30 ideas de macramé para colgar plantas en espacios pequeños

Plantas en macetas colgantes de macramé DIY decorando diferentes rincones, ideal para espacios pequeños.

¡Hola! ¿Lista para darle un hogar flotante a tus plantas y llenar de vida esos rincones vacíos? Olvídate de pensar que el macramé es complicado. Con unos nudos básicos y un poco de creatividad, vas a transformar cualquier espacio, por pequeño que sea.

Vamos a jugar con colores, texturas y formas para crear colgadores que no solo sostienen tus macetas, sino que son verdaderas piezas de arte. Te daré trucos para que tus creaciones se vean súper profesionales desde el primer intento.

Prepárate para sorprenderte de lo que puedes hacer con tus propias manos. Coge tu cuerda favorita, ¡que empezamos a anudar!

1. El clásico con un giro moderno

Colgador de macramé de algodón crudo con nudos decorativos sosteniendo una planta araña.
Tu primer proyecto, ¡un éxito asegurado!

Empieza tu aventura en el macramé con este diseño atemporal. El secreto está en el nudo plano y el nudo espiral, ¡son más fáciles de lo que parecen!

Para ese look profesional, usa un anillo de madera natural como base. Mide tus cuerdas cuatro veces más largas que la altura final deseada para no quedarte corta.

Un truco: moja ligeramente los flecos finales y péinalos antes de que se sequen para que queden perfectamente lisos.

2. Acentos de madera para un toque boho

Colgador de macramé blanco con cuentas de madera clara, sosteniendo una maceta con una suculenta.
Pequeños detalles que marcan la diferencia.

Eleva un diseño sencillo añadiendo cuentas de madera. Ensártalas en las cuerdas centrales antes de hacer los nudos que las rodean para fijarlas en su sitio.

¿No tienes cuentas? ¡No hay problema! Puedes crear un efecto similar haciendo varios nudos simples muy juntos para formar “bolitas” texturizadas.

Este estilo es perfecto para suculentas, ya que sujeta macetas pequeñas con mucha gracia. Combina genial en dormitorios con decoración vintage.

3. Textura rústica sobre ladrillo visto

Colgador de macramé de yute rústico con una hiedra colgando sobre una pared de ladrillo rojo.
El encanto de lo natural y artesano.

Si buscas un aire más rústico, cambia el algodón por cuerda de yute. Es un poco más áspera al trabajar, pero el resultado tiene una personalidad increíble.

El soporte de madera en forma de T es una alternativa genial a los anillos. Simplemente haz un nudo de alondra para sujetar las cuerdas a la barra.

El contraste del yute natural con un fondo de ladrillo es espectacular. Es una de esas combinaciones con ladrillo expuesto que nunca falla.

4. Jardín de hierbas vertical en tu ventana

Colgador de macramé de dos niveles con macetas de terracota llenas de perejil y albahaca.
Tus hierbas frescas siempre a mano.

¡Maximiza el espacio y la luz! Este diseño de dos niveles es perfecto para crear un mini huerto de hierbas aromáticas en la cocina.

El truco para que quede estable es asegurarte de que los nudos que sujetan la maceta superior sean simétricos y fuertes. A partir de ahí, extiende las cuerdas para crear la segunda base.

Usa macetas de terracota para un drenaje óptimo del perejil y la albahaca. Es una de las mejores decoraciones de cocina con elementos de temporada.

5. Un toque de color inesperado

Colgador de macramé blanco con la parte inferior teñida de azul marino, sujetando un potos.
Añade tu color favorito a tus nudos.

¿Quién dijo que el macramé tiene que ser blanco? Atrévete a teñir la parte final de tu colgador para un efecto *dip-dye* que sorprenderá a todos.

Usa tinte textil líquido mezclado con agua. Sumerge los flecos y un poco de la base, deja que absorba el color y cuélgalo para secar. ¡El degradado se crea solo!

