¿Lista para que tu dormitorio se convierta en tu lugar feliz, tu refugio personal con olor a sal y arena? Olvídate de las reglas aburridas, vamos a traer esa sensación de vacaciones permanentes a tu casa, ¡ahora mismo!
Aquí no encontrarás clichés ni barcos en botellas (a menos que te encanten, ¡claro!). Lo que sí te traigo son ideas frescas, inteligentes y llenas de estilo para que crees un espacio costero que sea 100% tú: relajado, sofisticado, bohemio, minimalista… tú eliges la ola.
Prepárate para jugar con texturas que te recuerdan a la arena bajo los pies, colores que evocan el mar en todas sus facetas y trucos que transformarán tu habitación en un suspiro. ¡Vamos a zarpar hacia el dormitorio de tus sueños!
1. Horizonte Azul: El Despertar Perfecto

Crea un punto focal instantáneo con una cabecera tapizada en un azul marino profundo, como el océano al anochecer. Es un toque de elegancia que ancla todo el espacio.
El truco está en el equilibrio: combina ese azul intenso con paredes y techos en blanco puro (piensa en el machihembrado o *shiplap* para añadir textura). La luz se reflejará por todas partes, creando una sensación de amplitud y frescura.
Añade una alfombra de yute o sisal para aportar calidez y una textura natural que te recordará a la arena. ¡Es el contraste perfecto para los tonos fríos!
Como toque final, cuelga un trío de láminas botánicas de corales o algas. Es una forma sofisticada de traer el arte del mar a tus paredes.
2. Boho Playero: Tu Rincón de Paz Natural

¿Quieres un refugio que se sienta como unas vacaciones permanentes? La clave es el ratán. Una cama, una lámpara de techo y esa increíble silla colgante crean una armonía visual instantánea.
La silla colgante no es solo decoración, ¡es una experiencia! Conviértela en tu rincón de lectura personal con un cojín de lino blanco. Es el lugar perfecto para desconectar.
Para la ropa de cama, olvídate de lo complicado. Un edredón de algodón blanco, mullido y ligeramente desordenado, invita al descanso y aporta una sensación de confort absoluto.
No subestimes el poder de una planta de interior grande, como una higuera de hoja de violín. Aporta vida, color y purifica el aire, completando el look de oasis natural.
3. Minimalismo Oceánico: Menos es Mar

Si tu idea de paraíso es la calma absoluta, este es tu estilo. Una cama de plataforma baja en madera clara hace que el espacio se sienta abierto y sereno, cediendo todo el protagonismo a las vistas.
La paleta de colores es clave: grises suaves, blancos rotos y el tono natural de la madera. Evoca un día nublado en la costa, perfecto para un descanso profundo y reparador.
El único arte que necesitas es una pieza de madera flotante (driftwood) encontrada en la playa. Colócala sobre la cama como una escultura natural. Es un detalle orgánico, único y totalmente gratuito.
Este estilo demuestra que no necesitas llenar el espacio para que tenga personalidad. A veces, la mayor declaración de estilo es el vacío.
4. La Bitácora del Capitán: Un Refugio Náutico Clásico

Pinta las paredes en un azul marino profundo y con paneles de madera (boiserie) para crear un ambiente acogedor y envolvente. Es como estar en el camarote de un velero de lujo.
Busca en tiendas de antigüedades o mercadillos mapas náuticos antiguos. Enmarcados, se convierten en piezas de arte fascinantes que cuentan una historia.
Elige muebles de madera con un acabado cálido y clásico. Unas mesitas de noche funcionales y una cabecera robusta aportan una sensación de solidez y tradición.
La ropa de cama a rayas en rojo, blanco y azul es un guiño directo al estilo náutico, pero con un toque fresco y moderno. Añade lámparas de latón para un brillo cálido y atemporal.
5. Escapada Tropical Sin Salir de Casa

¡Atrévete con el papel pintado! Un diseño de hojas de palmera en un verde vibrante transforma la habitación en una jungla exuberante. Es la pared de acento definitiva.
Para equilibrar un patrón tan audaz, utiliza texturas naturales. Unas persianas de bambú filtran la luz maravillosamente y una alfombra de sisal añade un toque rústico.
Una cama con dosel en madera oscura o metal negro crea una estructura imponente. Vístela con cortinas de lino blanco para un efecto etéreo y romántico, como una cabaña de lujo en la playa.
Añade toques de color coral y turquesa en los cojines para un contraste vibrante que realza aún más el ambiente tropical.
6. Cabaña Rústica con Toque Industrial

