28 estilos boho étnicos con vibrantes toques latinoamericanos

Estilos boho étnicos con vibrantes toques latinoamericanos. Cama amarilla, cuadros, espejos y máscaras decorativas.

¿Lista para que tu casa cuente una historia vibrante, llena de color y alma? Olvídate de los espacios sin personalidad y prepárate para un viaje decorativo que te llevará directo al corazón de Latinoamérica.

Aquí no hay reglas estrictas, solo pura inspiración para mezclar texturas, celebrar la artesanía y atreverte con colores que te llenen de energía. Te voy a mostrar cómo pequeños toques, desde un cojín bordado hasta una pared audaz, pueden transformar por completo cualquier rincón.

Piensa en esto como tu pasaporte a un hogar más auténtico, más alegre y, sobre todo, más tuyo. ¡Vamos a crear magia juntas!

1. La calidez de la hacienda en tu sala

Sala de estar estilo hacienda con vigas de madera, sofá neutro y textiles latinoamericanos coloridos.
El arte popular es el alma que transforma tu sala.

Crea una base neutra con paredes blancas y suelos de terracota para que los detalles resalten con fuerza.

El truco está en el equilibrio: un sofá de color crudo o beige es el lienzo perfecto para cojines con bordados otomíes o chiapanecos. ¡No temas mezclar patrones!

Añade una mesa de centro de madera maciza, robusta y con historia. Sobre ella, coloca cuencos de cerámica artesanal llenos de color.

Un tapiz o cuadro textil, como un árbol de la vida de Metepec, se convierte en el punto focal indiscutible sobre el sofá, aportando textura y narrativa.

2. El refugio terrenal que te abraza

Dormitorio boho con paredes en tonos tierra, cama de madera, manta andina y plantas colgantes.
Tu propio oasis de calma, con sabor a tierra y artesanía.

Pinta las paredes con una pintura con efecto estuco o en un tono tierra, como el siena tostado, para una atmósfera íntima y acogedora.

La cama, de madera rústica y líneas simples, se viste con una manta de lana con motivos andinos. Es la pieza que aporta color y calidez al instante.

Cuelga plantas en soportes de macramé a diferentes alturas para añadir vida y un toque bohemio. Elige especies colgantes como el potos o la hiedra.

Como mesita de noche, un tronco de madera natural es una opción original y orgánica. Y no olvides una alfombra de yute para completar la sensación de conexión con la naturaleza.

3. Un comedor donde el color es el invitado de honor

Comedor vibrante con pared verde, mesa de madera, sillas de colores y platos de cerámica en la pared.
Cada comida aquí es una fiesta para los sentidos.

Atrévete con una pared de acento en un verde esmeralda o un azul cobalto intenso. Este fondo hará que todos los demás elementos vibren.

La mesa de madera rústica y robusta es el ancla del espacio. Combínala con sillas de diferentes colores, como si las hubieras coleccionado en tus viajes. ¡Amarillo, turquesa, rojo!

Crea una galería de platos de cerámica de Talavera en la pared de acento. Juega con distintos tamaños y diseños para un efecto dinámico y lleno de personalidad.

Una lámpara de fibras naturales, como el mimbre o el ratán, añade textura y suaviza la intensidad del color, creando un ambiente equilibrado y alegre.

4. Tu rincón de inspiración con alma tribal

Zona de estudio con escritorio de madera y una pared decorada con una colección de máscaras étnicas.
Un espacio de trabajo que te transporta a otros mundos.

Transforma un escritorio sencillo en un altar a la creatividad con una colección de máscaras étnicas. Busca piezas de madera tallada de Guerrero o de la selva amazónica.

La clave para que la composición funcione es la asimetría. Agrupa las máscaras en la pared, jugando con sus tamaños y formas, dejando que respiren entre sí.

Un escritorio de madera de líneas limpias y una alfombra persa o un kilim con motivos geométricos en el suelo aportan calidez y definen el espacio de trabajo.

Mantén el resto de la decoración minimalista para que las máscaras sean las protagonistas absolutas.

5. La siesta tropical te espera en el porche

Porche tropical con hamaca de colores, muebles de ratán y abundante vegetación exuberante.
Aquí, la única preocupación es decidir el ángulo de la siesta.

Convierte tu porche en un paraíso con una hamaca de Yucatán como pieza central. Elígela en colores vivos con borlas decorativas para un impacto máximo.

Rodea el espacio con muebles de ratán o bambú con cojines blancos, creando un contraste fresco y natural.