El azul marino aporta un toque de elegancia instantánea y combina de maravilla con macetas blancas y el verde intenso de un potos.

6. El tapiz que abraza tu planta

Colgador de macramé estilo tapiz de pared, con una planta de aire en el centro.
Tus paredes se convierten en un jardín.

Combina dos artes en una: este diseño fusiona un colgador con un mini tapiz de pared. Es ideal para plantas de aire o macetas pequeñas.

La clave es crear un panel plano con nudos cuadrados y luego dejar caer las cuerdas para formar una bolsa que sostenga la planta.

Si eres nueva en esto, puedes empezar con tapices de macramé con nudos básicos para principiantes y luego adaptar la técnica para añadir el soporte de la maceta.

7. Elegancia en gris antracita

Colgador de macramé gris oscuro sujetando una maceta gris con una planta de serpiente (sansevieria).
El macramé también puede ser minimalista.

Para un look moderno y sofisticado, elige una cuerda de macramé en un tono oscuro como el gris o el negro.

Este color resalta increíblemente bien con macetas de tonos similares y plantas de hojas variegadas, como la sansevieria. El contraste es pura elegancia.

Este diseño minimalista se centra en la limpieza de los nudos, demostrando que menos es más. Ideal para salones modernos con una esencia adaptada con sutileza.

8. El aro metálico que lo cambia todo

Colgador de macramé crudo con un gran aro de cobre como elemento decorativo superior.
Un toque de brillo para tus plantas.

Sustituye el clásico anillo de madera por un aro metálico de cobre o dorado para un acabado más glamuroso y contemporáneo.

Puedes encontrar estos aros en tiendas de manualidades. Simplemente ata las cuerdas al aro con un nudo de alondra y empieza tu diseño desde ahí.

Funciona genial con plantas colgantes como el rosario (senecio), creando un marco perfecto para su caída en cascada. Es uno de los recursos para decorar con cobre que aportan calidez.

9. Cascada de nudos para un helecho frondoso

Colgador de macramé blanco con elaborados nudos, sosteniendo un helecho frondoso junto a un sillón.
El diseño perfecto para tu rincón verde.

Este diseño clásico, lleno de nudos planos y espirales, es perfecto para plantas voluminosas como los helechos, ya que les da el protagonismo que merecen.

La clave de su apariencia abundante es la repetición. Haz series de 8 a 10 nudos planos seguidos para crear esas columnas texturizadas.

Cuélgalo en un rincón de lectura para crear un oasis de calma. La combinación de verde y blanco roto es infalible para generar paz.

10. Un terrario suspendido en el aire

Colgador de macramé verde menta sosteniendo un terrario de cristal con musgo en su interior.
Un micro-jardín flotante y mágico.

¿Y si en lugar de una maceta tradicional usas un bol de cristal? Este diseño es ideal para crear un pequeño terrario con musgo o plantas de aire.

El truco es hacer una red más ancha y con menos nudos para que el cristal sea el protagonista. Usa una cuerda más fina (2-3 mm) en un color suave como este verde menta para un look delicado.

Este tipo de colgador es una forma preciosa de añadir un toque de verde a baños minimalistas donde la luz y el orden son clave.

11. Energía solar para tu balcón

Colgador de macramé bicolor naranja y crudo, con un cactus en una maceta de terracota en un balcón.
El sol y el color se dan la mano.

Dale vida a tu balcón con un colgador bicolor. Para lograr este efecto, simplemente empieza tu proyecto con cuerdas de dos colores diferentes.

Alterna los nudos para que los colores se mezclen de forma divertida, como en este diseño naranja y crudo. ¡Pura energía veraniega!

Es una de las mejores formas de aprovechar muebles plegables en balcones pequeños, llevando la decoración hacia arriba.

12. La estantería colgante multiusos

Estantería colgante de macramé con una tabla de madera, sosteniendo una vela y una pequeña suculenta.
Una solución dos en uno para tus paredes.

