33 comedores decorados al estilo inglés tradicional con un encanto clásico

Comedores estilo inglés tradicional con mesas de madera, sillas elegantes, chimenea y araña de cristal, un encanto clásico.

¿Lista para viajar en el tiempo sin moverte de casa? Olvídate de los comedores aburridos y sin alma, porque vamos a sumergirnos en el encanto del estilo inglés tradicional, pero con un giro que es 100% tú.

Piensa en maderas que susurran historias, papeles pintados que son pura poesía visual y esa sensación de calidez que te invita a quedarte horas en la sobremesa. No, no necesitas una mansión en la campiña (aunque no nos quejaríamos, ¿verdad?).

Te voy a dar los trucos, las paletas de colores y los detalles clave para que puedas robar lo mejor de este estilo atemporal y adaptarlo a tu espacio. Prepárate para crear un comedor con carácter, elegancia y ese ‘no sé qué’ que convierte una simple habitación en el corazón de tu hogar.

1. El arte de la opulencia acogedora

Comedor inglés señorial con chimenea, candelabro y papel tapiz estampado.
Más es más, pero con elegancia y calidez.

No necesitas un castillo para lograr esta atmósfera. El truco está en la superposición de texturas y patrones ricos.

Empieza con un papel tapiz de inspiración damasco o floral en un tono cálido, como borgoña o terracota, para la pared principal. Esto crea una base lujosa al instante.

Añade una alfombra persa (o una buena imitación) con colores profundos. Es el ancla visual que une todo el espacio.

La iluminación es clave: busca un candelabro de cristal estilo araña. No tiene que ser enorme; uno de tamaño mediano sobre la mesa hará maravillas.

Y el toque final: elementos dorados, como marcos de cuadros o un espejo antiguo, que atrapen la luz y añadan un brillo sofisticado.

2. Frescura georgiana: un clásico reinventado

Comedor inglés luminoso con paredes azul claro, molduras blancas y muebles de caoba.
Un soplo de aire fresco con pedigrí histórico.

¿Quieres elegancia sin la oscuridad? Apuesta por una paleta de colores claros y luminosos inspirada en la época georgiana.

Pinta las paredes en un tono suave y aireado como el verde menta pálido, azul huevo de petirrojo o un gris perla. Estos colores reflejan la luz natural de forma increíble.

El contraste es tu mejor amigo: combina esas paredes etéreas con muebles de madera oscura, como caoba o nogal. La riqueza de la madera resalta contra el fondo claro.

Las molduras de yeso en el techo y paredes, pintadas de un blanco nítido, definen el espacio y añaden un detalle arquitectónico que eleva el conjunto a otro nivel de sofisticación y calma.

3. Tu rincón botánico para cenas íntimas

Comedor íntimo con paredes verde oscuro, una galería de láminas botánicas y lámparas de latón.
Un abrazo de color y naturaleza para tus cenas.

Transforma un comedor pequeño en un refugio moody y sofisticado con un verde bosque profundo en las paredes. ¡No temas a la oscuridad!

El secreto es pintar todo del mismo color (paredes, vitrina, zócalos) para crear un efecto envolvente y cohesivo que, paradójicamente, hace que el espacio se sienta más grande y sereno.

Crea una mini galería de arte con ilustraciones botánicas. Puedes encontrar láminas vintage online, imprimirlas y enmarcarlas con marcos sencillos de madera o dorados.

Añade apliques de pared de latón a cada lado de un mueble o espejo para una iluminación ambiental cálida y acogedora. La luz dorada sobre el verde es pura magia.

4. La biblioteca-comedor: donde las historias se encuentran

Comedor señorial rodeado de estanterías llenas de libros, con una gran mesa y sillas de cuero.
Cena rodeada de tus novelas favoritas. ¿Hay algo mejor?

¿Poco espacio? Fusiona tu comedor y tu biblioteca. Las paredes de libros no solo son increíblemente chic, sino que también actúan como un aislante acústico natural.

Usa estanterías de madera oscura que vayan del suelo al techo. Si no puedes permitirte unas a medida, varias librerías altas idénticas pueden crear el mismo efecto.

Elige una mesa de comedor robusta y sillas de cuero tipo capitán. Aportan una sensación de club de caballeros, perfecta para largas sobremesas y debates.

