25 salas dominadas por un solo color con mucho estilo

Salas de estar elegantes con diseño monocromático. Sofás verdes, grises y morados destacan en diferentes estilos.

¿Te digo un secreto? La forma más rápida de lograr una sala de revista, con ese ‘je ne sais quoi’ que parece inalcanzable, es apostar todo a un solo color. ¡Sí, como lo oyes!

Olvídate de la angustia de combinar tonos y estampados. Elegir una paleta monocromática no es la opción aburrida, es la más audaz. Es una declaración de intenciones, una inmersión total en una atmósfera que tú misma creas.

Aquí no se trata de pintar todo del mismo tono exacto y ya. El truco de los profesionales está en jugar con las texturas, los acabados y las diferentes tonalidades de un mismo color para crear profundidad, ritmo y un interés visual que atrapa. Desde un verde bosque que te abraza hasta un rosa empolvado que susurra elegancia.

Prepárate para descubrir cómo un solo color puede tener más personalidad que un arcoíris entero. ¡Vamos a darle a tu sala el lookazo que se merece!

1. Verde esmeralda: el nuevo drama sofisticado

Sala de estar elegante en tonos verde esmeralda con sofá de terciopelo y acentos dorados.
Un solo color, infinitas posibilidades de estilo.

Sumérgete en un verde profundo, casi boscoso, para una sala que respira elegancia y misterio. El truco es pintar las paredes y las molduras del mismo color para crear un lienzo continuo y envolvente.

La clave para que no se sienta plano es la textura. Un sofá de terciopelo verde absorbe la luz de una manera, mientras que la alfombra de un tono ligeramente más claro la refleja. Juega con esta dualidad.

Los metales son tus mejores amigos aquí. Elige acabados en latón o dorado para lámparas, mesas y patas de muebles. Este toque cálido corta la frialdad del verde y añade un brillo lujoso.

La iluminación es todo. Una lámpara de araña escultural, como una pieza geométrica, se convierte en la joya del espacio, mientras que una lámpara de pie con brazo articulado añade un punto de luz funcional y chic.

2. Terracota: un abrazo cálido y terrenal

Sala de estar monocromática en tonos terracota con sofá de lino y paredes texturizadas.
Calidez que se siente como un atardecer eterno.

Convierte tu sala en un refugio mediterráneo con la magia del terracota. Para un efecto total, aplica una pintura con textura de microcemento o estuco en las paredes. Esto le da una profundidad artesanal que la pintura lisa no puede igualar.

El mobiliario debe seguir la misma línea cromática, pero con variaciones sutiles. Un sofá en un tono arcilla un poco más oscuro y cojines de lino en la misma gama crean un look cohesivo y ultrarelajante.

La madera rústica y sin tratar es el contrapunto perfecto. Una mesa de centro de madera maciza y una banqueta auxiliar aportan la dosis de naturaleza que equilibra el espacio.

No subestimes el poder de la luz. Una lámpara de arco en un tono similar se integra en el ambiente, proyectando una luz suave y difusa que resalta las texturas y crea sombras acogedoras.

3. Rosa empolvado: la nueva neutralidad chic

Sala de estar minimalista en tonos rosa empolvado con butacas de bouclé y arte abstracto.
Piensa en rosa, pero hazlo sofisticado.

Olvida todo lo que creías saber sobre el rosa. Un tono empolvado, casi nude, es la base para un espacio sereno, femenino y muy contemporáneo. La clave es tratarlo como si fuera un beige o un gris claro.

Para añadir interés, introduce texturas inesperadas. Unas butacas de tela bouclé o tweed en un rosa ligeramente más intenso rompen la monotonía y añaden un toque táctil irresistible.

El arte es fundamental. Cuelga un cuadro abstracto de gran formato con manchas de acuarela en tonos rosados y borgoña. Se convierte en el punto focal sin romper la paleta monocromática.

Los accesorios deben ser minimalistas: una lámpara de mesa escultural en blanco, jarrones de cerámica sencillos y mesas auxiliares de líneas limpias. Menos es definitivamente más.

4. Azul real: opulencia digna de un palacio

Sala de estar clásica y opulenta en azul real con sofá de terciopelo y lámpara de cristal.
Vive tu momento más regio y dramático.

