmera con una tiza. Rellena los dibujos con pintura para suelos de exterior en varios tonos de verde.
Protege tu obra de arte con una capa de sellador transparente para que aguante el trote diario.
Combínalo con macetas de colores vivos y una silla colgante negra para que el suelo sea el auténtico protagonista. ¡Estos patios creativos y artísticos son pura diversión!
13. Brisa marina con tonos menta, blanco y palmeras en maceteros

Consigue un look costero fresco y relajado combinando el blanco puro con un suave verde menta. Pinta las paredes y el techo de este color para una sensación envolvente y luminosa.
El suelo de madera natural aporta la calidez necesaria para que el espacio no resulte frío. Un barniz mate para exteriores protegerá la madera sin añadir brillos artificiales.
El truco para un look pulcro y ordenado es usar maceteros idénticos. Unos maceteros altos de madera blanca son perfectos para plantar palmeras livistona, que con sus hojas en abanico añaden un toque exótico y elegante.
Una hamaca de red blanca es el toque final para este porche que huele a sal y a verano.
Este es uno de esos patios tropicales que te transportan directamente a la playa.
14. El poder de las hojas gigantes: un jardín nocturno espectacular

Las plantas de hojas gigantes, como las orejas de elefante (Alocasia), son espectaculares de día, ¡pero de noche pueden ser pura magia! El truco está en la iluminación desde abajo.
Coloca focos solares de jardín en la base de las plantas, apuntando hacia arriba. Por la noche, la luz resaltará las nervaduras y la textura de las hojas, creando un efecto dramático y misterioso.
Esta técnica funciona genial para enmarcar una entrada o un camino, guiando la vista y añadiendo profundidad al jardín.
Combina estas plantas con una hamaca cercana para disfrutar del espectáculo lumínico en las noches cálidas. Es la forma más sencilla de crear un rincón de creatividad natural.
15. Un toque kitsch y divertido con flamencos y muebles de mimbre

¡Dale un punto divertido y retro a tu porche! No tengas miedo de añadir elementos kitsch como un flamenco rosa. Es un guiño simpático que le saca una sonrisa a cualquiera.
Recupera el encanto de los muebles de mimbre de toda la vida. Una silla pavo real es una pieza escultural que nunca pasa de moda. Dale un toque de color con un cojín en un tono coral o rosa intenso.
Una hamaca de macramé, con sus flecos y nudos artesanales, encaja a la perfección en esta estética relajada y un poco nostálgica.
Completa el look con plantas de hojas grandes y una alfombra de rayas de colores para unificar el espacio. ¡Los muebles restaurados siempre aportan carácter!
16. Texturas naturales: el poder del yute, el ladrillo y el macramé

Si te encantan los ambientes neutros pero con mucha personalidad, la clave está en mezclar texturas naturales. Combina una pared de ladrillo blanco con la calidez de las fibras.
Una hamaca de macramé con flecos largos se convierte en una pieza casi escultórica que invita al descanso. El color crudo del algodón resalta sobre el fondo texturizado del ladrillo.
En el suelo, superpón varias alfombras. Empieza con una base grande de yute liso y añade encima una alfombra más pequeña con un patrón geométrico en blanco y negro para un toque de dinamismo.
Unas monsteras en maceteros de cemento completan este look sereno y lleno de matices. ¡Los textiles suaves y tonos tierra siempre funcionan!
17. Un mar de helechos para un porche fresco y frondoso

Convierte tu porche en una jungla urbana utilizando una sola especie de planta: el helecho. Su frondosidad y su verde intenso crean una sensación de frescor incomparable.
Combina diferentes variedades de helechos y colócalos a distintas alturas: en macetas en el suelo, en cestas colgantes y flanqueando la puerta para crear un arco de entrada natural.
Pinta el porche en un tono verde aguamarina para que las plantas se integren y el conjunto resulte armonioso y refrescante. Los detalles arquitectónicos de madera calada, pintados del mismo color, añaden un toque de encanto victoriano.
Una hamaca de lona clara en el centro es el único elemento que rompe la hegemonía del verde, invitando a una siesta rodeada de naturaleza. ¡Crea tus propios jardines románticos y frondosos!
18. Estilo ‘farmhouse’ tropical con maceteros galvanizados