¡No escatimes en plantas! Helechos frondosos, palmeras y monsteras crearán una sensación de jungla urbana que te aísla del exterior.

El suelo de baldosas hidráulicas con patrones sutiles añade un toque de encanto vintage y frescura bajo los pies.

6. Arte abstracto y modernidad con sabor latino

Sala moderna con pared de concreto, sofá gris, cuadro abstracto colorido y sillón de cuero.
Cuando el arte contemporáneo y el alma latina se enamoran.

Demuestra que el estilo latino no es solo rústico. Combina un sofá de líneas modernas y una pared de concreto visto con elementos cálidos y vibrantes.

El punto focal es un cuadro de arte abstracto de gran formato con una paleta de colores primarios: rojos, azules y amarillos intensos.

Añade un sillón de cuero tipo «silla mariposa» (BKF), un icono del diseño argentino, y una alfombra de yute para aportar calidez y textura.

Cojines con estampados botánicos tropicales sobre el sofá neutro son el guiño final que une modernidad y naturaleza.

7. Una cocina que sabe a tradición y a hogar

Cocina rústica con azulejos de Talavera, estanterías de madera con cerámica y una isla central.
El lugar donde cada receta tiene un ingrediente secreto: el estilo.

El corazón de esta cocina es el frente de azulejos de Talavera. Elige un patrón vibrante y úsalo sin miedo para cubrir toda la pared entre la encimera y los gabinetes.

Opta por estanterías abiertas de madera en lugar de gabinetes superiores. Llénalas con vajilla de barro, jarrones y cazuelas, creando una exhibición funcional y decorativa.

Una isla central de madera robusta no solo es práctica, sino que se convierte en el punto de reunión. Cuelga ristras de chiles secos del techo para un toque auténtico y aromático.

El suelo de baldosas de barro cocido completa este look cálido, rústico y lleno de encanto mexicano.

8. El poder del azul y la furia de la buganvilla

Entrada con pared azul intenso, consola de madera, espejo plateado repujado y flores fucsias.
Una bienvenida que te deja sin aliento. Y con ganas de más.

Pinta una pared de tu entrada o recibidor en un azul Klein o cobalto. Es una declaración de intenciones audaz y llena de energía, inspirada en la Casa Azul de Frida Kahlo.

Coloca una consola de madera rústica y sin tratar. La madera natural equilibra la intensidad del azul.

Un gran espejo con marco de metal plateado repujado, al estilo de San Miguel de Allende, no solo es práctico, sino que añade un brillo artesanal y multiplica la luz.

El toque final y orgánico: un gran jarrón de cristal con ramas de buganvilla fucsia. El contraste de colores es simplemente espectacular.

9. Serenidad bohemia en tonos arena

Dormitorio boho-chic en tonos neutros con cabecero de ratán, tapiz de macramé y textiles de lino.
La calma también puede ser bohemia. Y muy, muy chic.

Si prefieres una paleta neutra, el secreto está en las texturas. Combina un cabecero de cama de ratán con un gran tapiz de macramé colgado sobre él.

Viste la cama con capas de lino en tonos blancos, crudos y beige. La arruga natural del lino es parte del encanto, ¡no la planches!

Usa lámparas de mesa con bases de cerámica artesanal y pantallas de tela o rafia para una iluminación cálida y difusa.

A los pies de la cama, un par de taburetes de madera rústica son perfectos para dejar la ropa o sentarse, añadiendo un toque funcional y escultórico.

10. Noches mágicas al calor del fuego andino

Patio exterior con fogón central, asientos de obra con cojines andinos coloridos y cactus.
Donde las historias se cuentan al ritmo de las llamas.

Diseña un patio con un fogón central de piedra o adobe, que se convertirá en el corazón de tus reuniones.

Crea un banco de obra en forma de ‘L’ o ‘U’ alrededor del fogón. Cúbrelo con colchonetas y una explosión de cojines con tejidos peruanos de rayas multicolores.

Utiliza taburetes de madera rústica como asientos adicionales o mesitas auxiliares. Son versátiles y fáciles de mover.

Rodea el espacio con cactus y suculentas en grandes macetas de terracota para enmarcar la escena y aportar un toque desértico y escultural.

11. Tu rincón de lectura con arte mola

Rincón de lectura con sillón gris, manta de lana, mesa auxiliar tallada y un cuadro de arte mola.
Un pequeño universo para perderte entre páginas.