Forra una pared con tablas de madera recuperada para conseguir una textura y calidez inigualables. Puedes comprar paneles que imitan este efecto para una instalación más sencilla.
El contraste es la clave de este look. Combina la calidez de la madera con el frío de una cama de estructura metálica de estilo industrial. El resultado es sorprendentemente equilibrado y moderno.
Crea tu propia iluminación de diseño: unas bombillas Edison colgando de cuerdas de yute son fáciles de instalar y aportan una luz ambiental cálida y un toque de diseño único.
Viste la cama con capas de lino en tonos neutros y añade una manta de punto grueso en gris carbón para una dosis extra de confort y textura. Es el refugio perfecto.
7. Un Sueño Mediterráneo en Blanco y Azul

Consigue el look de una villa en las Cícladas con paredes de efecto estuco o encalado. Esta textura irregular capta la luz de una forma preciosa y aporta un toque artesanal.
Un nicho en arco sobre la cama es el lugar ideal para colocar pequeños tesoros: cerámica blanca, un libro o una pequeña escultura. Funciona como una cabecera minimalista y funcional.
Introduce el azul a través de los textiles. Una funda nórdica con un patrón de inspiración mediterránea se convierte en la protagonista. Combínala con una lámpara colgante de mimbre.
El toque final es una maceta de terracota con un olivo. Aporta vida, un aroma sutil y completa la estética mediterránea.
8. El Susurro de las Olas en Tonos Agua

Pinta tus paredes en un tono aguamarina o verde espuma de mar. Es un color increíblemente relajante que cambia con la luz a lo largo del día, creando una atmósfera serena y luminosa.
Una lámpara de araña hecha de capiz o conchas de nácar es una pieza espectacular que evoca el brillo del mar. Filtra la luz de forma suave y se convierte en el centro de todas las miradas.
Mantén el resto de la decoración en tonos neutros para que el color de las paredes y la lámpara sean los protagonistas. Ropa de cama en lino color arena y muebles blancos o de madera clara funcionan a la perfección.
Enmarca láminas de abanicos de mar para un toque artístico sutil y elegante que refuerza la temática costera sin ser evidente.
9. Galería de Arte Frente al Mar

Convierte tu dormitorio en una galería con una única pieza de arte de gran formato. Una fotografía o pintura de un paisaje marino impactante puede definir todo el ambiente de la habitación.
Una pared de ladrillo pintado de blanco añade una textura urbana y moderna que contrasta maravillosamente con la temática orgánica del mar. Es un fondo perfecto para que el cuadro destaque.
Elige muebles de líneas simples y minimalistas en tonos oscuros para no competir con la obra de arte. Una cama baja y unas mesitas de noche metálicas son una excelente opción.
La clave de este look es la contención. Con un cuadro tan potente, necesitas muy pocos elementos adicionales para crear un espacio con alma.
10. Atardecer en la Costa: Tonos Tierra

Sal del clásico azul y blanco y abraza una paleta inspirada en la arena al atardecer. Los tonos terracota, melocotón y arena crean un ambiente cálido, acogedor y muy actual.
Un espejo redondo con marco dorado colgado de una cuerda es un detalle chic que refleja la luz y suaviza las líneas rectas de la habitación. Funciona como una joya en la pared.
Combina ropa de cama en diferentes tonos de la misma gama cromática para crear un look monocromático con mucha profundidad. El lino lavado es el tejido perfecto por su textura relajada.
La madera clara en la cama y las mesitas de noche, junto con apliques de pared dorados, completan esta atmósfera cálida y sofisticada.
11. Encanto Rústico de la Costa Este

La combinación de *farmhouse* y costero es un acierto seguro. Usa paredes de machihembrado blanco para crear una base luminosa y con textura, típica de las casas de campo junto al mar.
Una cama de hierro forjado en negro es el contrapunto perfecto al blanco de las paredes. Aporta un toque vintage y una estructura sólida que define el espacio.
Viste la cama con un edredón a cuadros de tipo *buffalo check* en azul y blanco. Es un estampado clásico que une los dos estilos y añade un patrón gráfico y acogedor.
A los pies de la cama, coloca un banco de madera rústica y envejecida. Es práctico para dejar la ropa y aporta una dosis extra de encanto y carácter.
12. Good Vibes: El Dormitorio del Surfista