Atrévete con un azul profundo y saturado para una declaración de estilo audaz y atemporal. Pinta todo —paredes, puertas y marcos— para una inmersión total en el color.

El terciopelo es el tejido estrella. Un sofá capitoné en azul real es el punto de partida. Combínalo con butacas y otomanas tapizadas en una tela con estampado floral o damasco en tonos azules y blancos para un toque clásico.

El broche de oro lo pone una lámpara de araña de cristal. Su brillo y opulencia contrastan maravillosamente con la profundidad mate de las paredes, añadiendo un dramatismo espectacular.

No te olvides de los pequeños detalles: una consola de madera oscura, jarrones de porcelana tipo Delft y libros de arte. Son estos elementos los que construyen una atmósfera rica y con historia.

5. Gris hormigón: el encanto del brutalismo industrial

Sala de estar de estilo industrial en tonos grises con paredes de hormigón y sofá modular.
La belleza de lo crudo y lo simple.

Abraza la estética industrial con una paleta de grises inspirada en el hormigón. Si no tienes paredes de cemento visto, puedes conseguir un efecto similar con paneles decorativos o pintura especial con efecto hormigón.

En un espacio así, las líneas del mobiliario son clave. Opta por un sofá modular de gran tamaño en un tejido gris marengo, con un diseño bajo y contemporáneo. Estos muebles modulares son increíblemente versátiles.

El metal negro es el complemento ideal. Elige estanterías, mesas de centro y lámparas con estructuras metálicas finas y de acabado mate. Aportan definición sin recargar el ambiente.

Deja que el arte hable. Apoya contra la pared un par de cuadros en blanco y negro de gran formato para un look de galería desenfadado y muy cool.

6. Amarillo mostaza: una dosis de optimismo retro

Sala de estar de estilo retro en amarillo mostaza con mobiliario Mid-Century y alfombra shag.
Un rayo de sol que se queda en casa.

Viaja a los años 60 con una sala bañada en un vibrante amarillo mostaza. Este color, lejos de ser abrumador, puede ser increíblemente cálido y acogedor si se usa bien.

Busca piezas de inspiración Mid-Century Modern. Un sofá con patas de madera cónicas y botones en el respaldo es un acierto seguro. Combina tu sofá mostaza con butacas de cuero en un tono similar para un look cohesivo.

La textura es tu aliada. Una alfombra mullida tipo ‘shag’ en un amarillo más claro añade una capa de confort y evita que el espacio se vea demasiado plano.

Decora las paredes con piezas de arte en madera tallada con motivos geométricos. Aportan un toque artesanal y orgánico que equilibra la audacia del color.

7. Verde salvia: frescura campestre y moderna

Sala de estar estilo farmhouse en verde salvia con sofá de lino y pared con listones.
El campo en la ciudad, pero con más estilo.

Crea un oasis de calma con el verde salvia, un tono suave y polvoriento que evoca la naturaleza. Es perfecto para un estilo ‘modern farmhouse’.

Un truco de diseñador: pinta solo los dos tercios inferiores de la pared e instala un revestimiento de listones o ‘board and batten’. Esto añade interés arquitectónico y un toque artesanal encantador.

Opta por un sofá cómodo con fundas de lino en un tono verde a juego. Es práctico, relajado y la textura natural del lino aporta calidez. Los cojines, en un verde oliva un poco más intenso, crean un sutil contraste.

Añade elementos naturales como una mesa de centro de madera recuperada, cestas de mimbre y una corona de eucalipto en la pared. Estos detalles hechos a mano son el alma del espacio.

8. Beige Japandi: el arte de la serenidad

Sala de estar minimalista estilo Japandi en tonos beige con lámparas de papel de arroz.
Menos es más, y mucho más tranquilo.

Consigue un ambiente zen y minimalista con una paleta de beiges cálidos, inspirada en el estilo Japandi (una mezcla de japonés y escandinavo). La clave es la simplicidad y la conexión con la naturaleza.

Las paredes deben tener un acabado mate y ligeramente texturizado para una sensación orgánica. El mobiliario, de líneas rectas y madera clara, parece flotar en el espacio.

