31 recibidores envolventes con tonos cálidos y texturas suaves que abrazan

Tres recibidores envolventes con tonos cálidos y texturas suaves, incluyendo un arco decorativo, cómoda y consola.

Imagina que tu casa te da un abrazo nada más cruzar el umbral. Esa es la magia de un recibidor bien pensado, un espacio que susurra «bienvenida a casa» con cada detalle.

Olvídate de las entradas frías y de paso. Vamos a convertirlas en el prólogo perfecto de tu historia, usando tonos cálidos que arropan como una manta de cachemira y texturas que piden ser tocadas.

Desde la suavidad de la madera sin tratar hasta la caricia de un tejido de lana, te traigo 31 ideas para que tu primera impresión sea, más que una declaración de estilo, una promesa de confort y personalidad. ¡Prepárate para enamorarte de tu entrada!

1. El abrazo terracota: minimalismo que acaricia

Recibidor minimalista con pared terracota, consola flotante y espejo orgánico
Calidez y minimalismo en perfecto equilibrio para darte la bienvenida.

Pinta la pared principal con un tono terracota o adobe para una calidez instantánea que envuelve sin abrumar. Es un color que se siente como un atardecer constante.

Elige una consola flotante de madera clara. Al no tocar el suelo, crea una sensación de ligereza y hace que el espacio parezca más grande y fácil de limpiar. ¡Magia visual!

Cuelga un espejo de forma orgánica y sin marco. Sus curvas suaves rompen con la rigidez de las paredes y añaden un toque artístico y fluido.

La iluminación es clave: una lámpara de papel esférica difumina la luz, creando un ambiente suave y relajante, perfecto para esa primera impresión al llegar a casa.

Añade una alfombra de lana de pelo largo. Es el contrapunto de textura perfecto a las paredes lisas y la madera pulida, y una delicia para los pies.

2. Pasillos con alma: tu dosis diaria de calidez rústica

Entrada estrecha y acogedora con banco de madera, ganchos y alfombra kilim
Funcionalidad rústica que te hace sentir en casa al instante.

En pasillos estrechos, cada centímetro cuenta. Sustituye el perchero de pie por ganchos individuales en la pared. Son prácticos, ocupan cero espacio y te permiten jugar con el diseño.

Un banco de madera rústica y sin tratar es el lugar perfecto para dejar el bolso y quitarte los zapatos. Busca piezas recuperadas en mercadillos, su historia añade carácter.

En lugar de una luz de techo general, instala apliques de pared direccionables. Iluminan puntos clave, como el banco o los abrigos, y crean una atmósfera mucho más íntima.

Una alfombra tipo kilim no solo protege el suelo, sino que también inyecta color y patrón, convirtiendo un simple pasillo en un espacio con personalidad propia.

3. La luz como protagonista: recibidores que respiran

Recibidor luminoso con ventanal en arco, mesa redonda y lámpara de araña
Deja que la luz y el espacio hablen por sí mismos.

Si tienes la suerte de tener un gran ventanal, ¡haz que brille! Mantenlo despejado de muebles altos y cortinas pesadas. La luz natural es el mejor accesorio de decoración.

En un espacio amplio, un solo mueble central tiene más impacto que muchos pequeños. Una mesa de pedestal redonda rompe las líneas rectas y se convierte en el corazón del recibidor.

Coloca un jarrón grande con ramas secas o eucalipto. Duran meses, no requieren cuidados y añaden una altura y textura escultural que llena el espacio verticalmente.

Una lámpara de araña de hierro forjado, como esta, aporta un toque de elegancia rústica y define el espacio desde el techo, equilibrando la composición.

4. Serenidad Japandi: menos ruido, más armonía

Entrada de estilo Japandi con paredes de listones de madera y lámpara de papel
La calma japonesa y la funcionalidad escandinava se dan la mano.

Reviste las paredes con listones de madera clara para una textura sutil que añade calidez y profundidad. Este detalle transforma una pared aburrida en un elemento arquitectónico.