La iluminación debe ser funcional y atmosférica: una lámpara colgante industrial sobre la mesa y pequeñas lámparas de lectura en las estanterías crean el ambiente ideal para un rincón de trabajo o estudio.

5. El encanto rústico de una casa de campo

Comedor rústico con techo de vigas de madera, mesa de granja y sillas Windsor.
Tan acogedor que querrás que llueva fuera.

Consigue el look ‘countryside’ con madera como protagonista absoluta. Vigas a la vista, suelos de tablones anchos y muebles de pino macizo son la base.

Elige una mesa de comedor de estilo granja, de esas robustas y con carácter. No te preocupes por las imperfecciones; ¡son parte de su encanto!

Combínala con sillas Windsor. Su diseño clásico es ligero y no sobrecarga el espacio, creando un equilibrio perfecto con la pesadez de la mesa.

En lugar de una alfombra convencional, prueba con una de yute o sisal. Aporta textura, calidez y un toque orgánico que evoca la vida en el campo y el amor por la madera reciclada.

6. Un drama nocturno en azul y oro

Comedor elegante con paredes azul marino, un gran espejo dorado y sillas tapizadas en mostaza.
Un espacio diseñado para brindar con champán.

Atrévete con un azul marino profundo para un comedor espectacularmente elegante. Es un color que envuelve y crea una atmósfera de lujo inmediato.

El oro es su pareja de baile perfecta. Un gran espejo con un marco dorado rococó no solo decora, sino que también duplica la luz del candelabro y amplía visualmente el espacio.

Elige sillas con un tapizado que rompa la oscuridad. Un terciopelo en color mostaza o azafrán añade un punto de luz vibrante y una textura suntuosa.

Un candelabro dorado, con un diseño elaborado, se convierte en la joya de la corona, un punto focal deslumbrante que define el carácter glam del comedor.

7. El jardín secreto: romance floral en cada pared

Comedor luminoso y romántico con papel tapiz floral, muebles blancos y cortinas de gasa.
Aquí siempre es la hora del té en un jardín inglés.

¿Quieres un comedor que parezca siempre primavera? El papel tapiz floral es tu respuesta. Elige un diseño con un fondo claro, como crema o amarillo pálido, y un patrón de rosas delicadas.

Para evitar que el resultado sea abrumador, equilibra el estampado con muebles y textiles en blanco puro. Una mesa, sillas y cortinas blancas aportan frescura y luminosidad.

Las cortinas de gasa o lino ligero permiten que la luz se filtre suavemente, creando una atmósfera etérea y romántica.

Completa el look con flores frescas siempre sobre la mesa y el aparador. Peonías, rosas o ranúnculos en jarrones sencillos conectan el interior con el jardín imaginario de tus paredes.

8. Elegancia ancestral: el poder de los retratos

Comedor formal con paredes de madera oscura y una colección de retratos antiguos en marcos dorados.
Cena con la nobleza (o al menos, lo parece).

Crea una atmósfera de historia y linaje con una pared de retratos. No tienen que ser tus antepasados; busca reproducciones de retratos clásicos en tiendas de antigüedades o mercados de pulgas.

La clave es la coherencia en los marcos. Utiliza marcos dorados de estilo similar, aunque no sean idénticos, para unificar la colección y darle un aspecto de galería curada.

Las paredes paneladas en madera oscura son el telón de fondo ideal. Si no las tienes, puedes simular el efecto con molduras decorativas pintadas en un tono madera profundo.

La mesa y las sillas deben estar a la altura: busca piezas talladas y con detalles ornamentales. Las sillas con tapicería en tonos joya, como el verde esmeralda o el azul zafiro, añaden un toque de color y lujo. Aprende a alinear cuadros para un efecto impactante.

9. La caricia de las telas: un comedor vestido para impresionar

Comedor refinado con sillas con fundas de tela a rayas y un gran tapiz en la pared.
Viste tu comedor como si fuera a una gala.

Los textiles son el arma secreta para añadir confort y sofisticación. Empieza con unas cortinas opulentas que vayan del techo al suelo, con una cenefa a juego para un acabado impecable.