¿Por qué colgar solo una planta cuando puedes colgar una estantería entera? Este proyecto es sorprendentemente fácil y súper práctico.

Necesitarás una pequeña tabla de madera con agujeros en las cuatro esquinas. Pasa las cuerdas a través de ellos y haz un nudo grande debajo para asegurarla.

Es una de las ideas de estanterías modulares más sencillas y te permite combinar una planta con una vela o un objeto decorativo.

13. El drama del macramé negro

Colgador de macramé negro con nudos intrincados, sosteniendo una orquídea blanca en flor.
Atrevido, elegante y absolutamente único.

Un colgador de macramé negro es una declaración de estilo. Aporta un toque gótico-chic y hace que el verde de las plantas resalte de una forma espectacular.

Funciona de maravilla con plantas de flores blancas, como esta orquídea, creando un contraste dramático y muy elegante.

Este diseño con nudos más abiertos y complejos es ideal para lucir la cuerda negra sin sobrecargar el conjunto. Una idea genial para dormitorios que juegan con contrastes fuertes.

14. Recicla y crea con latas y color

Colgador de macramé tricolor (turquesa, coral, gris) sosteniendo una lata reciclada como maceta.
Creatividad sostenible llena de color.

¡Dale una segunda vida a una lata de conservas! Límpiala bien, quítale la etiqueta y úsala como una maceta original y sostenible.

Combina cuerdas de colores vibrantes como el turquesa y el coral para crear un colgador alegre que complemente el brillo metálico de la lata.

Es una forma fantástica de reutilizar objetos cotidianos, similar a las ideas para reutilizar persianas viejas como paneles.

15. Ahorra espacio en las esquinas

Colgador de macramé de dos niveles diseñado para una esquina, con dos macetas blancas con potos.
Ningún rincón se queda sin su planta.

Las esquinas suelen ser espacios muertos, ¡pero ya no! Un colgador de doble planta diseñado para esquina es la solución perfecta.

Este diseño se caracteriza por tener una estructura más larga y estrecha, con nudos decorativos en la parte superior que le dan un aire de pieza de arte.

Aprovecha la verticalidad para colocar una planta colgante como el potos, que caerá en cascada y llenará de vida ese rincón olvidado.

16. Un balcón bohemio y lleno de vida

Varios colgadores de macramé en un balcón, con macetas blancas, grises y negras y plantas variadas.
Tu propia jungla urbana en el balcón.

Crea un oasis urbano combinando varios colgadores de macramé a diferentes alturas. Elige diseños distintos pero mantén el mismo color de cuerda para unificar el look.

Juega con macetas de diferentes colores y materiales (cerámica blanca, gris, negra) para añadir interés visual. ¡La variedad es la clave!

Este conjunto transforma un simple balcón en uno de esos patios bohemios repletos de textiles y color, pero en versión mini.

17. Soporte triple para tu huerto de cocina

Soporte de macramé horizontal con barra de madera y tres cubos metálicos para hierbas aromáticas.
Cocina con estilo y con ingredientes frescos.

Este diseño horizontal es una genialidad para tener tus hierbas favoritas sobre el fregadero. ¡Práctico y decorativo a la vez!

Usa una barra de madera (¡un palo de escoba cortado y lijado funciona!) como soporte. Desde ahí, crea tres colgadores más cortos e independientes.

Usa cubos de metal con etiquetas de pizarra para identificar fácilmente la menta, el tomillo y el romero. Es una forma genial de integrar utensilios a la vista de forma estilosa.

18. Inspiración costera con madera de deriva

Colgador de macramé turquesa suspendido de una rama de madera de deriva, con una planta de aloe.
Un trocito del mar en tu casa.

Sal a pasear por la playa y busca una pieza de madera de deriva. Su forma orgánica y textura suave será la base perfecta para un colgador único.

Ata tu cuerda de color turquesa directamente a la madera. El nudo espiral es ideal para este proyecto, ya que imita las formas onduladas del mar.