Una lámpara de papel gigante es un clásico del diseño japonés que proporciona una luz difusa y serena. Es como tener tu propia luna interior.

Elige un banco minimalista en un color de contraste, como el negro, para anclar visualmente el espacio y añadir un toque de modernidad.

Una alfombra redonda de yute en el centro del espacio rompe la linealidad de los listones y define una zona de bienvenida, invitando a la calma desde el primer paso.

5. Tu rincón secreto para atarte los zapatos

Nicho con banco empotrado, cojín de terciopelo y obra de arte con textura
Un pequeño lujo funcional que eleva cualquier rincón.

Aprovecha un hueco o nicho para crear un banco a medida. Añade cajones inferiores para guardar zapatos, bufandas o la correa del perro. ¡Orden y estilo en uno!

El cojín es el protagonista. Elige una tela rica como el terciopelo en un tono cálido (mostaza, ocre, teja) para un toque de lujo y comodidad.

Crea tu propia obra de arte con textura. Sobre un lienzo, aplica una capa de yeso o masilla para paredes y dale forma con una espátula. Una vez seco, píntalo en un tono similar. El resultado es un cuadro con relieve espectacular y económico.

Un único foco de luz empotrado, dirigido hacia la obra de arte, crea un efecto dramático y resalta la textura, convirtiendo el rincón en una pequeña galería.

6. Ecos de la campiña en tu propia casa

Recibidor rústico-elegante con suelo de piedra, consola de madera y espejo dorado
Elegancia atemporal con el encanto de una casa de campo.

Un suelo de baldosas de piedra natural o terracota es la base perfecta para un estilo rústico-elegante. Sus imperfecciones y variaciones de tono añaden autenticidad.

Coloca un espejo de cuerpo entero con un marco dorado envejecido. No solo ampliará el espacio y reflejará la luz, sino que también añadirá un punto de sofisticación.

Una consola de madera maciza, con un diseño simple y robusto, es tu mejor aliada. Busca modelos con un estante inferior para colocar cestas o cuencos decorativos.

No subestimes el poder de los candelabros. Un conjunto de varios candelabros de latón de diferentes alturas crea un centro de mesa imponente y romántico.

7. Farmhouse fresco: orden y encanto a partes iguales

Entrada de estilo farmhouse con pared bicolor, banco con cestas y espejo redondo
El orden nunca fue tan bonito y acogedor.

Instala un revestimiento de listones verticales (board and batten) hasta media altura y píntalo de blanco. Aporta un aire farmhouse instantáneo, protege las paredes y crea un contraste precioso con un color más cálido en la parte superior.

Un banco de madera con huecos para cestas de mimbre es la solución definitiva para el desorden. Cada miembro de la familia puede tener su propia cesta para zapatos, mochilas o guantes.

Un espejo redondo con un marco negro simple es el toque moderno perfecto. Rompe las líneas rectas del revestimiento y la puerta, equilibrando el conjunto.

Añade un toque de vida con un jarrón de cristal grande con ramas de eucalipto. Aporta frescura, un aroma delicioso y un toque de color natural.

8. Un paseo por el Mediterráneo sin salir de casa

Pasillo de estilo mediterráneo con paredes encaladas, macetas y alfombra persa
Cada día te sentirás como si estuvieras de vacaciones.

Consigue el efecto de paredes encaladas con una pintura a la cal (limewash). Su acabado mate y ligeramente irregular aporta una textura increíblemente cálida y artesanal.

Agrupa varias macetas de terracota con cactus y suculentas sobre una consola rústica. La clave está en mezclar diferentes alturas y formas para crear un rincón dinámico y natural.

Una alfombra de estilo persa o bereber desgastada en tonos tierra y rojizos aporta calidez al suelo de baldosas y te transporta a un patio andaluz.

La luz que entra por un arco es mágica. Si no tienes uno, puedes crear la ilusión pintando un arco en la pared del fondo. Un truco de impacto con solo un bote de pintura.