Viste tus sillas con fundas a medida. Elige una tela de rayas o un estampado floral sutil para añadir interés sin competir con otros elementos. Las fundas largas que ocultan las patas dan un look muy elegante y unificado.

Un gran tapiz en la pared es una alternativa increíble a un cuadro. Aporta textura, color y una sensación de calidez que ningún otro arte puede igualar. Puedes encontrar tapices tejidos con escenas pastorales o motivos botánicos.

Un mantel blanco largo hasta el suelo transforma cualquier mesa en un lienzo para una ocasión especial, incluso para una cena de martes.

10. El invernadero encantado: comer bajo el sol

Comedor dentro de un invernadero de cristal, lleno de plantas y con una mesa de madera rústica.
El brunch se sirve ahora en el jardín botánico.

Convierte tu comedor en un oasis verde, incluso sin un invernadero de cristal. El truco es rodear el espacio con plantas de diferentes tamaños y tipos.

Usa una mesa de madera rústica y sillas sencillas para que la naturaleza sea la protagonista. La madera natural complementa perfectamente el verdor de las plantas.

Coloca helechos colgantes, macetas de terracota con geranios en el suelo y pequeñas suculentas en la mesa. La variedad crea un efecto de jungla controlada.

Si tienes un porche o un balcón, ábrelo para que se fusione con el comedor y se convierta en tu propio jardín secreto urbano. Una alfombra de fibras naturales unirá ambos espacios.

11. Calidez festiva en rojo Tudor

Comedor clásico con paredes rojas, una chimenea decorada y una larga mesa preparada para una celebración.
Donde cada cena se siente como una fiesta.

Un comedor en tonos rojos y borgoña es la definición de acogedor y festivo, perfecto para reuniones familiares y celebraciones.

Pinta las paredes en un rojo intenso con acabado mate para que el color sea profundo y aterciopelado. Combínalo con molduras y techo en blanco roto para equilibrar.

La chimenea es el corazón del espacio. Decora la repisa con guirnaldas de hojas verdes (eucalipto o pino) y velas para un ambiente mágico durante todo el año, no solo en Navidad.

Una mesa de madera oscura y una gran alfombra persa son esenciales para completar este look clásico y atemporal. En las ocasiones especiales, vístela con manteles rojos y dorados.

12. El misterio del grafito y la plata

Comedor monocromático en tonos grises oscuros con un gran espejo plateado y un candelabro de cristal.
Elegancia con un toque de misterio y audacia.

Para una versión moderna y dramática del estilo inglés, apuesta por una paleta monocromática en tonos de gris oscuro y negro.

Pinta las paredes y las molduras en un gris grafito o carbón. Este fondo uniforme crea un lienzo sofisticado para que brillen los detalles.

Los acentos deben ser metálicos y reflectantes. Un espejo de estilo barroco con marco plateado y candelabros de plata pulida añaden luz y un toque de glamour gótico.

Un candelabro de cristal transparente, incluso con un diseño tradicional, parece increíblemente moderno en este contexto. Es el toque de brillo que evita que el espacio se sienta plano, creando un estilo nocturno y lujoso.

13. La gran galería: elegancia en perspectiva

Comedor largo y estrecho con paredes verdes, una larga alfombra persa y dos candelabros.
Un paseo por la elegancia antes de sentarse a cenar.

Si tienes un comedor largo y estrecho, trátalo como una galería. La clave es crear un ritmo visual que guíe la mirada a lo largo del espacio.

Usa una alfombra tipo pasillo muy larga y estampada. Esto no solo añade color y textura, sino que también acentúa la longitud de la habitación de una manera elegante.

Pinta las paredes en un verde salvia o un gris suave para mantener la sensación de amplitud. Cuelga pequeños cuadros a intervalos regulares en las paredes para crear ese ritmo de galería.

Coloca dos candelabros idénticos en lugar de uno solo grande. Esto distribuye la luz de manera más uniforme y equilibra las proporciones del espacio, una técnica que puedes aplicar a cualquier pasillo estrecho.

14. La pared-museo: más es definitivamente más

Comedor con una pared completamente cubierta de cuadros de paisajes y retratos en marcos dorados.
Tu propia galería de arte privada, con servicio de cena.