¿Tienes una tabla de surf vieja? ¡Conviértela en la estrella de tu decoración! Colocada en vertical, funciona como una escultura que añade altura y un toque de autenticidad playera inigualable.
La ropa de cama con estampado *tie-dye* en tonos índigo es la quintaesencia del estilo relajado y bohemio de la cultura del surf. Es fácil de hacer tú misma para un diseño único.
Las paredes revestidas de madera clara crean una sensación de cabaña moderna y luminosa. Combínalas con estanterías abiertas para exhibir libros, plantas y pequeños objetos.
Añade pequeñas suculentas o cactus. Son plantas de bajo mantenimiento que aportan un toque verde y completan la estética relajada.
13. Brillo de Perla: Lujo y Arena

El estilo costero también puede ser glamuroso. Elige una paleta de colores neutros y sofisticados: arena, marfil, blanco roto y champán.
Una mesita de noche con espejos es el truco para añadir un toque de lujo. Refleja la luz y crea una sensación de amplitud, además de ser increíblemente chic.
Crea tu propia lámpara de diseño: rellena una base de lámpara de cristal transparente con pequeñas conchas marinas, estrellas de mar o arena fina. Es un proyecto DIY fácil y con un resultado espectacular.
Apuesta por las texturas lujosas, como una cabecera tapizada en lino con tachuelas, almohadas de seda o una alfombra de pelo largo y suave. Es como caminar sobre una nube.
14. Océano de Medianoche: Dramático y Sofisticado

Para un dormitorio que se sienta como un abrazo, pinta las paredes con paneles en un azul noche o un gris carbón profundo. Lejos de oscurecer, crea un ambiente íntimo y muy elegante.
La ropa de cama en blanco impecable crea un contraste brutal y luminoso. Es un clásico que nunca falla y que resalta la profundidad del color de la pared.
Instala apliques de pared articulados en latón a cada lado de la cama. Son funcionales para leer, liberan espacio en las mesitas de noche y el acabado metálico añade un punto de luz cálida.
Cuelga fotografías en blanco y negro de paisajes marinos. Aportan un toque artístico y melancólico que encaja a la perfección con la estética moody.
15. Dunas de Arena y Brisa Suave

Inspírate en las dunas y la hierba de la playa con una paleta de colores ultra natural: beige, arena, marfil y tonos tostados.
Una cama con dosel de estructura metálica negra y sencilla, vestida con visillos de lino blanco, crea un punto focal etéreo y romántico. Las telas ligeras se moverán con la más mínima brisa.
El elemento estrella es un jarrón grande con hierba de la pampa. Su textura plumosa y su altura añaden un drama suave y un toque bohemio inconfundible.
Utiliza cestas de fibra natural para el almacenamiento. Son prácticas, bonitas y refuerzan la conexión con la naturaleza.
16. Nido en el Ático con Vistas al Puerto

Aprovecha la arquitectura única de un ático pintando las paredes y el techo inclinado de blanco. Esto maximiza la luz natural y crea una sensación de amplitud en un espacio reducido.
Una colcha de patchwork o quilt hecha a mano se convierte en la pieza central, aportando color, personalidad y un toque de nostalgia acogedora. Es el alma de la habitación.
Mantén los muebles al mínimo para no saturar el espacio. Una cama, quizás una pequeña mesita, es todo lo que necesitas. Deja que la forma del techo y las vistas hablen por sí solas.
Este tipo de espacios son perfectos para crear pequeños rincones mágicos llenos de encanto.
17. Sueño Californiano: Luz, Madera y Relax

El secreto del estilo californiano es la conexión interior-exterior. Unas grandes puertas correderas de cristal que se abren a un patio o jardín borran los límites y llenan el espacio de luz.
Apuesta por una paleta de materiales honestos y naturales: una cama de plataforma de madera clara, ropa de cama de lino blanco y una alfombra de yute. La sencillez es la máxima sofisticación.
Un sillón de diseño a media altura con estructura de madera es la pieza perfecta para crear una zona de relax sin bloquear las vistas ni la luz.
Introduce un elemento inesperado, como un cactus alto. Aporta una forma escultórica y un toque del desierto que se mezcla sorprendentemente bien con la estética costera.
18. El Camarote del Explorador