9. La escalera como escenario principal

Recibidor clásico con una gran escalera curva, alfombra y consola elegante
Una entrada que sube de nivel, literalmente.

Pinta las paredes en un tono neutro cálido, como un beige o greige, para crear un lienzo sofisticado que realce la arquitectura de la escalera.

Una alfombra en la escalera no solo es elegante, sino también práctica: amortigua el ruido y previene resbalones. Asegúrala con barras metálicas para un acabado clásico y pulcro.

Coloca una consola estrecha y elegante al pie de la escalera. Es el lugar ideal para una lámpara de sobremesa que aporte luz ambiental y un jarrón con flores frescas.

Un cuadro abstracto de gran formato en tonos cálidos puede ser el punto focal que una todo el espacio. Elige uno que dialogue con los colores de la pared y la alfombra.

10. El manifiesto boho: bienvenida en modo relax

Rincón de entrada boho con consola de ratán, espejo de yute y hierba de pampa
Un espacio que te invita a descalzarte y respirar hondo.

La clave del estilo boho es la textura. Combina sin miedo: una consola de ratán, un espejo de yute trenzado, una alfombra de fibra natural y una cesta de mimbre.

Un gran ramo de hierba de la pampa es la declaración de intenciones boho por excelencia. Aporta volumen, suavidad y un aire etéreo que dura para siempre.

Esparce mantas de piel de oveja sintética o cojines de lana sobre cestas o en el suelo. Invitan a la relajación y añaden una capa extra de confort.

Añade pequeños toques personales como velas aromáticas en recipientes de cerámica, platitos decorativos y libros de arte. Son los detalles los que cuentan tu historia.

11. Líneas puras, impacto máximo: el poder del minimalismo cálido

Entrada moderna con pared de listones de madera oscura y banco flotante
Cuando la simplicidad se convierte en la máxima sofisticación.

Una pared de listones de madera oscura crea un fondo dramático y sofisticado. Es una inversión que transforma por completo la percepción del espacio, añadiendo profundidad y un ritmo visual increíble.

Instala un banco flotante a juego con la pared. Esta continuidad visual es elegante y, al liberar el suelo, mantiene la sensación de amplitud a pesar del color oscuro.

Una lámpara de pie de tres patas con pantalla de tela es un clásico del diseño que funciona como una escultura funcional. Su luz cálida suaviza la dureza de las líneas rectas.

Contrasta la oscuridad de la madera con una alfombra de tonos claros y un patrón desgastado. Aporta luz al suelo y evita que el conjunto se sienta demasiado pesado.

12. La belleza de lo imperfecto: tu entrada Wabi-Sabi

Rincón Wabi-Sabi con muebles de madera rústica y ramas secas en un jarrón
Un recordatorio diario de que la belleza está en lo auténtico.

Adopta la filosofía wabi-sabi, que encuentra la belleza en la imperfección y la naturaleza. Usa muebles de madera envejecida, con sus grietas y marcas del tiempo a la vista.

Sal al campo y recoge ramas secas y con formas interesantes. Colocadas en un jarrón de cerámica artesanal, se convierten en una escultura natural, cambiante y sin coste.

Pinta las paredes con una técnica que imite el estuco o el tadelakt. Un acabado con textura y sin uniformidad es la base perfecta para este estilo.

Mantén una paleta de colores estrictamente terrenal: beiges, marrones, grises y ocres. La armonía cromática es fundamental para lograr esa sensación de calma y conexión con la naturaleza.

13. Tu recibidor, una galería de arte privada

Recibidor elegante con gran cuadro abstracto, consola minimalista y apliques
El arte no es solo para el salón.

Convierte tu entrada en una declaración de intenciones con una única obra de arte de gran formato. Elige un cuadro abstracto con colores cálidos que te transmitan energía positiva cada día.

Flanquea la obra con dos apliques de pared de diseño minimalista. Su luz indirecta no solo ilumina el arte, sino que crea un ambiente íntimo y sofisticado por la noche.