Crea un rincón de lectura perfecto con un sillón cómodo de tela neutra. El toque especial lo darán los accesorios.

Cuelga en la pared una mola panameña enmarcada. Sus diseños geométricos y colores vibrantes son una obra de arte textil que captura la mirada.

Una mesita auxiliar de madera tallada a mano, de estilo marroquí o indio, aporta un toque exótico y es el lugar ideal para tu taza y tus libros.

Completa el conjunto con una alfombra redonda de yute y una manta de lana cruda con flecos sobre el sillón para un extra de confort.

12. Un banquete en una hacienda de lujo

Comedor señorial estilo hacienda con vigas de madera, mesa grande y estanterías con cerámica.
Aquí, cada cena se siente como un evento histórico.

Para un comedor con impacto, apuesta por un techo con vigas de madera oscura y una gran mesa de comedor de madera maciza.

La pieza estrella es la lámpara de araña de hierro forjado, de estilo colonial. Aporta dramatismo y una elegancia atemporal.

Aprovecha las hornacinas en las paredes para exhibir una colección de cerámica de Oaxaca o Puebla. Agrupa las piezas por color o forma para un mayor impacto visual.

Sillas de cuero con respaldo alto y una gran alfombra persa completan este look opulento, pero a la vez acogedor y lleno de historia.

13. Minimalismo moderno con una explosión de color

Sala de estar moderna y minimalista con sofá gris, animada por una alfombra y cojines muy coloridos.
El minimalismo no está reñido con la alegría. ¡Aquí la prueba!

¿Tu espacio es moderno y minimalista? ¡Perfecto! Usa una base neutra como un lienzo en blanco. Un sofá gris de líneas rectas es ideal.

La clave para el toque latino es una alfombra de lana tejida a mano, tipo «frazada» boliviana, con un diseño de bloques de color vibrantes. Es una obra de arte para el suelo.

Añade cojines bordados de Tenango sobre el sofá. Sus figuras de animales y flores en hilos de colores crean un contraste alegre y artesanal.

Sobre la mesa de centro de acrílico o cristal, coloca pequeñas figuras de alebrijes o toritos de Pucará para un toque lúdico y cultural.

14. Un baño que se siente como un cenote privado

Baño de estilo tropical con azulejos verdes, bañera exenta, lavabo de piedra y plantas grandes.
Tu spa personal con vibraciones de la Riviera Maya.

Crea una pared de acento con azulejos cuadrados en un tono verde aguamarina o esmeralda, que evoca las aguas de un cenote.

Elige un lavabo de piedra natural sobre una encimera de madera de teca. El contraste de materiales es orgánico y sofisticado.

Coloca una gran planta de banano o una palmera en una esquina para un toque tropical exuberante. ¡Sentirás que te duchas en medio de la selva!

Utiliza cestas de mimbre para las toallas y otros enseres. Son prácticas y añaden una textura cálida y artesanal al espacio.

15. Un pasillo que cuenta historias a todo color

Pasillo largo con paredes color terracota, decorado con una galería de textiles enmarcados y un banco.
Un pasillo tan interesante que querrás quedarte a vivir en él.

No subestimes el poder de un pasillo. Píntalo en un color terracota o naranja quemado para convertirlo en un espacio con personalidad propia.

Crea una galería de arte textil en la pared. Enmarca telares andinos, bordados de Ayacucho o fragmentos de molas para una exhibición llena de textura y color.

Un banco largo y estrecho de madera maciza es tanto un asiento funcional como una pieza escultórica que guía el camino.

En el suelo, un camino de lana tejido a mano con patrones geométricos no solo añade calidez, sino que también alarga visualmente el espacio.

16. Dormir dentro de un cuadro de Frida Kahlo

Dormitorio maximalista con cama amarilla, paredes azules y una profusión de textiles y cuadros coloridos.
Para quienes sueñan en tecnicolor y viven con pasión.

Aquí la regla es: más es más. Combina una pared azul vibrante con una cama pintada en amarillo brillante. ¡Sin miedo al color block!

Viste la cama con una colcha de bordado otomí. Sus flores y animales multicolores son el epicentro de esta explosión de alegría.

Crea una caótica pero curada galería de arte en la pared con marcos de diferentes estilos y tamaños: dorados, de madera, plateados… Mezcla imágenes religiosas, retratos y arte popular.

Esta estética maximalista es similar a la de los dormitorios marroquíes, donde la superposición de colores y texturas crea un ambiente mágico.