Crea una pared de acento inolvidable con un mapa del mundo de estilo vintage a gran escala. Puedes encontrar murales de papel pintado o incluso telas para lograr este efecto.
Elige muebles de madera oscura y maciza, con un aire clásico y señorial. Una cama tipo trineo y una librería alta evocan los camarotes de los grandes exploradores.
Los accesorios son clave para contar la historia: un telescopio de latón, un globo terráqueo, una brújula antigua… Son piezas que invitan a soñar con nuevos horizontes.
Este es el refugio perfecto para los espíritus inquietos y aventureros.
19. Pared de Olas: Un Degradado que Calma

Atrévete con un proyecto DIY que transformará tu habitación: una pared con efecto ombré o degradado. Elige tres o cuatro tonos de azul, del más claro al más oscuro, y difumínalos para simular el horizonte marino.
Para que la pared sea la protagonista absoluta, mantén el resto de la decoración muy sencilla. Una cama tapizada en gris neutro y ropa de cama blanca y azul son la compañía perfecta.
Unas lámparas de lectura metálicas y modernas a cada lado de la cama aportan un toque funcional y un diseño limpio que no distrae la atención de la pared.
Es una forma artística y original de introducir color, creando una sensación de calma y profundidad infinita. ¡Pura magia!
20. Vibraciones de Coral: Energía y Color

Pinta la pared de la cabecera en un vibrante color coral. Es un tono alegre, lleno de energía y que evoca los arrecifes tropicales. Combinado con una base blanca, el resultado es fresco y espectacular.
Juega con los estampados. Una funda nórdica con motivos de corales en diferentes colores (amarillo, turquesa, coral) sobre un fondo blanco unifica la paleta de la habitación de forma divertida.
Una sencilla repisa blanca sobre la cama es el lugar ideal para exhibir esculturas de coral blanco. Crean un contraste precioso sobre el fondo de color y añaden una textura tridimensional.
No temas mezclar colores vivos. Un toque de turquesa en la lámpara o la mesita de noche completa este look lleno de vitalidad.
21. El Refugio del Guardián del Faro

Si tienes la suerte de contar con una habitación con una arquitectura peculiar, como ventanales en mirador, ¡explótala! Pinta todo de blanco para unificar el espacio y potenciar la luz.
Coloca un escritorio de madera antiguo frente a la ventana. Se convertirá en tu rincón de inspiración personal, perfecto para escribir, leer o simplemente observar el paisaje.
La decoración debe ser sencilla y funcional, como en un faro real. Una cama con ropa de cama a rayas, una lámpara colgante de estilo industrial y pocos muebles más.
Este es el ejemplo perfecto de que no se necesita mucho para crear un espacio con una atmósfera única y evocadora.
22. Joya del Mar: Verde Esmeralda y Oro

Lleva el lujo a tu dormitorio con una cabecera de terciopelo en un intenso verde esmeralda o azul zafiro. Es una pieza que irradia opulencia y confort.
El dorado es el compañero perfecto para los tonos joya. Cuelga un par de espejos en forma de sol (sunburst) sobre la cabecera para un efecto art déco y glamuroso.
Combina los metales: apliques de pared y patas de los muebles en dorado, con una mesita de noche de espejo o detalles plateados. La mezcla de acabados aporta riqueza visual.
Una manta de pelo sintético sobre la cama añade una capa extra de textura y lujo, invitando a acurrucarse en este refugio sofisticado.
23. Diario de Verano: Un Espacio Juvenil y Fresco

Para un dormitorio juvenil o de invitados, una cama nido o diván con cajones de almacenaje es una solución genial. Funciona como sofá durante el día y como cama por la noche.
Una pared de corcho es un lienzo en blanco para la autoexpresión. Perfecta para colgar fotos, postales, entradas de conciertos y recuerdos de viajes. ¡Un moodboard de la vida!
Una alfombra de rayas marineras en azul y blanco es un clásico infalible que ancla el espacio y aporta un toque gráfico y desenfadado.
Aprovecha el espacio vertical con una pequeña balda sobre la ventana que funcione como escritorio minimalista. Es un espacio de estudio práctico y con estilo.
24. Zen y Mar: La Fusión Japandi Perfecta