Una consola de líneas ultra simples y estructura metálica negra es el soporte perfecto. Su diseño desaparece visualmente, cediendo todo el protagonismo al arte.

Añade un único objeto sobre la consola: un cuenco metálico dorado o de cerámica. Este toque de brillo captura la luz y añade un punto de interés sin recargar.

14. Scandi-funcional: belleza práctica para el día a día

Entrada de estilo escandinavo con banco de madera, colgadores redondos y planta
Diseño que te hace la vida más fácil y bonita.

Olvídate de los percheros aparatosos y opta por colgadores de pared redondos de madera. Puedes distribuirlos de forma asimétrica para crear una composición decorativa incluso cuando están vacíos.

Un banco de madera clara con cajones es el mueble 3 en 1 perfecto: asiento para calzarse, almacenaje oculto y superficie de apoyo para dejar el bolso o una planta.

Una lámpara de techo de mimbre o ratán tejido aporta la dosis de textura natural indispensable en cualquier interior escandinavo. La luz que se filtra a través del tejido crea un patrón precioso.

El gris claro en las paredes es el nuevo blanco. Es un neutro sereno que aporta un poco más de profundidad y calidez, y combina a la perfección con la madera clara.

15. El rincón que pide a gritos una pausa

Nicho en arco color ocre con un sillón de bouclé y una lámpara colgante
Un pequeño espacio, una gran declaración de estilo.

Transforma un simple nicho en un espacio de diseño pintando su interior de un color intenso y contrastado, como este ocre dorado. El efecto es inmediato: ganas profundidad y creas un punto focal.

La textura es la reina. Un sillón bajo y sin patas tapizado en tejido bouclé (esa tela rizada tan de moda) invita a sentarse y es increíblemente gustoso al tacto.

Cuelga una lámpara colgante de diseño en el centro del arco. Una pieza con detalles metálicos y una esfera de cristal opalino actúa como una joya que ilumina y decora.

Este es el lugar perfecto para crear uno de esos rincones de lectura que te invitan a desconectar. Aunque solo sea por cinco minutos mientras te pones los zapatos.

16. El lado oscuro (y súper elegante) de la bienvenida

Recibidor oscuro y dramático con espejo dorado, consola clásica y varias lámparas
Una bienvenida misteriosa, sofisticada e inolvidable.

Atrévete con las paredes oscuras. Un marrón chocolate o un gris antracita crean un ambiente dramático, íntimo y lujoso, especialmente en espacios de paso como un recibidor.

El truco para que los colores oscuros funcionen es la iluminación. Combina varias fuentes de luz: una lámpara de pie para luz general, y una de sobremesa para luz de acento sobre la consola.

Un espejo con un marco dorado y ornamentado es el contrapunto perfecto a la oscuridad. Refleja la luz de las lámparas y añade un brillo fastuoso que evita que el espacio se sienta lúgubre.

Elige una alfombra en tonos rojizos o burdeos. Este toque de color cálido sobre el suelo oscuro añade riqueza y una sensación de confort absoluto.

17. Un jardín secreto detrás de tu puerta

Entrada con papel pintado floral, consola blanca y espejo de ratán
La primavera eterna te espera cada día al llegar a casa.

El papel pintado lo es todo. Elige un diseño floral con un fondo neutro y un patrón orgánico. Empapelar una sola pared es suficiente para transformar el espacio sin saturarlo.

Para no competir con el estampado, elige muebles de líneas sencillas y colores claros. Una consola blanca y ligera es la opción ideal.

Repite los materiales naturales para un look cohesivo. Un espejo con marco de ratán y una alfombra de yute conectan con la temática botánica del papel.

Añade toques metálicos en dorado o latón a través de las lámparas o pequeños accesorios. Aportan un brillo cálido que complementa a la perfección los tonos anaranjados y verdes del papel.

18. Respira hondo: tu dosis de calma zen diaria

Rincón zen con iluminación indirecta, balda de madera y pufs de fibra
Tu propio spa personal empieza en la entrada.