17. Brisa caribeña en tu propia sala

Sala de estar de estilo costero con sofás blancos, cojines de palmeras y un cuadro de un mercado caribeño.
Cierra los ojos y casi puedes oír las olas del mar.

Logra un look costero y relajado con sofás de lino blanco o crudo. La clave es la comodidad y la frescura.

Añade cojines con estampados de hojas de palmera o motivos tropicales para un toque sutil de color y naturaleza.

Una mesa de centro de madera recuperada y una gran alfombra de yute anclan el espacio y aportan una textura rústica y playera.

El elemento sorpresa es un cuadro de gran formato de estilo naif, que represente una escena de un mercado caribeño o una playa, llenando el espacio de color y vida.

18. Un despacho con la elegancia de un explorador

Despacho clásico con muebles de madera oscura, sillón de cuero y estanterías con cerámica precolombina.
El lugar perfecto para planear tu próxima gran aventura (o conquista).

Combina la sobriedad de los muebles de madera oscura y las estanterías de obra con el exotismo de piezas precolombinas.

Dedica algunos estantes a exhibir réplicas de cerámica inca, maya o azteca. Crean puntos de interés y un aire de misterio y cultura.

Un sillón de cuero tipo chéster y un escritorio imponente son la base clásica. El contrapunto lo pone una alfombra de piel de vaca en el suelo, aportando una textura orgánica e inesperada.

Una lámpara de banquero con pantalla verde es el toque final que ilumina este espacio perfecto para la concentración y el trabajo.

19. Loft industrial con alma de Día de Muertos

Sala de estilo industrial con pared de ladrillo, sofá de cuero y una decoración vibrante de Día de Muertos.
Donde el alma industrial se encuentra con el espíritu festivo.

Fusiona la crudeza de un espacio industrial (paredes de ladrillo, tuberías a la vista) con la explosión de color del arte popular mexicano.

Cuelga una hamaca en una esquina para un rincón de relax inesperado. Elige una de algodón crudo con detalles de color.

Crea una galería de arte urbano inspirado en el Día de Muertos. Calaveras, catrinas y arte huichol aportan un toque rebelde y vibrante.

Sobre un sofá de cuero oscuro, coloca mantas tipo sarape de Saltillo. Sus rayas de colores vivos rompen la sobriedad del cuero y el ladrillo.

20. Un rincón para desayunos llenos de sol

Rincón de desayuno con banco tapizado en tela de rayas coloridas, mesa blanca y lámparas de mimbre.
El mejor lugar para saborear el café y planear el día.

Aprovecha una esquina luminosa para crear un rincón de desayuno con un banco de madera a medida.

La clave está en los textiles: viste el banco con colchonetas tapizadas con una tela de aguayo boliviano de rayas multicolores. ¡Es pura energía!

Una mesa de pedestal blanca y redonda aligera el conjunto y facilita el paso. Combínala con una silla de un color llamativo, como el amarillo, para un toque divertido.

Un trío de lámparas colgantes de mimbre sobre la mesa proporciona una luz cálida y focalizada, ideal para empezar el día con buen pie.

21. El poder gráfico del blanco y negro andino

Dormitorio boho en blanco y negro con un gran tapiz geométrico como cabecero y textiles a juego.
La prueba de que la sencillez puede ser espectacularmente audaz.

El estilo boho también puede ser monocromático. Apuesta por una base de paredes blancas y textiles en blanco y negro con potentes diseños geométricos.

Cuelga un tapiz de lana con motivos de cruces o rombos, inspirado en los diseños del noroeste argentino, como cabecero de cama.

Viste la cama con una funda nórdica blanca y añade capas con mantas y cojines que mezclen diferentes patrones en blanco y negro. El secreto es variar la escala de los dibujos.

Una alfombra con un diseño azteca en los mismos tonos completa este look sofisticado, moderno y con una fuerte raíz artesanal.

22. Opulencia barroca con un giro tropical

Sala de estar oscura y glamurosa con sofá de terciopelo verde, cojines fucsias y un gran espejo dorado.
Más es más. Y además, es fabuloso.

Crea un ambiente dramático y lujoso pintando las paredes en un color oscuro y profundo, como el negro mate o el verde botella.

Un sofá de terciopelo en un color joya (esmeralda, fucsia, zafiro) es el protagonista absoluto. Combínalo con cojines de seda con estampados exóticos.

El elemento que eleva el espacio es un espejo gigante con un marco dorado de estilo barroco. Refleja la luz y añade una dosis de glamour decadente.