¿Se puede mezclar el estilo de granja con el tropical? ¡Por supuesto! La clave es usar elementos de ambos mundos para crear un look fresco y original.
Utiliza grandes cubos de metal galvanizado como maceteros. Son económicos, duraderos y aportan ese toque rústico-industrial del estilo ‘farmhouse’.
Dentro, planta Ficus lyrata o higueras de hoja de violín. Su porte de arbolito y sus hojas grandes y lustrosas son el contrapunto tropical perfecto.
Una hamaca de tela gris, en un tono similar al del metal, unifica el conjunto y mantiene una paleta de color sobria y elegante. ¡Anímate con proyectos con pallets reciclados para completar el look!
19. El espectáculo de los caladios y el azul cobalto

Los caladios, con sus hojas en forma de corazón y sus increíbles patrones en rosa, blanco y verde, son como tener cuadros vivos en el porche.
Para que sus colores resalten al máximo, plántalos en macetas de un color sólido y vibrante, como el azul cobalto. La combinación es eléctrica y llena de energía.
Una hamaca estampada con motivos geométricos y una paleta de colores similar a la de las hojas crea un conjunto coherente y alegre. Busca una que sea cómoda y ancha para disfrutarla al máximo.
El suelo de baldosas hidráulicas con patrones en blanco y negro aporta un fondo sofisticado que hace que los colores de las plantas y la hamaca vibren aún más. ¡Anímate a usar macetas pintadas a mano para un toque personal!
20. Refugio boscoso en tonos verdes y madera oscura

Crea un porche que se funda con el entorno si estás rodeado de naturaleza. Utiliza una paleta de colores inspirada en el bosque: paredes en verde salvia, suelo de madera oscura y una puerta en un verde más profundo.
Elige una hamaca tipo silla, que ocupa menos espacio pero es igual de cómoda. Un modelo de lona verde oscuro se integrará perfectamente en el ambiente.
Apuesta por plantas de sombra con grandes hojas verdes, como las hostas. Sus diferentes tonalidades y texturas añaden riqueza visual sin necesidad de flores.
Este es el porche perfecto para los amantes de la tranquilidad, un rincón para leer o simplemente escuchar los sonidos del bosque. Es ideal para crear rincones con estilo rústico.
21. Calidez del desierto con tonos terracota y flores exóticas

Transporta tu porche a un oasis en el desierto con una paleta de colores cálida y envolvente. Pinta las paredes y el suelo en un tono terracota o arcilla. Este color unificador crea una sensación de cueva acogedora.
Introduce plantas que evoquen paisajes exóticos, como las aves del paraíso (Strelitzia reginae) o los jengibres rojos, con sus espectaculares flores naranjas y rojas.
Una hamaca de rayas en tonos cálidos (rojos, naranjas, amarillos) se convierte en el lugar perfecto para una siesta a la sombra.
Para la noche, añade unos faroles de metal de estilo marroquí con velas en su interior. Proyectarán patrones de luz mágicos en las paredes. Los tonos terracota y arcilla son tendencia.
22. Esculturas vivas: agaves en maceteros de piedra natural

A veces, la maceta es tan importante como la planta. Crea un impacto visual brutal utilizando grandes rocas vaciadas como maceteros. Puedes encontrarlas en viveros especializados o tiendas de paisajismo.
Dentro, planta agaves. Sus formas arquitectónicas y su resistencia los convierten en la opción perfecta para un look escultural y de bajo mantenimiento.
Este tipo de decoración funciona de maravilla en porches con una estructura rústica de madera y bambú, creando un diálogo entre los materiales naturales.
Una hamaca de yute o fibra de henequén, con su textura rugosa, completa este paisaje casi prehistórico y lleno de fuerza. Es como tener tus propios caminos de piedra y bancos artísticos.
23. Contraste audaz: rojo, negro y el verde más intenso

¿Buscas un look moderno y con carácter? Atrévete a combinar colores primarios y neutros potentes. Una puerta de entrada roja es un chute de energía que no deja a nadie indiferente.
Combínala con el negro para un resultado sofisticado. Una hamaca negra y unos maceteros cuadrados y minimalistas del mismo color crean un marco perfecto para el verde de las plantas.
Elige plantas con hojas de un verde intenso y forma escultural, como las aves del paraíso, para que destaquen sobre el fondo oscuro.
Paredes blancas y un suelo de cemento pulido completan este look contemporáneo que demuestra que el estilo tropical también puede ser urbano y chic. Un patio moderno puede tener mucha personalidad.
24. Un muro verde DIY para un porche lleno de vida