Combina la serenidad japonesa con la naturalidad costera. Una cama de plataforma muy baja, casi a ras de suelo, te conecta con la tierra y crea una atmósfera de calma.
En lugar de una cabecera, utiliza paneles de papel de arroz (tipo shoji) o una pared de madera clara. Filtran la luz de manera suave y aportan una textura orgánica.
Decora con elementos naturales y escultóricos: una rama de madera flotante, piedras de río apiladas y un pequeño bonsái. Menos es más, pero cada elemento cuenta.
El resultado es un santuario de paz donde el estrés no tiene cabida.
25. Texturas Naturales y Rayas Marineras

Una cabecera alta de mimbre o ratán trenzado es una pieza cálida y texturizada que se convierte en el punto focal natural de la habitación.
La base del estilo costero clásico: paredes blancas, ropa de cama de algodón blanco y una alfombra de rayas azules y blancas. Es una combinación fresca, limpia y atemporal.
Utiliza cestas de jacinto de agua o mimbre a los pies de la cama. Son perfectas para guardar mantas extra, cojines o incluso como cestos de la ropa, aportando estilo y funcionalidad.
Las mesitas de noche de madera clara y sin tratar completan este look natural y relajado. Todo encaja sin esfuerzo.
26. La Belleza de la Tormenta

No todos los dormitorios costeros tienen que ser luminosos y soleados. Unas paredes en gris oscuro o casi negro crean un ambiente dramático y acogedor, como un día de tormenta en el mar.
Elige un cuadro de gran formato que represente un mar agitado. Se convertirá en una ventana a la fuerza y la belleza de la naturaleza, y será el centro de la habitación.
Para contrarrestar la oscuridad, utiliza textiles que aporten confort y calidez. Una manta de punto XXL en un tono gris más claro y cojines de terciopelo en un verde mar profundo son ideales.
Este es el rincón perfecto para acurrucarse con un libro y una taza de té mientras escuchas la lluvia, gracias a sus acogedoras texturas.
27. Recuerdos de la Costa: Un Toque Vintage

Busca un papel pintado con un collage de postales o ilustraciones de playa de estilo retro. Es una forma increíblemente original y personal de decorar una pared de acento.
Combina el papel con muebles de segunda mano pintados en blanco y con un acabado desgastado. Una cómoda con tiradores de concha y una cama de hierro vintage encajan a la perfección.
Decora la cómoda con pequeños marcos de fotos de estilo antiguo, una lámpara con base de cerámica y algunos de tus tesoros de la playa.
Una alfombra de ganchillo de colores pastel, como las que hacían las abuelas, añade el toque final de encanto nostálgico. Es un viaje al pasado lleno de estilo.
28. Lienzo en Blanco: Serenidad Pura

Un dormitorio totalmente blanco es el máximo exponente de la calma. El secreto para que no parezca un hospital es jugar con las texturas: lino arrugado, algodón suave, madera pintada, cerámica mate…
Elige una cama de líneas muy sencillas y minimalistas, casi desaparece en el entorno, lo que potencia la sensación de espacio y tranquilidad.
Introduce el arte de forma sutil. Un díptico de fotografías en blanco y negro de una playa solitaria es suficiente para crear un punto de interés sin romper la monocromía.
Es el refugio minimalista perfecto para desconectar del ruido del mundo.
29. Un Sol Tropical en Tu Habitación

Pinta las paredes de un amarillo brillante y soleado. Es un color que levanta el ánimo al instante y te llena de energía cada mañana. ¡Imposible despertarse de mal humor!
Combínalo con ropa de cama en un turquesa vibrante. La mezcla de amarillo y turquesa es pura energía caribeña, fresca y divertida.
Los muebles blancos, como la cama y el armario con puertas de lamas, aportan un contrapunto de calma y luminosidad, evitando que la habitación se vea demasiado saturada.
Fíjate en los detalles: un ventilador de techo con aspas en forma de hoja de palmera es el toque final que completa este paraíso tropical.
30. Elegancia Náutica de Club de Yates

Para un look audaz y sofisticado, empapela no solo las paredes, sino también el techo, con un papel de rayas finas en azul y blanco. Crea un efecto ‘caja’ increíblemente acogedor y con mucho carácter.
Una cama con dosel de madera oscura, como la caoba, aporta un toque de elegancia clásica y un contraste de peso frente a la ligereza de las rayas.
Los detalles marcan la diferencia. Unos cojines con monograma bordado, una lámpara de cerámica con motivos chinos (chinoiserie) y marcos de fotos plateados elevan el estilo.
Una manta de tartán en tonos azules y verdes a los pies de la cama es el toque final de calidez y tradición. Es un look atemporal y muy chic.
31. Refugio Bohemio con Dosel de Ensueño