La iluminación indirecta lo cambia todo. Instala una tira de LED oculta en una moldura o en el techo para bañar la pared con una luz suave y uniforme. El efecto es etéreo y muy relajante.

Una balda flotante de madera de borde irregular (live edge) parece suspendida en el aire y aporta una conexión directa con la naturaleza. Es perfecta para colocar un par de libros y un objeto decorativo.

Sustituye el banco tradicional por pufs bajos de fibra natural. Son versátiles, informales y te permiten sentarte a nivel del suelo, fomentando una postura más relajada.

Menos es más. Limita los objetos a lo esencial: un jarrón de cerámica, unas ramas finas y un par de libros. El espacio vacío es tan importante como los objetos que lo llenan.

19. El salón de los recuerdos: tu historia en la pared

Recibidor de doble altura con pared de galería, mesa redonda y gran lámpara
Una bienvenida que cuenta la historia de quienes viven ahí.

Una pared de galería es la forma más personal de decorar. Mezcla fotos familiares, dibujos de tus hijos y pequeñas láminas. El truco para que funcione es usar marcos de estilos y tamaños diferentes pero con una paleta de colores similar (maderas, negro, blanco).

En un recibidor a doble altura, una mesa redonda en el centro crea un punto de encuentro y ancla el espacio. Es el lugar perfecto para un gran arreglo floral que dé la bienvenida.

No temas a las lámparas de gran formato. Una lámpara de araña de cristal en cascada llena el espacio vertical y añade un toque de glamour espectacular.

Pinta la pared de la galería en un tono neutro con carácter, como un topo o un café con leche. Hará que los marcos resalten y añadirá una capa de calidez al conjunto.

20. El rincón del ‘último vistazo’ con estilo danés

Rincón minimalista con espejo de cuerpo entero apoyado, silla Wishbone y alfombra redonda
Diseño, funcionalidad y estilo en su mínima expresión.

La simplicidad es el máximo lujo. Un rincón con solo tres piezas bien elegidas puede ser más impactante que un espacio lleno de objetos.

Apoya un espejo de cuerpo entero contra la pared en lugar de colgarlo. Aporta un aire desenfadado y te permite cambiarlo de sitio fácilmente.

Invierte en una silla de diseño icónica, como la silla Wishbone. No es solo un asiento, es una escultura que eleva el nivel de todo el espacio. Úsala para dejar el bolso o una chaqueta.

Una pequeña alfombra redonda de pelo largo define el rincón, añade una textura suave y gustosa bajo los pies y rompe la monotonía del suelo de madera.

21. Escultura pura: cuando los muebles son arte

Consola de estilo brutalista con decoración natural, espejo orgánico y libros apilados
Un recibidor que es una declaración de amor por las formas puras.

Elige muebles que parezcan esculpidos. Una consola de microcemento o con un acabado que imite la piedra se convierte en la pieza central, fusionando función y forma.

Decora con elementos de la naturaleza que tengan formas interesantes. Una rama de coral blanqueado o una raíz de madera pulida por el mar son perfectas.

Juega con las formas orgánicas. Un espejo sin marco con una silueta irregular y un cuenco de cerámica artesanal suavizan la robustez del mueble principal.

Crea una composición equilibrada apilando libros en horizontal. Sirven como base para elevar otros objetos y añaden un ritmo visual muy interesante a la composición.

22. Elegancia atemporal que nunca pasa de moda

Recibidor clásico con cómoda antigua, cuadro de paisaje y lámparas simétricas
Hay estilos que, como el buen vino, mejoran con el tiempo.

Una cómoda antigua es una alternativa genial a la consola tradicional. Ofrece mucho más espacio de almacenaje para guantes, bufandas o correo, y su pátina añade un carácter inigualable.

Cuelga un gran cuadro de un paisaje clásico sobre la cómoda. Actúa como una ventana a otro lugar y establece una paleta de colores sofisticada para el resto del espacio.

La simetría es tu aliada para un look clásico. Coloca dos lámparas de sobremesa idénticas a cada lado de la cómoda. Proporcionan una luz equilibrada y un aspecto ordenado y señorial.