Convierte una pared aburrida en el punto focal absoluto de tu comedor con una galería de cuadros que la cubra por completo.

El truco para que no parezca caótico es mantener un tema o una paleta de colores. Aquí, son paisajes y retratos clásicos, pero podrías hacerlo con grabados botánicos o fotografía en blanco y negro.

Usa marcos dorados de diferentes tamaños pero de estilo similar para dar cohesión. Empieza colgando el cuadro más grande en el centro y ve construyendo la composición a su alrededor.

Con una pared tan llamativa, mantén los muebles relativamente simples. Una mesa de madera robusta y sillas de líneas clásicas permiten que el arte sea el protagonista. Usar cuadros grandes puede anclar la composición.

15. La belleza de lo simple y vivido

Comedor rústico y luminoso con paredes de listones de madera, mesa redonda y sillas con asientos de paja.
Encanto sin esfuerzo, donde cada pieza tiene alma.

A veces, el mayor lujo es la simplicidad. Consigue un look de casa de campo inglesa relajada con materiales naturales y una paleta neutra.

Las paredes con revestimiento de listones de madera pintados de blanco roto o crema aportan una textura sutil y muchísima calidez.

Busca una mesa de pedestal de madera lavada o decapada. Su acabado imperfecto cuenta una historia y añade carácter.

Las sillas con asientos de paja o enea son ligeras, cómodas y refuerzan la estética natural. El toque final es un gran jarrón de cerámica rústica con flores silvestres, celebrando la belleza de lo imperfecto.

16. Una historia en azul y blanco

Comedor decorado con papel tapiz Toile de Jouy en azul y blanco, con cerámica a juego.
Un clásico que nunca pasa de moda, y con razón.

La combinación de azul y blanco es un clásico atemporal que evoca elegancia y frescura. Llévala al siguiente nivel con un papel tapiz ‘Toile de Jouy’.

Este tipo de estampado, que representa escenas pastorales, es la quintaesencia del estilo clásico. Úsalo en todas las paredes para un efecto envolvente y dramático.

Coordina el papel con cerámica azul y blanca. Un jarrón grande con flores blancas sobre la mesa y jarras de jengibre sobre el aparador crean una armonía visual perfecta.

Para que el estampado no sature, elige sillas tapizadas en un lino de color hueso o blanco. Esto proporciona un respiro visual y añade una textura suave que equilibra el conjunto, similar a la vibrante cerámica pintada.

17. El banquete medieval moderno

Comedor tipo salón de banquetes con largas mesas de madera, bancos y un gran candelabro de hierro.
Solo faltan los caballeros y las justas.

Si tienes un espacio con techos altos y un aire histórico, abrázalo con un estilo de ‘gran salón’ o banquete.

La clave son las mesas largas y estrechas de monasterio y los bancos de madera a juego. Fomentan la conversación y crean un ambiente comunitario y grandioso.

La iluminación es fundamental para evitar que el espacio se sienta frío. Un candelabro de hierro forjado de gran tamaño, con bombillas que imitan velas, añade un toque dramático y una luz cálida.

Los grandes tapices en las paredes de piedra o ladrillo no solo decoran, sino que también mejoran la acústica y añaden una capa de calidez, como en los comedores rústicos más imponentes.

18. El refugio del caballero deportista

Comedor con paredes de madera, decoración ecuestre y un ambiente de club privado.
Un espacio con carácter, historia y un toque deportivo.

Crea un comedor con un aire de club privado inglés mezclando maderas nobles y una temática sutil, como la ecuestre.

Las paredes paneladas en roble o nogal son la base perfecta. Si no es una opción, un papel tapiz que imite la madera o una pintura en un tono caramelo profundo puede funcionar.

Decora con arte temático: láminas de caballos, mapas antiguos o, como aquí, unos palos de polo cruzados en la pared. Es un detalle original que cuenta una historia.

La iluminación indirecta es esencial. Usa lámparas de mesa con pantallas de tela en el aparador para crear puntos de luz cálida y acogedora, perfectos para evocar detalles inspirados en viajes y aventuras.

19. Exotismo Chinoiserie: un viaje a Oriente

Comedor con papel tapiz de estilo Chinoiserie con pájaros y flores, y porcelana azul y blanca.
Un jardín exótico que florece en tus paredes.