Si tienes poco espacio en el suelo pero quieres muchas plantas, ¡piensa en vertical! Un jardín vertical junto a la puerta es una forma espectacular de crear una pared de acento natural.
Puedes construir uno tú misma con una estructura de palets o comprar paneles modulares específicos para jardines verticales. Elige plantas de hojas grandes y colgantes, como los filodendros o los potos, para un efecto exuberante.
Una hamaca de patchwork o con un estampado floral divertido añade un toque de color y encanto campestre al conjunto.
No te olvides de los pequeños detalles: un felpudo alegre, macetas de colores y una corona de boj en la puerta. ¡Los huertos verticales hechos en casa son una solución genial!
25. Lujo y relax: una cama colgante para dos (o más)

Lleva el concepto de hamaca al siguiente nivel con una cama o sofá colgante. Es la pieza definitiva para crear un rincón de relax y socialización en un porche amplio.
Elige un modelo de mimbre sintético o ratán oscuro para una mayor durabilidad y un look elegante. Asegúrate de que la estructura del techo sea lo suficientemente fuerte para soportar el peso y utiliza cadenas o cuerdas de calidad náutica.
Llénala de cojines mullidos. Combina una base de cojines blancos con otros más pequeños en tonos turquesa para un toque de color fresco y veraniego.
Palmeras en maceteros altos y unas columnas de piedra aportan un aire de resort de lujo a tu propio hogar. Las ideas de muebles colgantes optimizan el espacio.
26. Amarillo y azul: una combinación eléctrica y llena de vitalidad

Pinta tu porche con una combinación de colores que despierte los sentidos. El azul eléctrico como color base y el amarillo vibrante para los detalles crean un contraste dinámico y superalegre.
En lugar de una hamaca tradicional, prueba con hamacas tipo silla. Son perfectas para porches más pequeños y fomentan la conversación. Un par de ellas en color amarillo se convierten en el foco de atención.
Añade plantas de follaje colorido, como los crotones, que con sus hojas manchadas de rojo, naranja y amarillo parecen sumarse a esta fiesta cromática.
Una puerta negra y un suelo azul oscuro ayudan a anclar los colores brillantes y añaden un toque de elegancia. ¡Anímate a reutilizar objetos para crear detalles únicos!
27. Minimalismo japonés con hormigón y papel de arroz

Si buscas una estética serena y contemplativa, inspírate en la sencillez japonesa. Un suelo de hormigón pulido y paredes de cemento crean un lienzo neutro y minimalista.
Las puertas correderas tipo ‘shoji’, con paneles de papel de arroz (o un sustituto más resistente como el policarbonato translúcido), difuminan la luz y conectan sutilmente el interior con el exterior.
Una única planta de hojas grandes y esculturales, como una Alocasia en una maceta negra, es suficiente para aportar el toque de vida necesario.
Una hamaca de tela gris, sin más adornos, completa este espacio de calma y equilibrio, demostrando que la belleza reside en la simplicidad. Fusionar lo rústico y lo moderno es un acierto.
28. Glamour clásico: terciopelo verde, dorado y columnas romanas

¿Quién dijo que un porche no puede ser glamuroso? Dale un toque de lujo inesperado con una hamaca de terciopelo verde esmeralda. El tejido es suntuoso y el color, puro magnetismo.
Enmarca una puerta negra clásica con dos grandes maceteros blancos en forma de columna estriada, con una base dorada. Son una referencia al estilo neoclásico que aporta una elegancia atemporal.
Dentro de los maceteros, coloca monsteras deliciosas. Sus hojas recortadas son el contrapunto tropical perfecto a la sobriedad de las columnas.
Una iluminación en tonos dorados, con apliques y un llamador a juego, completa este look sofisticado y lleno de personalidad. ¡Añade un toque greco-romano a tu entrada!
29. El encanto de una cabaña rústica con vistas al mar