Una alfombra persa de gran tamaño es la pieza que une todo. Sus ricos colores y patrones complejos añaden calidez, textura y una sensación de historia.

23. El módulo mágico: orden y color en un solo mueble

Mueble de entrada a medida en color verde salvia con banco y almacenaje
Todo en su sitio y con un estilazo que enamora.

Un mueble a medida es la solución definitiva para el caos de la entrada. Diseña uno que combine un armario para abrigos, ganchos para el día a día, un banco para sentarse y cajones para zapatos.

No te conformes con el blanco. Pinta el mueble de un color con personalidad, como este verde salvia. Se integra con los tonos de la madera y se convierte en el protagonista del recibidor.

Un panel de madera natural en la zona de los ganchos protege la pared de roces y añade un contraste de textura muy cálido y acogedor.

Elige tiradores de metal (latón, cobre o bronce) que complementen el color del mueble. Son un pequeño detalle que marca una gran diferencia en el acabado final.

24. Glamour de los años 20 para recibir con chispa

Recibidor Art Déco con espejo sol dorado, consola de mármol y apliques de cristal
Una bienvenida digna de una estrella de cine.

Un espejo sunburst o de rayos de sol es la pieza central indiscutible de una entrada con aire Art Déco. Sus rayos dorados atrapan y reflejan la luz, creando un efecto deslumbrante.

Busca una consola con formas curvas y detalles metálicos. El contraste entre el mármol, el metal dorado y la madera oscura es la quintaesencia del glamour de esa época.

Flanquea el espejo con dos apliques de pared de cristal tallado o con varillas de vidrio. Aportan una luz sofisticada y multiplican los reflejos, creando un ambiente mágico.

Un papel pintado con un patrón geométrico sutil en tonos neutros añade una capa de textura y elegancia sin competir con las piezas principales. Es el telón de fondo perfecto.

25. Estilo loft neoyorquino: ladrillo, metal y mucha actitud

Entrada industrial con pared de ladrillo, consola de metal y manta de punto
Carácter urbano y calidez se encuentran en tu puerta.

Si tienes una pared de ladrillo visto, ¡lúcela! Es el elemento con más carácter que puedes tener. Si no, existen paneles o papeles pintados que imitan el efecto con un realismo sorprendente.

Una consola de estructura metálica negra y baldas de madera reciclada es el mueble industrial por excelencia. Es ligera, resistente y con un aire urbano inconfundible.

Cuelga un espejo redondo con una correa de cuero. Este detalle suaviza la dureza del metal y el ladrillo, y añade un toque artesanal y moderno.

Añade una manta de punto grueso en una cesta o sobre la balda inferior. El contraste de su textura ultra suave con la aspereza del ladrillo es un festín para los sentidos.

26. Un refugio de luz y suavidad etérea

Rincón luminoso con cortinas semitransparentes, manta de punto y hierba de la pampa
El lugar perfecto para que la luz y la calma te den la bienvenida.

Viste tus ventanas con cortinas de lino o gasa semitransparente que vayan del techo al suelo. Difuminan la luz natural creando un resplandor mágico y aportan una sensación de altura y fluidez.

Juega con una paleta monocromática de blancos rotos, beiges y cremas. El secreto para que no resulte aburrida está en mezclar una gran variedad de texturas.

Una manta de punto XXL es el accesorio definitivo para añadir una dosis extra de confort. Colócala sobre una silla o un sillón para invitar a una pausa.

Un jarrón de cristal transparente con hierba de la pampa o plumeros aporta altura y una textura delicada sin añadir peso visual. Es el toque final para un look ligero y soñador.

27. La brisa del mar en tu recibidor (sin clichés)

Consola de estilo costero con espejo de fibra natural y decoración de coral
El verano puede durar todo el año, al menos en tu entrada.

Para un estilo costero sofisticado, apuesta por las texturas naturales. Un gran espejo con un marco grueso de jacinto de agua o algas marinas se convierte en el punto focal.