El estilo ‘Chinoiserie’, la interpretación europea del arte chino, es un pilar de la decoración inglesa. Un papel tapiz pintado a mano con pájaros y flores es la forma más espectacular de incorporarlo.

Elige un papel con un fondo sereno, como un verde celadón o un azul pálido. Esto permite que los detalles del diseño (pájaros, ramas, flores) destaquen.

Complementa el papel con porcelana azul y blanca. Jarrones, urnas o una sopera sobre el aparador conectan con la inspiración asiática.

Una lámpara colgante tipo farol, de metal y cristal, es el toque final perfecto. Su forma geométrica contrasta maravillosamente con las líneas orgánicas del papel tapiz, evocando el equilibrio del diseño oriental.

20. El impacto gráfico del damero

Comedor con un llamativo suelo de baldosas en blanco y negro, y muebles de madera oscura.
Un movimiento audaz y siempre ganador.

Un suelo de damero en blanco y negro es una declaración de intenciones audaz y atemporal que añade un toque de grandeza a cualquier comedor.

Funciona de maravilla como base para un diseño por lo demás minimalista. Con un suelo tan potente, no necesitas mucho más para impresionar.

Mantén las paredes en un color neutro, como blanco o un gris muy pálido, para que el suelo sea el protagonista absoluto. Las molduras simples añaden definición sin recargar.

Elige muebles de líneas limpias. Sillas de madera oscura y una mesa redonda sencilla complementan la geometría del suelo sin competir con ella. Puedes incluso crear tus propios diseños geométricos para un proyecto más pequeño.

21. El alma rústica de la taberna

Comedor rústico con una gran chimenea de ladrillo, paredes color ocre y suelo de piedra.
El lugar perfecto para compartir historias y un buen vino.

Consigue el ambiente cálido y sin pretensiones de una antigua taberna inglesa con materiales crudos y una paleta de colores tierra.

Una gran chimenea de ladrillo con una viga de madera maciza como dintel es el corazón del espacio. Si no tienes una real, hay chimeneas falsas muy convincentes.

Las paredes con un acabado de estuco o yeso pintado en un tono ocre o mostaza aportan una textura artesanal y una calidez increíble.

El suelo de baldosas de terracota o piedra natural es resistente y auténtico. Combínalo con una mesa de comedor de madera robusta y una alfombra persa desgastada para completar el look.

22. El club de lectura se reúne a cenar

Comedor íntimo con paredes oscuras, estanterías de libros y una lámpara Tiffany sobre la mesa.
Un espacio para alimentar el cuerpo y la mente.

Crea una atmósfera íntima y erudita combinando la iluminación de una biblioteca con la disposición de un comedor.

Elige paredes en un color profundo, como un rojo vino o un marrón chocolate, para una sensación envolvente. Los paneles de madera o estanterías con libros refuerzan este ambiente.

La pieza central aquí es la lámpara de estilo Tiffany sobre la mesa. Su luz cálida y difusa crea un ambiente increíblemente acogedor, ideal para largas conversaciones.

Usa sillas tapizadas en telas ricas, como un brocado o un terciopelo estampado. Son cómodas y añaden una capa de lujo y confort, convirtiendo el comedor en uno de los mejores rincones de lectura.

23. Un rayo de sol: amarillo y porcelana

Comedor alegre con paredes amarillas y una colección de platos de porcelana azul y blanca.
Donde cada día empieza con un desayuno soleado.

Inyecta alegría y luz en tu comedor con paredes de un amarillo cálido y soleado. Es un color que estimula el apetito y la conversación.

Combina el amarillo con el clásico dúo de azul y blanco. Una colección de platos de porcelana azul y blanca, expuesta en una repisa sobre la chimenea o en la pared, es el complemento perfecto.

Las cortinas con una cenefa o un estampado discreto añaden un toque de suavidad y controlan la luz sin bloquearla por completo.

El truco para que el amarillo no resulte abrumador es usar mucha madera natural en los muebles y el suelo, que aportan una base cálida y terrenal al conjunto. Los azulejos coloridos pueden lograr un efecto similar.

24. El gabinete de curiosidades

Comedor con una gran vitrina de madera llena de una colección de porcelana y plata.
Tu comedor, tu museo personal.

