¿Lista para que tu salón se convierta en un refugio lleno de luz, texturas y alma viajera? Olvídate de las reglas estrictas, vamos a jugar con la calidez del estilo boho marroquí para crear un espacio que te abrace nada más entrar.
Piensa en la luz del sol filtrándose por las ventanas, en la suavidad de una alfombra de lana bajo tus pies y en los pequeños tesoros que cuentan una historia. No necesitas un billete a Marrakech, solo las ideas adecuadas.
Te guiaré por 17 salones luminosos que son pura inspiración. Coge una idea de aquí, un truco de allá, y prepárate para transformar tu espacio en un oasis personal que refleje tu espíritu libre y creativo. ¡Empezamos!
1. El lienzo blanco: tu punto de partida bohemio

Empieza con una base luminosa de paredes blancas para que la luz natural sea la protagonista.
La clave está en los detalles: introduce cojines con patrones geométricos en tonos tierra, un puf de cuero genuino para un asiento extra y una mesa de centro de madera tallada que se robe todas las miradas.
Añade plantas de hojas grandes como palmeras o ficus para un toque de frescura y vida. Las macetas de mimbre o terracota mantienen la estética natural.
2. La lámpara que es una joya colgante

Si solo puedes invertir en una pieza, que sea una lámpara marroquí de metal calado. Es el alma del espacio y crea un juego de luces y sombras mágico al atardecer.
Para un look cohesivo, mantén el resto de la decoración en tonos neutros: un sofá seccional en beige, cortinas de lino vaporosas y una alfombra bereber de lana.
En las paredes, cuelga una composición de platos de mimbre y arte abstracto en tonos cálidos. Es una de las maneras originales de decorar tu sala con arte que no falla.
3. Un riad en casa: nichos y tesoros

Crea tu propio rincón exótico con una pared de nichos de obra. Píntala en un tono arena o terracota claro para una sensación orgánica y artesanal.
Cada nicho es una pequeña galería: exhibe piezas de cerámica, esculturas de madera y vasijas antiguas. La clave es la variedad en formas y alturas.
Cubre el suelo con varias alfombras persas superpuestas y añade farolillos de cristal de colores. El resultado es un espacio que te transporta directamente a Marrakech.
4. El toque costero: índigo y texturas naturales

Fusiona el estilo marroquí con una brisa mediterránea usando el azul índigo como color de acento. Los cojines con técnica tie-dye o shibori son perfectos para esto.
Combínalos con una base neutra: sofá blanco, mesa de madera clara y una gran alfombra de yute que aporte calidez y textura.
Cuelga una planta con un soporte de macramé. Este detalle es un clásico bohemio que añade un toque artesanal y fresco. Prueba con ideas de macramé para colgar plantas y verás qué cambio.
5. Loft industrial con alma de zoco

¿Crees que el ladrillo visto y el metal no pegan con el boho? ¡Piénsalo de nuevo! La calidez de los elementos marroquíes equilibra la frialdad industrial.
Un sofá de terciopelo verde esmeralda añade un toque de lujo y color. Combínalo con varias mesas de centro de latón repujado para un brillo sofisticado.
Usa un biombo de madera tallada para dividir espacios o simplemente como una pieza de arte escultural contra la pared. Aporta intimidad y un detalle exótico inigualable.
6. Inmersión total en tonos cálidos

Atrévete con paredes en un color terracota intenso para crear un ambiente acogedor y envolvente. Es la base perfecta para un look maximalista.
No tengas miedo de mezclar: cubre el sofá modular con textiles de patrones vibrantes, cuelga pequeños tapetes en las paredes como si fueran cuadros y superpón alfombras de diferentes diseños.
Un gran espejo con marco de latón dorado no solo es práctico, sino que también refleja la luz y amplía visualmente el espacio, añadiendo un toque de glamour.
7. El poder de la simplicidad texturizada

Logra el look boho-marroquí con una paleta de colores minimalista. El secreto está en las texturas.
Una alfombra de estilo Beni Ourain con su clásico patrón de rombos negros es la base perfecta. Combínala con un puf de cuero y un sofá de líneas simples en gris claro.
El toque final lo da un jarrón de terracota con hierba de la pampa. Aporta altura, drama y una textura orgánica que rompe con la sobriedad del espacio.
8. El patio interior que soñabas

Transforma tu salón en un patio marroquí lleno de vida. Un sofá de obra en forma de ‘L’ maximiza el espacio y crea una atmósfera comunal.
Cubre el techo con un emparrillado de madera y deja que las enredaderas trepen y cuelguen. Combina esto con guirnaldas de luces cálidas para noches mágicas.
Añade muchísimos textiles, desde cojines con texturas hasta una gran alfombra étnica. Estos patios bohemios repletos de textiles étnicos son pura inspiración.
9. Artesanía y arte en perfecta armonía