La iluminación es un elemento decorativo más. Unas lámparas de papel de arroz de diferentes tamaños, colgadas a distintas alturas, proporcionan una luz suave y difusa que invita a la calma.

Los accesorios son escasos pero significativos: un jarrón de cerámica con una sola rama seca, un par de libros bien elegidos. Es un espacio que celebra el vacío y la belleza de lo imperfecto, como en los estudios de inspiración japonesa wabi-sabi.

9. Azul marino: elegancia costera sin clichés

Sala de estar de estilo náutico sofisticado en azul marino con chimenea blanca y arte marino.
El mar en casa, pero con corbata.

Eleva el estilo náutico a un nuevo nivel de sofisticación con el azul marino como protagonista. Pinta las paredes en un azul profundo y deja que el techo y las molduras en blanco aporten un contraste nítido y luminoso.

Elige sofás y sillones cómodos con fundas de algodón en el mismo tono de azul. Rompe la uniformidad con cojines que tengan un patrón sutil, como un estampado de anclas o corales en blanco y azul.

Una alfombra de fibras naturales como el yute o el sisal es imprescindible. Aporta una textura rústica y playera que evita que el ambiente se sienta demasiado formal.

Crea una galería de arte con temática marina. Enmarca láminas de veleros antiguos o ilustraciones de conchas y colócalas simétricamente sobre la chimenea. Es un toque clásico que nunca falla, como en las salas de estilo costero.

10. Rojo borgoña: un refugio intelectual y acogedor

Biblioteca clásica en tonos rojo borgoña con sofá Chesterfield de cuero y estanterías llenas.
Donde cada libro tiene su propio trono.

Transforma tu sala en una biblioteca clásica y envolvente con las paredes y estanterías en un suntuoso rojo borgoña. Este color crea una atmósfera íntima y perfecta para la lectura y la conversación.

Un sofá Chesterfield de cuero en un tono similar, casi color vino, es la pieza central perfecta. Su diseño atemporal y su pátina aportan carácter y una sensación de historia.

La iluminación debe ser cálida y puntual. Lámparas de latón de estilo banquero sobre las estanterías y una lámpara de lectura junto al sofá crean rincones de luz acogedores.

Una alfombra persa con detalles en rojo y azul añade una capa de complejidad y color, uniendo todo el espacio. El fuego crepitante en la chimenea es el toque final para la velada perfecta.

11. Lavanda de ensueño: romanticismo provenzal

Sala de estar romántica en tonos lavanda con sofá de terciopelo y candelabro de cristal.
Un pequeño trozo de la Provenza en tu sala.

Crea un espacio etéreo y romántico con una paleta de lavanda. Este tono pastel, usado de forma integral, resulta sorprendentemente sofisticado y relajante.

Pinta las paredes con un lavanda pálido y elige un sofá de terciopelo con un diseño curvilíneo en un tono ligeramente más intenso. La clave es jugar con la gama para añadir profundidad.

No temas al exceso. Una guirnalda de flores de glicina artificial sobre la ventana, cortinas de gasa vaporosas y arreglos de lavanda fresca por toda la estancia refuerzan la atmósfera de cuento de hadas.

Un candelabro de cristal de estilo francés es el toque de glamour definitivo. Combinado con apliques de pared a juego, crea un juego de luces y reflejos que es pura magia, ideal para crear ambientes románticos.

12. Verde azulado (teal): un chapuzón de energía artística

Sala de estar artística en tonos verde azulado con galería de arte y acentos dorados.
Cuando tu sala tiene más personalidad que tú.

Dale a tu sala una personalidad vibrante y creativa con el verde azulado, un color joya lleno de fuerza. Las paredes con molduras pintadas en el mismo tono crean un fondo dramático y elegante.

Un sofá modular en un tejido resistente de color teal es la base. Añade cojines con bordados de pavos reales o motivos botánicos en la misma gama para un toque exótico.

Esta es la oportunidad perfecta para una galería de arte ecléctica. Combina retratos, abstractos y dibujos botánicos, todos con el teal como hilo conductor. Crear una galería irregular le dará mucho dinamismo.