Si eres coleccionista, ¡muestra tus tesoros! Un gran aparador o vitrina de madera se convierte en el escenario perfecto para tus colecciones.

El truco para que se vea elegante y no desordenado es agrupar objetos similares. Aquí, toda la vitrina está dedicada a la porcelana y la plata, creando una exhibición coherente y deslumbrante.

Pinta la pared de fondo en un color que haga resaltar tus piezas. Un verde oliva o un gris topo son opciones sofisticadas que funcionan de maravilla con la madera y los metales.

Ilumina el interior de la vitrina con pequeñas luces LED para que tu colección brille por la noche, convirtiéndola en una verdadera obra de arte, como una exposición de cerámica artesanal.

25. El rincón perfecto junto a la ventana

Comedor en un ventanal con un banco a medida lleno de cojines y una mesa redonda.
El mejor asiento de la casa, con desayuno incluido.

Aprovecha al máximo un ventanal tipo ‘bay window’ creando un rincón de comedor acogedor y lleno de luz.

Instala un banco a medida debajo de la ventana. No solo proporciona un asiento cómodo y con vistas, sino que también puede incluir almacenamiento oculto debajo del asiento, una de las mejores formas de aprovechar ventanas.

Viste el banco con cojines mullidos. Elige una tela con un estampado botánico o floral para conectar el interior con las vistas al jardín.

Una mesa redonda es ideal para estos rincones, ya que facilita la circulación y fomenta la conversación. Un candelabro de cuentas de cristal añade un toque de glamour sin bloquear la luz.

26. El poder de la simetría y los reflejos

Comedor clásico y simétrico con dos aparadores, dos espejos y una paleta de colores neutros.
Un equilibrio tan perfecto que es pura paz visual.

La simetría es una herramienta de diseño infalible para crear una sensación de orden, calma y grandeza clásica.

Flanquea un elemento central, como una chimenea o un gran espejo, con dos aparadores idénticos. Encima de cada uno, coloca una lámpara y un espejo a juego.

El uso de espejos grandes no solo crea una simetría perfecta, sino que también refleja la luz por toda la habitación, haciéndola parecer más grande y luminosa.

Mantén una paleta de colores neutra y serena, como el blanco roto o el beige, para que el diseño simétrico sea el protagonista. Los toques de color pueden venir de la porcelana y las flores frescas.

27. Un lienzo bajo tus pies

Comedor con suelo de madera pintado con un patrón geométrico de rombos en gris y blanco.
El arte no solo se cuelga, a veces se pisa.

¿Buscas un elemento sorpresa? Olvida la alfombra y pinta el suelo de madera. Un patrón geométrico grande, como este de rombos, es moderno y clásico a la vez.

Para lograrlo, necesitarás cinta de pintor de buena calidad y paciencia. Dibuja tu diseño, enmascara las áreas y aplica una pintura para suelos resistente.

Elige colores suaves, como un gris azulado y un blanco roto, para que el patrón sea elegante y no abrume el espacio.

Con un suelo tan decorativo, el resto del comedor puede ser más sobrio: paredes grises, cortinas blancas y muebles de madera clásicos. Es una forma de aplicar pintura de forma transformadora.

28. El lujo inesperado: un techo joya

Comedor señorial con un techo lacado en verde azulado brillante que refleja la luz del candelabro.
Mira hacia arriba, el espectáculo está en el techo.

A menudo olvidamos la quinta pared: el techo. Pintarlo con un acabado lacado de alto brillo en un color audaz es un truco de diseñador para un efecto ‘wow’ instantáneo.

Un color como el verde azulado o el azul petróleo refleja la luz del candelabro de una forma espectacular, creando una sensación de profundidad y lujo acuático.

Para que funcione, las paredes y molduras deben ser de un color más claro y neutro, como el blanco o un crema muy pálido. Esto enmarca el techo como si fuera una obra de arte.

Este es uno de esos toques de lujo sutil (o no tan sutil) que eleva por completo un espacio clásico, añadiéndole una dosis de modernidad y audacia.

29. La magia de una cena a la luz de las velas

Comedor oscuro y atmosférico iluminado únicamente por una gran cantidad de velas en candelabros de plata.
Donde el tiempo se detiene y la magia comienza.