Este estilo audaz y lujoso te invita a crear rincones glam que mezclan lo clásico con lo inesperado, creando una atmósfera única.

23. Una adorable invasión de llamas

Sala de estar acogedora con cojines de llamas, papel tapiz botánico y pufs de fibras naturales.
Una decoración sin dramas, ¡solo llamas!

Añade un toque de humor y ternura a tu sala con el motivo andino por excelencia: la llama. Busca cojines con llamas bordadas o estampadas.

Una pared de acento con papel tapiz de motivos botánicos o selváticos crea un fondo divertido y frondoso para tus llamas decorativas.

Combina el sofá con pufs de fibras naturales, como el yute o la lana trenzada, para añadir asientos informales y mucha textura.

Enmarca una lámina con una ilustración moderna de una llama y cuélgala en la pared. Es un guiño simpático que unifica el tema de la decoración.

24. Calidez y color para dos

Habitación doble con paredes amarillas, camas de madera y caminos de cama con textiles andinos.
Un espacio sencillo, funcional y lleno de buena energía.

Decora un dormitorio compartido con una base cálida y sencilla. Pinta las paredes en un tono ocre o amarillo mostaza para una sensación soleada y acogedora.

Utiliza camas de madera de pino de líneas simples. La clave para darles personalidad es el textil que elijas.

Coloca un camino de cama de lana tejida, con los típicos patrones de franjas de colores andinos, a los pies de cada cama. Es un detalle que unifica el espacio y aporta un toque artesanal.

Un tapiz a juego colgado en la pared y una sencilla silla de mimbre completan este look rústico y funcional.

25. Fiesta mexicana en tu patio, ¡esta noche!

Patio decorado para una cena nocturna con guirnaldas de papel picado y luces cálidas.
¡Ándale! La excusa perfecta para una noche de tacos y amigos.

La forma más rápida y efectiva de crear un ambiente festivo es colgar guirnaldas de papel picado de colores.

Añade una guirnalda de luces tipo verbena, entremezclada con el papel picado, para una iluminación mágica y cálida cuando caiga la noche.

Viste la mesa con un camino de tela bordada y usa servilletas de colores vibrantes. ¡No olvides un centro de mesa con flores frescas y cactus!

Plantas de buganvilla en macetas grandes alrededor de la zona de la cena aportan un toque de color y un aroma espectacular.

26. El encanto del desierto en tu salón

Sala de estar con paredes terracota, sofá beige con cojines de cactus y una gran planta de cactus.
Un look que pincha… pero de puro estilo.

Pinta las paredes en un color terracota o anaranjado para recrear la calidez del desierto de Sonora. Elige una pintura con acabado mate para un look más auténtico.

Una alfombra kilim con motivos geométricos en tonos tierra, rojos y azules es la base perfecta para definir el espacio.

¡Apuesta por los cactus! Combina un cactus de gran tamaño en una maceta de barro con cojines bordados con motivos de cactus sobre un sofá de color neutro.

Crea una pequeña galería en la pared con láminas de ilustraciones botánicas de diferentes especies de cactus y suculentas.

27. Un rincón con ritmo de Bossa Nova

Rincón de música con una pared llena de portadas de discos de Bossa Nova y un tocadiscos.
Aquí, la vida suena a «Garota de Ipanema».

Dedica una pared a tu pasión por la música brasileña. Crea una galería de cuadros con las portadas de tus vinilos favoritos de Bossa Nova.

Un mueble bajo de madera de estilo mid-century es perfecto para colocar el tocadiscos y almacenar tus discos.

Un sillón de cuero cómodo, una palmera de interior y una lámpara de pie con pantalla dorada crean el ambiente perfecto para una sesión de escucha relajada.

Por supuesto, una guitarra española apoyada en un rincón no solo decora, sino que invita a crear música.

28. Una escalera que es una obra de arte

Escalera con contrahuellas decoradas con una variedad de azulejos de Talavera de colores.
Subir las escaleras nunca fue tan emocionante.

Convierte una escalera aburrida en el punto focal de tu casa revistiendo las contrahuellas con azulejos de Talavera.

El truco para un look espectacular es mezclar diferentes patrones de azulejos, uno por cada escalón. ¡Crea tu propio mosaico ascendente!

Mantén la huella (la parte que pisas) de madera o en un color oscuro para que los azulejos resalten aún más.

Esta idea, muy popular en la arquitectura colonial y también en las propuestas mediterráneas, es una forma increíble de añadir color y personalidad a un elemento puramente funcional.

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