Los acentos dorados son el complemento perfecto: una mesa auxiliar, un revistero o una lámpara de pie. El brillo del metal resalta la riqueza del color y añade un toque de sofisticación.

13. Topo (taupe): la calma en su máxima expresión

Sala de estar serena y monocromática en tonos topo con sofá de lino y mesa de mármol.
La sofisticación no necesita gritar.

Descubre la elegancia discreta del color topo, ese híbrido perfecto entre gris y beige. Es el lienzo ideal para un espacio sereno, atemporal y lleno de texturas sutiles.

El secreto de un look monocromático en topo es la superposición de materiales. Un sofá de lino, una alfombra de lana, cojines de chenilla y cortinas pesadas de terciopelo, todo en la misma familia de colores, pero con diferentes acabados.

Introduce un elemento de lujo con una mesa de centro de mármol travertino o crema marfil. Su veteado natural añade un patrón orgánico y un punto de interés visual.

La decoración se mantiene en la misma línea: jarrones de cerámica con acabados mate y flores secas como la hierba de la pampa. Es un espacio que inspira una sensación de calma absoluta.

14. Verde caza: tu cabaña de lujo en el bosque

Sala de estar rústica de estilo cabaña con sofás de cuero verde y chimenea de piedra.
El lugar perfecto para contar historias de fogata.

Crea el ambiente de un refugio de montaña con una paleta de verdes oscuros, madera y piedra. Es un look rústico pero increíblemente sofisticado.

Combina sofás de cuero verde oscuro con cojines de tartán en tonos a juego. El cuero envejecido aporta una pátina de autenticidad y calidez.

Una chimenea de piedra es el corazón de la estancia. Si no tienes una, puedes crear el efecto con paneles de piedra decorativa. Una repisa de madera maciza es el lugar perfecto para exhibir arte con motivos de naturaleza.

La pieza estrella es una lámpara hecha con astas de ciervo (pueden ser de imitación). Es un detalle audaz y escultórico que define por completo el estilo ‘lodge’ de lujo. Ideal para fusionar lo rústico y lo moderno.

15. Blanco total: un lienzo de texturas puras

Sala de estar minimalista y texturizada en blanco total con pared de ladrillo pintado.
El blanco nunca fue tan interesante.

Un espacio completamente blanco no tiene por qué ser aburrido ni frío. El truco es convertirlo en una exploración de texturas y formas.

Una pared de ladrillo pintado de blanco añade un relieve sutil pero efectivo. Combínala con un suelo de resina epoxi blanca o microcemento para un look de galería de arte.

El sofá debe ser de un tejido con mucha textura, como lino grueso o bouclé. Cúbrelo de cojines de diferentes tamaños y tejidos, todos en blanco: punto, algodón, pelo sintético…

Los accesorios se convierten en esculturas. Una mesa de centro de hormigón blanco, un jarrón de cerámica con una forma orgánica y una pieza de arte texturizada. Si buscas un toque de contraste, un mínimo detalle dorado puede funcionar.

16. Coral vibrante: una explosión de alegría tropical

Sala de estar monocromática en color coral con papel pintado de palmeras y muebles de rejilla.
Donde siempre es verano y la vida es una fiesta.

Llena tu sala de energía positiva con el color coral. Para un efecto total, empapela las paredes con un diseño de hojas de palmera tono sobre tono. Aporta patrón sin introducir otro color.

El sofá, en un lino de color coral intenso, es el centro de todas las miradas. Unos cojines con una textura de punto o waffle en el mismo tono añaden comodidad y un sutil juego táctil.

Introduce materiales naturales para un aire playero. Unas butacas con estructura de madera y asiento de rejilla son ligeras y muy chic. La combinación con el coral es fresca y veraniega.

Los detalles metálicos en dorado o latón pulido, como las patas de la mesa de centro o el pie de la lámpara, añaden un toque de glamour que eleva el conjunto y recuerda a trabajar desde casa en modo vacaciones.

17. Azul bígaro (periwinkle): un toque de arte pop

Sala de estar de estilo Pop Art en tonos azul bígaro con cuadros y alfombra geométrica.
Tu propia galería de arte privada y colorida.