Crea una viñeta decorativa con elementos marinos, pero con moderación. Unas esculturas de coral blanco sobre bases de metacrilato y un gran frasco de vidrio lleno de conchas son suficientes para evocar la playa con elegancia.

Elige una consola de madera en un acabado lavado o blanqueado. Aporta la luminosidad y el aire desenfadado del estilo playero.

Una alfombra de yute o sisal es la base perfecta. Es resistente, natural y aporta esa textura arenosa que nos recuerda a un paseo por la orilla del mar.

28. Bienvenida a la biblioteca de tus sueños

Rincón de entrada con estanterías llenas de libros y un banco de cuero
Un recibidor para amantes de la lectura y las buenas historias.

Utiliza un pasillo o una pared de la entrada para instalar estanterías a medida. Píntalas del mismo color que la pared para un efecto integrado y elegante, como de biblioteca antigua.

Un banco de cuero capitoné es el asiento perfecto para este rincón. Aporta un aire de club inglés, es cómodo y su pátina mejora con los años.

Instala un aplique de pared de brazo articulado. Es ideal para leer y su diseño metálico en latón envejecido añade un toque de encanto vintage y funcional.

No te limites a los libros. Intercala objetos decorativos, pequeñas esculturas o sujeta-libros con personalidad para romper la monotonía y hacer la estantería más tuya.

29. Lujo costero: cuando la playa se viste de gala

Entrada elegante con lámpara de araña de conchas y consola de travertino
El lujo y la naturaleza se fusionan en una bienvenida deslumbrante.

Una lámpara de araña hecha de conchas de capiz es la definición de glamour playero. Su material natural y su brillo nacarado crean una luz cálida y un sonido suave y relajante cuando se mueven.

Apuesta por una consola de una sola pieza en travertino o piedra similar. Su aspecto macizo y su textura porosa aportan un toque de lujo orgánico y atemporal.

Un espejo grande con un marco de metal plateado o sin marco refleja la luz de la lámpara y duplica su efecto, haciendo que el espacio se sienta más luminoso y amplio.

Mantén los accesorios al mínimo. Un par de cuencos de madera o piedra y una lámpara de sobremesa de diseño sencillo son suficientes. La consola y la lámpara ya son las protagonistas.

30. Pequeños gestos, gran bienvenida minimalista

Recibidor pequeño y funcional con espejo de arco, balda flotante y cestas
La prueba de que no se necesitan muchos metros para tener estilo.

En entradas pequeñas, un espejo de suelo con forma de arco es tu mejor amigo. Alarga visualmente el espacio, su forma curva suaviza el ambiente y sirve para un último vistazo antes de salir.

Una pequeña balda flotante con cajón es la solución perfecta para las llaves y el correo. Ocupa un espacio mínimo y mantiene el desorden a raya.

Usa cestas de fibra natural para organizar los zapatos. Son decorativas, transpirables y mucho más bonitas que un zapatero convencional.

Una alfombra redonda en un tono terracota cálido define el espacio de la entrada, añade un toque de color y una textura súper agradable para recibirte al llegar descalza.

31. El regreso de lo clásico con un toque teatral

Entrada neoclásica con paredes con molduras, espejo barroco y suelo de damero
Elegancia palaciega para una bienvenida de alfombra roja.

Las molduras en las paredes (boiserie) son el secreto para una elegancia instantánea. Puedes crearlas fácilmente con listones de madera o poliuretano y pintarlas del mismo color que la pared para un look sofisticado.

Un espejo dorado de estilo barroco es una pieza que nunca falla para añadir un toque de opulencia. Cuélgalo sobre la consola para que sea el centro de todas las miradas.

La simetría es la clave del estilo clásico. Coloca una consola y flanquéala con dos taburetes o sillas idénticas y dos lámparas de sobremesa a juego. El resultado es un equilibrio visual perfecto.

Un suelo de damero en blanco y negro es un clásico atemporal que añade un factor sorpresa y un contraste gráfico que moderniza el conjunto.

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