Si tienes la suerte de tener vistas, conviértelas en las protagonistas. Construye tu porche con materiales toscos y naturales, como troncos sin tratar y un suelo de tablas de madera envejecida.
Una hamaca de red, hecha de fibras naturales como el yute o el cáñamo, es la elección perfecta. Su aspecto artesanal y su textura rugosa encajan a la perfección con el entorno.
En lugar de macetas de cerámica, utiliza barriles de madera antiguos. Son robustos y aportan un carácter increíble. Llénalos de plantas de hojas grandes que aguanten bien el viento y el sol.
No satures el espacio. Un par de plantas y la hamaca son suficientes para crear un rincón perfecto desde el que contemplar el paisaje. Un porche rústico con madera reciclada es siempre un acierto.
30. Un chapuzón de azul Klein con patrones geométricos

Atrévete a usar un color intenso y saturado, como el azul Klein, para pintar todo tu porche: paredes, techo e incluso el suelo. El efecto es inmersivo y espectacular.
Para romper la monotonía del color, pinta un patrón geométrico en el suelo. Unas simples líneas blancas cruzadas en diagonal son suficientes para añadir dinamismo y un toque de diseño gráfico.
El blanco es el compañero perfecto para este azul. Utilízalo en las barandillas, los marcos de las ventanas y en los maceteros para crear un contraste nítido y luminoso.
Una hamaca de macramé blanca y un par de eucaliptos en maceta aportan la textura y el toque natural que equilibran la intensidad del color. ¡Las ideas náuticas para un balcón son muy refrescantes!
31. Porche de verbena con luces de colores y flores vibrantes

Crea un ambiente de fiesta popular en tu porche durante todo el año. Cuelga una guirnalda de bombillas de colores de un lado a otro. Elige luces LED para que el consumo sea mínimo y duren mucho tiempo.
Una hamaca arcoíris es el centro de esta celebración del color. Es cómoda, alegre y el lugar perfecto para echar una siesta después de la fiesta.
Utiliza cubos de metal galvanizado como maceteros para un toque rústico y desenfadado. Llénalos de flores de colores intensos como hibiscos rojos o aves del paraíso.
Flanquea la entrada con dos plantas de bananero para añadir altura y ese inconfundible toque tropical. Las luces para terrazas y balcones lo cambian todo.
32. Elegancia oscura: un porche en negro y burdeos para noches íntimas

El negro también es para el exterior. Pintar tu porche de negro o de un gris muy oscuro crea un ambiente sofisticado, íntimo y muy elegante, especialmente por la noche.
Combina el negro con una hamaca en un color profundo y suntuoso, como el burdeos o el granate. Los flecos y detalles de macramé añaden una textura que resalta sobre el fondo oscuro.
Las plantas de hojas verdes y frondosas, como los helechos o las alocasias, destacan de una forma increíble contra las paredes negras, creando un contraste muy dramático.
Una iluminación cálida y puntual, con faroles de estilo clásico, es fundamental para que el espacio resulte acogedor y no lúgubre. Crea una decoración dramática y con personalidad.
33. Refugio natural con texturas de yute y cestas de mimbre

Crea un porche sereno y conectado con la tierra apostando por las fibras naturales en todas sus formas. Empieza con una gran alfombra de yute con un borde festoneado o con relieve. Aporta textura y delimita el espacio.
Utiliza cestas de mimbre o jacinto de agua como cubremacetas. Son mucho más cálidas que las macetas de plástico o cerámica y encajan a la perfección en un estilo natural.
Un sillón colgante de macramé y una lámpara de techo de ratán completan la base de fibras. Son piezas que aportan un toque artesanal y bohemio.
Añade plantas de interior fáciles de cuidar, como palmeras de areca o ficus, para tener tu propio oasis de calma. Las lámparas artesanales de fibras naturales son imprescindibles.
34. ¡Bloques de color! Una terapia de choque para un porche vibrante

Olvídate de las reglas y juega con el color blocking. Pinta cada pared y superficie de tu porche con un color sólido y atrevido, creando grandes bloques de color que impacten visualmente.
Combina un coral intenso en la pared principal, un turquesa brillante en el suelo y un amarillo limón en la puerta. ¡La energía está asegurada!
Para que el resultado no sea caótico, utiliza maceteros de un material neutro, como el hormigón, y plantas de un verde homogéneo, como las hostas. Ayudan a calmar la composición.
Una hamaca con un estampado geométrico que contenga los colores del porche es el toque final para este espacio lleno de personalidad y optimismo. ¡Es tan vibrante como un cumpleaños estilo safari!