Sal de lo convencional con el azul bígaro o ‘periwinkle’, un color que se mueve entre el azul y el lavanda. Es una base fantástica para un look divertido y con un toque artístico.

Crea interés arquitectónico con molduras en la pared, como arcos o recuadros, pintadas del mismo color. Esto añade dimensión y un marco perfecto para tus obras de arte.

Cuelga cuadros de estilo Pop Art de Andy Warhol o Roy Lichtenstein. Los colores de estas obras suelen incluir tonos que complementan el periwinkle sin romper la armonía.

Una alfombra de bloques de color en tonos de azul, lavanda y rosa pálido une todo el espacio y añade una capa de suavidad. Los muebles, de líneas simples y con patas metálicas, mantienen el look moderno y ligero.

18. Marrón chocolate: la calidez de los años 70

Sala de estar de inspiración años 70 en tonos marrón chocolate con sofá de pana y lámpara de arco.
El rincón perfecto para una noche de vinilos.

Sumérgete en la estética acogedora y un poco decadente de los años 70 con una paleta de marrones profundos. Un revestimiento de paneles de madera oscura en las paredes es el punto de partida ideal.

Un sofá modular y bajo, tapizado en pana o terciopelo de color chocolate, invita a relajarse. La clave de este estilo es el confort sin pretensiones.

La iluminación es fundamental para evitar que el espacio se sienta opresivo. Una lámpara de arco con pantallas de metal cromado es un icono de la época y proporciona una luz focal excelente.

Una alfombra ‘shag’ de pelo largo en un tono marrón más claro añade textura y calidez bajo los pies. Los detalles como una mesa de centro con superficie de espejo ahumado completan el viaje en el tiempo.

19. Azul petróleo: minimalismo con profundidad

Sala de estar minimalista en azul petróleo con un sofá de líneas simples y lámpara de arco negra.
Menos es todo. Y es espectacular.

Demuestra que el minimalismo también puede ser oscuro y dramático con un espacio dominado por el azul petróleo. Es un color que transmite calma, seriedad y una elegancia increíble.

La simplicidad es la norma. Un sofá de líneas puras y tela lisa es más que suficiente. Un solo cojín, quizás en un tejido con una ligera textura, es el único adorno necesario.

La iluminación se convierte en una escultura. Una lámpara de pie de arco, de diseño industrial y en color negro mate, crea un contraste gráfico y funcional.

Para el suelo, opta por una madera muy clara, casi blanqueada, para que el azul de las paredes y la alfombra destaque aún más. Es un juego de contrastes que define el espacio y le da un aire nórdico y melancólico.

20. Verde oliva: un refugio biofílico y natural

Sala de estar natural en verde oliva con un gran sofá seccional y muchas plantas colgantes.
Tu dosis diaria de naturaleza sin salir de casa.

Trae la serenidad del exterior al interior con una paleta de verde oliva. Es un color orgánico, relajante y que conecta directamente con la naturaleza.

Un sofá seccional grande y cómodo, con fundas de lino de color oliva, es la pieza central. Cúbrelo con cojines de diferentes tamaños en la misma gama para un look mullido y acogedor.

Las plantas son un elemento decorativo esencial. Cuelga varias macetas de macramé del techo a diferentes alturas, creando una cascada de verde que da vida al espacio. El macramé para colgar plantas es un clásico que vuelve con fuerza.

Materiales naturales como una mesa de centro de madera maciza, una alfombra de yute y cestas de mimbre completan este oasis urbano. El resultado es un ambiente fresco y respirable.

21. Púrpura berenjena: glamour y opulencia Art Déco

Sala de estar lujosa de estilo Art Déco en tonos púrpura y dorado con muebles de terciopelo.
Donde cada noche es una escena de El Gran Gatsby.

Crea un ambiente de lujo y sofisticación con un púrpura profundo, casi berenjena. Es un color audaz que evoca el glamour de la era del jazz.

Las paredes con paneles tapizados en terciopelo púrpura y enmarcado con molduras doradas son el súmmum de la opulencia. Si es demasiado, opta por pintar las paredes de negro y añadir los paneles púrpuras como acento.

El mobiliario debe tener siluetas curvas y elegantes, típicas del Art Déco. Un sofá capitoné y una butaca de terciopelo con patas de madera y detalles dorados son elecciones perfectas.