No necesitas una cama con dosel para tener un dosel. Cuelga una tela de gasa o lino ligero de un aro o un simple gancho en el techo sobre la cama. El efecto es mágico, etéreo y muy romántico.
Mantén una paleta de colores muy suave y natural: blancos rotos, beiges, grises pálidos. Esto crea una atmósfera relajante y luminosa, perfecta para el descanso.
Los muebles de madera lavada o con un acabado envejecido aportan un toque rústico y vivido. Una mesita de noche con cajones y un pequeño banco a los pies de la cama son piezas clave.
Decora con elementos naturales: un jarrón de cristal lleno de cantos rodados, una pequeña rama seca, libros con portadas bonitas. Son detalles que aportan alma.
32. El Puerto Industrial: Madera, Metal y Mar

Fusiona la crudeza del estilo industrial con la calidez del costero. Un techo de hormigón visto y tuberías expuestas crean un telón de fondo urbano y muy moderno.
Construye una cama con palets o madera recuperada y tuberías de metal. Es un proyecto DIY con mucho carácter que se convierte en la pieza central de la habitación.
Las paredes pintadas en un azul verdoso grisáceo aportan el toque de color y la conexión con el mar, suavizando la dureza de los materiales industriales.
Una alfombra de yute en el suelo de cemento pulido es esencial para añadir calidez y textura, uniendo los dos mundos. El resultado es un espacio único y con mucha personalidad.
33. Una Pared Acuarela que Abraza

Transforma tu dormitorio en una obra de arte con un mural de pared de estilo acuarela. Un diseño abstracto en tonos azules, verdes y arena evoca un paisaje marino de forma sutil y poética.
Con una pared tan protagonista, el resto de la decoración debe ser minimalista. Una cama con base tapizada en blanco o un gris muy claro es la elección perfecta.
Una única lámpara colgante con un diseño sencillo y una luz cálida es suficiente para iluminar la zona de la cama sin recargar el espacio.
Este tipo de mural crea una sensación envolvente y relajante, como si estuvieras durmiendo dentro de una ola. Es ideal para personalizar tu espacio de una forma única.
34. Nudos Marineros: El Poder de la Cuerda

La cuerda de yute o sisal es un material económico con el que puedes hacer maravillas. Transforma un espejo básico pegando cuerda alrededor del marco. ¡Un DIY de 15 minutos con un resultado increíble!
Crea una cabecera única tejiendo cuerda gruesa en un patrón de macramé o simplemente envolviéndola alrededor de un panel de madera. Es pura textura y originalidad.
Utiliza cuerda para los detalles: como abrazaderas para las cortinas, para colgar una balda o incluso para forrar las patas de una mesita de noche.
Combinado con una paleta de azul marino y blanco, el uso de la cuerda aporta el toque final de autenticidad náutica y artesanal.
35. El Rincón Mágico del Camarote

Si tienes un rincón pequeño o incluso un armario sin uso, conviértelo en el dormitorio más acogedor del mundo. Fórralo con listones de madera pintados de un color oscuro para crear una sensación de cueva o camarote.
El secreto de la magia está en la iluminación. Instala una guirnalda de luces cálidas en el techo. Creará un efecto de cielo estrellado y una atmósfera íntima y de ensueño.
Llena el espacio con una cama cómoda y muchísimos cojines y mantas de diferentes texturas. La clave es que apetezca hundirse en él.
Es la prueba de que no se necesitan grandes espacios para crear un rincón mágico y personal.
36. Bungalow de Lujo: Dormir con la Brisa del Mar

Este es el sueño definitivo: un dormitorio abierto a la playa. Aunque no tengas el mar a tus pies, puedes recrear la sensación de un bungalow de lujo.
Utiliza un dosel de tela de mosquitera. Es práctico, ligero y aporta un toque exótico y romántico al instante. Elige uno que caiga con gracia alrededor de la cama.
Apuesta por muebles bajos y de madera natural para no obstruir el flujo de aire y luz. Una cama sencilla, un banco a los pies y poco más.
Si tienes un balcón o terraza, ábrelo todo lo posible. Cuelga cortinas de lino muy ligeras que se muevan con el viento, borrando la frontera entre dentro y fuera. Es una invitación a un relax total.