Este colgador es el complemento perfecto para salas de estilo costero con paletas de azules y blancos, aportando un toque artesanal y natural.

19. Degradado sutil en tonos rosados

Colgador de macramé con un degradado de blanco a rosa, sosteniendo una planta con flores blancas.
Un toque de color dulce y sofisticado.

El efecto ombré o degradado no tiene por qué ser drástico. Aquí, se usan dos tonos, crudo y rosa empolvado, para una transición suave y romántica.

La técnica es simple: haz la mitad superior con un color y luego, al hacer los nudos, introduce gradualmente las hebras del segundo color hasta que este domine.

Este delicado diseño es perfecto para plantas con flores o para añadir un toque de color a un dormitorio de estilo parisino chic y elegante.

20. El colgador con espejo incorporado

Colgador de macramé y tapiz de pared con un pequeño espejo redondo integrado en la parte superior.
Funcionalidad y belleza en un solo nudo.

Este diseño es pura magia: combina un tapiz, un colgador y un espejo en una sola pieza. Ideal para recibidores bohemios con espejos antiguos.

Para integrar el espejo, teje una red de nudos alrededor de su marco, asegurándolo firmemente. Luego, continúa el diseño hacia abajo para crear el bolsillo para la planta.

Es perfecto para entradas o pasillos, ya que el espejo ayuda a ampliar visualmente el espacio mientras la planta de aire añade un toque de vida.

21. Red de nudos en amarillo vibrante

Colgador de macramé de color amarillo mostaza con un diseño de red, sujetando una maceta de terracota.
Un rayo de sol para tus plantas.

Atrévete con un color audaz como el amarillo mostaza. Este diseño de red, hecho completamente con nudos cuadrados, es moderno y muy llamativo.

La clave para la forma de red es dejar espacios más grandes entre cada serie de nudos. Esto crea un patrón de rombos que se expande para abrazar la maceta.

Es una inyección de energía y alegría para cualquier habitación, y una de las formas más fáciles de combinar tonos mostaza en tu decoración.

22. Toques de cobre para un look industrial

Colgador de macramé con tubos de cobre insertados como cuentas, sosteniendo un terrario esférico.
El metal y el algodón se alían.

Añade un toque industrial-chic a tu macramé incorporando pequeños tubos de cobre. ¡Los encontrarás en cualquier ferretería!

Corta los tubos a la longitud deseada y ensártalos en las cuerdas como si fueran cuentas. El brillo metálico contrasta maravillosamente con el algodón crudo.

Este diseño es ideal para sostener un terrario de cristal, ya que el cobre y el vidrio crean una combinación muy elegante y moderna, perfecta para un rincón con decoración industrial.

23. Cesta tejida para macetas grandes

Colgador de macramé robusto con un tejido denso estilo cesta, sujetando una maceta grande de terracota.
Fuerza y estilo para tus plantas más grandes.

Si tienes una maceta grande y pesada, necesitas un diseño robusto como este. La clave es una base ancha y muchos nudos juntos.

Usa una cuerda de algodón más gruesa, de al menos 5 o 6 mm, para garantizar la resistencia. El patrón de red tupida distribuye el peso de manera uniforme.

El resultado es una cesta colgante que no solo es fuerte, sino también una pieza decorativa con mucha presencia. Inspírate en proyectos con cajas de fruta convertidas en repisas para un estilo rústico similar.

24. Romanticismo en rosa pastel

Colgador de macramé rosa pastel con nudos en espiral, sosteniendo una maceta blanca con una planta verde.
El lado más dulce del macramé.

Un colgador en rosa pastel es pura dulzura. El nudo espiral es el protagonista aquí, creando un efecto de ADN que es hipnótico y muy fácil de hacer.

Para lograr el nudo espiral, simplemente repite el mismo medio nudo una y otra vez. ¡La cuerda girará por sí sola, creando la espiral!