La iluminación es clave para el brillo. Un candelabro de cristal, lámparas de mesa con bases de cristal y metal dorado, y una mesa de centro con superficie de espejo. Todo está pensado para reflejar la luz y crear un ambiente mágico.

22. Beige avena: el confort de las texturas naturales

Sala de estar súper acogedora en tonos beige con sofá de lino y alfombra de nudos gruesos.
Advertencia: puede provocar siestas no planificadas.

Construye un santuario de la comodidad a base de capas y capas de tonos beige y avena. El secreto no está en el color, sino en la sensación táctil de cada elemento.

Empieza con una alfombra de lana de nudos gruesos. Es tan protagonista como el sofá y define la zona de estar con su textura contundente. Es como caminar sobre una nube.

El sofá debe ser profundo y estar cubierto de una montaña de cojines de lino en diferentes tonos de beige, desde el crudo hasta el arena. Añade una manta de punto grueso para las tardes de relax.

Las paredes con un acabado de estuco o pintura a la cal en un beige pálido completan la sensación de capullo. Es un espacio que te abraza visual y físicamente, usando colores tierra para crear un ambiente acogedor.

23. Azul celeste: un soplo de aire fresco provenzal

Sala de estar de estilo provenzal en azul celeste con sofá clásico y estampado de toile de Jouy.
El chic francés nunca pasa de moda.

Transporta tu sala a una casa de campo en la campiña francesa con una paleta de azul celeste. Es un color luminoso, aireado y lleno de encanto atemporal.

Elige un sofá de estilo clásico, con estructura de madera a la vista y líneas curvas. Tapízalo en un lino azul pálido y añade cojines con estampado de toile de Jouy en azul y blanco para el toque definitivo.

Pinta las paredes y las molduras en un azul cielo muy suave. Unas cortinas de lino blanco, largas y vaporosas, dejarán pasar la luz y crearán una atmósfera etérea.

Los muebles auxiliares deben ser de madera pintada en blanco y con un acabado ligeramente desgastado, como una mesa de centro o una consola. Un jarrón con flores blancas frescas es el único accesorio que necesitas.

24. Caramelo y cuero: calidez con espíritu bohemio

Sala de estar de estilo bohemio en tonos caramelo con sofá de cuero y alfombra tribal.
Un espacio con la calidez de un atardecer en el desierto.

Crea un espacio cálido y con alma, que mezcla lo rústico con lo bohemio, usando el color caramelo como base. Unas paredes pintadas en un tono terracota suave proporcionan el telón de fondo perfecto.

Un sofá de cuero de color camel es una inversión que mejora con el tiempo. Su textura suave y su color rico son el corazón de la estancia. No temas combinarlo con cojines de textiles étnicos.

Una alfombra con un patrón tribal en tonos tierra, naranjas y rojos, añade un toque de artesanía y delimita el espacio. Es una pieza que cuenta una historia.

Completa el look con accesorios naturales: jarrones de cerámica con hierba de la pampa o ramas de eucalipto seco, una mesa de centro de madera oscura y una lámpara de pie negra para un contraste moderno.

25. Negro absoluto: la audacia de la noche elegante

Sala de estar moderna y sofisticada en negro total con iluminación LED y sofá de cuero.
Bienvenida al lado oscuro… es muy elegante.

Atrévete con el negro para una sala de estar que es pura sofisticación y dramatismo. Lejos de ser lúgubre, un espacio negro bien ejecutado es increíblemente chic y envolvente.

Juega con los acabados para crear interés. Una pared con listones de madera pintados en negro mate junto a una pared lisa en negro satinado. La diferencia de brillo crea un juego de luces y sombras fascinante.

La iluminación es crucial. Tiras de LED ocultas en el techo o tras los paneles de pared crean líneas de luz que definen la arquitectura. Apliques de pared minimalistas y una lámpara de sobremesa escultural añaden puntos de luz cálida.

Un sofá de cuero negro y una mesa de centro de mármol negro con vetas blancas aportan lujo y texturas diferentes. Una alfombra negra de pelo corto unifica el suelo, creando un lienzo oscuro y misterioso para tu vida.

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