Eleva tu salón combinando piezas de artesanía con arte contemporáneo. Unos sillones de madera con respaldos tallados son una inversión que define el estilo.
Suspende un trío de lámparas de latón a diferentes alturas para crear un punto focal dinámico y una iluminación ambiental cálida.
En la pared, un gran cuadro abstracto en tonos tierra unifica la paleta de colores y añade un toque moderno y sofisticado que equilibra las piezas más tradicionales.
10. El refugio del arco dorado

Un arco arquitectónico es el marco perfecto para un rincón acogedor. Si no tienes uno, puedes crearlo con pladur para un efecto dramático.
Convierte este espacio en el protagonista colgando un gran tapiz de macramé con flecos largos. Aporta textura y un aire bohemio instantáneo.
Una mesa de centro de metal dorado martillado añade un punto de luz y lujo. Combínala con cojines en tonos mostaza y terracota para una paleta cálida y acogedora.
11. Explosión de color sin complejos

Abraza el color con un sofá cubierto por una funda vibrante y bordada. Es una forma sencilla de transformar un mueble básico en una pieza única.
El truco para que funcione es la repetición: un trío de espejos con marcos dorados en forma de arco crea simetría y refleja la luz, mientras que los cactus a diferentes alturas añaden un toque desértico.
Las mesas de centro tipo baúl de madera oscura no solo son estéticas, sino que también ofrecen un valioso espacio de almacenamiento oculto.
12. El chic parisino se enamora de Marruecos

Logra una fusión de estilos impecable combinando la elegancia de un apartamento parisino con la calidez marroquí.
La clave es una sola pieza protagonista: una alfombra Beni Ourain de lana con flecos largos. Estas ideas con alfombras grandes demuestran cómo unifican cualquier decoración.
Mantén la elegancia con molduras clásicas, una chimenea de mármol y una icónica silla Butterfly de cuero. La planta monstera aporta el toque verde y escultórico necesario.
13. El ático convertido en cine bohemio

Aprovecha un espacio abuhardillado para crear el rincón de relax definitivo. Un sofá modular bajo que sigue el perímetro de la habitación es ideal.
Llena el suelo de pufs de cuero de diferentes tamaños y una alfombra extragrande para una sensación de confort absoluto. Es el lugar perfecto para tirarse a ver una película.
Instala un proyector en lugar de una televisión para mantener las paredes despejadas y potenciar la sensación de espacio y minimalismo funcional.
14. Calma desértica en tonos tierra

Crea un santuario de serenidad con paredes de estuco o pintura con efecto tadelakt en un tono beige cálido. La textura es fundamental.
Opta por muebles de materiales naturales y formas orgánicas: una silla colgante de ratán, una mesa de centro de madera maciza y persianas de bambú que filtren la luz suavemente.
Estas combinaciones de colores tierra son perfectas para lograr esa atmósfera de paz y calidez que te envuelve.
15. Minimalismo con un chispazo de glam

Un salón minimalista no tiene por qué ser aburrido. Sobre una base de sofá gris y paredes blancas, introduce un elemento inesperado: un puf marroquí bordado con colores vibrantes.
Añade un toque de lujo con una manta de lentejuelas plateadas o doradas, colocada de forma casual sobre el sofá. El contraste de texturas es espectacular.
Una fotografía en blanco y negro de gran formato añade profundidad y un aire artístico, manteniendo la paleta de colores controlada pero con un gran impacto visual.
16. El encuentro del cuero y el mimbre

Un sofá de cuero color camel es un clásico atemporal que funciona como base perfecta para un estilo boho con toques mid-century.
Combínalo con una alfombra gráfica en blanco y negro para un contraste potente. El patrón geométrico aporta dinamismo sin añadir más color.
La textura llega desde arriba con una gran lámpara de mimbre o ratán. Su materialidad ligera y natural equilibra el peso visual del cuero y el negro de la alfombra.
17. Rústico, relajado y lleno de luz

Para un look boho-rústico, apuesta por la comodidad y las texturas naturales. Un sofá de lino blanco o crudo, profundo y lleno de cojines, es la invitación perfecta al descanso.
Apila cojines de suelo con fundas de lana texturizada para crear asientos informales. Una escalera de madera es ideal para colgar mantas y plaids.
La clave de este look es la imperfección artesanal: una mesa de centro de madera sin tratar y un jarrón de cerámica de formas orgánicas completan el conjunto.