Nada crea una atmósfera más íntima y mágica que la luz de las velas. Convierte tu comedor en el escenario de una cena de época con candelabros como protagonistas.

Coloca una hilera de candelabros de plata de diferentes alturas a lo largo del centro de la mesa. El juego de luces y sombras que proyectan es incomparable.

Mantén la iluminación eléctrica al mínimo. Unas luces indirectas muy tenues o los apliques de pared en su nivel más bajo son suficientes para complementar sin romper el hechizo.

Este truco es perfecto para espacios oscuros y panelados, ya que el parpadeo de las llamas sobre la madera crea un ambiente cálido y misterioso, como si usaras luces de hadas para una ocasión especial.

30. Serenidad neoclásica en verde y blanco

Comedor neoclásico con paredes verde salvia, una chimenea de mármol blanco y hornacinas empotradas.
Elegancia serena, ordenada y absolutamente atemporal.

Logra un look neoclásico, ligero y estructurado, combinando un color suave con elementos arquitectónicos limpios.

Pinta las paredes en un verde salvia pálido. Es un color increíblemente versátil: relajante, sofisticado y un fondo perfecto para la madera y el mármol.

Una gran chimenea de mármol blanco es el ancla del diseño. Sus líneas limpias y su color nítido contrastan maravillosamente con el verde de las paredes.

Incorpora hornacinas o estanterías empotradas a ambos lados de la chimenea para añadir simetría y un lugar para exhibir piezas de cerámica o porcelana. Es una alternativa elegante a las estanterías flotantes.

31. Mezcla de patrones sin miedo

Comedor ecléctico con una mezcla de patrones: papel a rayas, cortinas florales y alfombra persa.
Un caos controlado que rebosa personalidad.

El estilo inglés es maestro en el arte de mezclar patrones. El secreto para que funcione es mantener una paleta de colores unificada.

Aquí, las cortinas florales, el papel de pared a rayas y la alfombra persa conviven en armonía porque todos comparten tonos de verde, crema y toques de rojo.

Empieza con la pieza más audaz (la alfombra) y extrae de ella los colores para el resto de los textiles y las paredes.

Introduce un elemento de un solo color para dar un respiro visual. Las sillas tapizadas en un estampado floral grande y audaz funcionan porque el resto de los patrones son más pequeños y sutiles, creando un look similar al de los comedores bohemios.

32. Encanto ‘cottage’ sin complicaciones

Comedor de casa de campo sencillo con paredes blancas, vigas de madera y una mesa de pino.
La belleza de lo simple, bien hecho.

Para un look de casa de campo sin esfuerzo, céntrate en la honestidad de los materiales: madera natural, paredes encaladas y cerámica artesanal.

Las paredes con un acabado ligeramente irregular, pintadas de blanco roto, aportan una textura rústica y luminosa. Las vigas de madera a la vista son el sueño, pero si no las tienes, no importa.

Una mesa de granja de pino macizo y sillas Windsor son la combinación perfecta. Son piezas funcionales, duraderas y con un encanto atemporal.

La iluminación debe ser sencilla: una lámpara colgante de estilo industrial o de fábrica sobre la mesa es suficiente. Añade un toque de color con un ramo de flores frescas del jardín, muy al estilo de los comedores rústico-chic.

33. Un comedor que florece en el jardín

Comedor que se abre a un exuberante jardín a través de unas puertas francesas de cristal.
Tu jardín es el mejor papel tapiz del mundo.

Desdibuja los límites entre el interior y el exterior abriendo tu comedor al jardín. Unas puertas francesas de cristal son la clave.

Mantén una decoración interior ligera y fresca para no competir con las vistas. Muebles de madera pintada en blanco o un tono pálido y un suelo de piedra o terracota crean una transición fluida.

Viste las puertas con cortinas de lino o algodón en un color neutro. Permiten la entrada de luz y añaden una capa de suavidad, sin obstaculizar el acceso al exterior.

Deja que la naturaleza sea la protagonista. Un sencillo ramo de rosas del jardín sobre la mesa es toda la decoración que necesitas, inspirándote en los mejores porches de inspiración inglesa.

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