Combínalo con una maceta blanca para que el color rosa resalte. Es un detalle perfecto para entradas románticas decoradas con encanto vintage.

25. El colgador que se ilumina de noche

Colgador de macramé negro en un balcón por la noche, con una luz solar iluminando la planta desde dentro.
Tu jardín colgante brilla con luz propia.

Transforma tu colgador en una lámpara de noche para tu balcón o terraza. El secreto es colocar una pequeña luz solar de jardín dentro de la maceta.

Durante el día, la luz se carga, y por la noche, ilumina la planta desde dentro, creando un efecto mágico y una atmósfera súper acogedora.

Es una de las ideas con luces led más originales para iluminar terrazas. Elige un colgador oscuro para que la luz destaque aún más.

26. Un mini-colgador para detalles diminutos

Mini colgador de macramé con una maceta diminuta de terracota, colgado del pomo de un cajón de madera.
La prueba de que el tamaño no importa.

¿Te sobraron cuerdas de otro proyecto? ¡Aprovéchalas para crear este adorable mini-colgador! Es perfecto para las macetas más pequeñas que existen.

Cuélgalo del pomo de un cajón, de un tirador de armario o incluso del espejo retrovisor del coche. Es un detalle encantador que añade un toque de verde en lugares inesperados.

Estos pequeños tesoros son ideales para aprovechar rincones convertidos en espacios útiles y decorativos.

27. Viste tus plantas para Navidad

Colgador de macramé rojo y blanco con cascabeles, sosteniendo una flor de Pascua en una maceta dorada.
Un toque festivo para tu jungla interior.

Adapta tu macramé a la temporada. Un diseño en rojo y blanco con pequeños cascabeles cosidos es perfecto para colgar tu flor de Pascua en Navidad.

Usa cuerda roja para la base y los detalles, y cuerda cruda para los brazos principales. Los cascabeles no solo decoran, ¡también añaden un sonido festivo!

Es una forma sutil y elegante de decorar, como estas inspiraciones navideñas sutiles para baños.

28. Tu mesa de trabajo creativa

Mesa de trabajo con materiales para hacer macramé: rollo de cuerda, tijeras, cinta métrica y aros de madera.
Todo listo para empezar a crear.

Antes de empezar, organiza tus materiales. Necesitarás cuerda de algodón, un anillo de madera o metal, unas tijeras afiladas y una cinta métrica.

Un buen truco es colgar el anillo de un gancho o pomo de puerta mientras trabajas. Esto te permite usar ambas manos y mantener la tensión correcta en los nudos.

Crear tu propio espacio de trabajo es el primer paso para disfrutar del proceso. Monta tu propio rincón creativo que vibra con energía positiva.

29. Explosión de color con flores de gerbera

Colgador de macramé amarillo intenso sosteniendo una maceta blanca con flores de gerbera naranjas.
El color llama al color.

No subestimes el poder de un color vibrante. Un colgador amarillo brillante es el compañero perfecto para flores alegres como las gerberas naranjas.

Este diseño utiliza nudos decorativos que parecen pequeñas flores de macramé, añadiendo aún más encanto al conjunto.

Esta combinación es pura felicidad y una forma instantánea de levantar el ánimo en cualquier habitación. ¡Un verdadero antidepresivo visual!

30. Verde esmeralda sobre un fondo oscuro

Colgador de macramé verde esmeralda con una maceta dorada, sobre una pared pintada de negro.
Una joya para tus plantas y tus paredes.

Un colgador de color verde esmeralda sobre una pared oscura crea una atmósfera lujosa y envolvente, casi como un rincón de un gabinete de curiosidades.

Combínalo con una maceta dorada o de latón para un máximo impacto. El brillo del metal y la profundidad del verde son una pareja ganadora.

Este look es ideal para un estudio, una biblioteca o para dormitorios inspirados en el estilo árabe, llenos de texturas y misterio.

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