16 tapices de macramé pequeños para decorar escritorios

Colección de tapices de macramé pequeños para decorar escritorios, incluyendo diseños en un panel de herramientas y un caballete.

¡Hola! ¿Lista para darle a tu escritorio un cambio de look total con tus propias manos? Olvídate de los espacios de trabajo aburridos, vamos a llenarlos de textura, color y personalidad.

He preparado una selección de mini tapices de macramé que son perfectos para empezar. Son proyectos pequeños, así que los terminarás en una tarde y el resultado es… ¡wow!

No necesitas ser una experta, solo ganas de jugar con los nudos. Coge tu hilo de algodón, una ramita que encuentres por ahí y prepárate para crear algo increíble. ¡Vamos a ello!

1. Luz natural para tu rincón bohemio

Tapiz de macramé color crudo colgado de una rama natural, iluminado por el sol sobre un escritorio.
Tu escritorio merece este toque de calidez artesanal.

Empieza tu proyecto buscando una rama con carácter en tu próximo paseo. La madera flotante o una rama caída le darán a tu tapiz una base orgánica y única.

Para este diseño, el hilo de algodón crudo de 3 mm es tu mejor aliado. Su suavidad hace que los nudos se deslicen fácilmente y el resultado es súper delicado.

El corazón del diseño se logra combinando series de nudos planos con líneas diagonales de nudo festón. ¡Juega con la tensión para definir bien la forma!

2. Teje bloques de color para un estallido de energía

Tapiz tejido a mano con bloques de color verde, crudo y terracota colgado de una varilla de madera.
Un toque de color que transforma tu espacio de trabajo.

Aquí cambiamos los nudos por el tejido. Crea un telar simple con un trozo de cartón resistente y unas muescas en los extremos para sostener la urdimbre (los hilos verticales).

Elige tres colores que te inspiren. Para lograr esas formas geométricas, simplemente deja de tejer con un color y empieza con otro en el punto que desees.

Usa lana gruesa en lugar de hilo de algodón para conseguir una textura más mullida y un tapiz con mucho más volumen. ¡El resultado es espectacular y muy rápido!

3. Un mandala de nudos para la concentración

Mandala de macramé en un bastidor de madera colgado de un tablero perforado sobre un escritorio.
Un centro de calma para tus días más ajetreados.

Utiliza un bastidor de bordado de madera como base. Es la estructura perfecta para crear diseños circulares y mantener la tensión uniforme.

El secreto está en trabajar desde el centro hacia afuera. Empieza con un anillo metálico pequeño o una cuenta grande y ve añadiendo cuerdas con nudos festón para crear los “pétalos” del mandala.

Este tipo de diseño es ideal para colgar en un tablero perforado y tenerlo a la vista mientras trabajas. ¡Un verdadero foco de calma visual!

4. Elegancia rústica en tu rincón de estudio

Pequeño tapiz de macramé en una rama natural sobre un escritorio de madera con una pared oscura.
El detalle artesanal que eleva tu home office.

A veces, la simplicidad es la clave. Este diseño demuestra que con solo dos tipos de nudos (plano y festón) puedes crear una pieza llena de elegancia.

Para potenciar el look, cuélgalo sobre una pared de un tono oscuro. El contraste hará que el color crudo del algodón resalte muchísimo y se convierta en el protagonista.

Combínalo con elementos de escritorio en madera y cuero para crear un ambiente de estudio clásico y sofisticado.

5. Un chapuzón de color con efecto degradado

Tapiz de macramé blanco y azul en proceso de teñido por inmersión con un cuenco de tinte.
Atrévete a teñir y crea una pieza única.

¡Dale vida a un tapiz sencillo con tinte textil! La técnica del teñido por inmersión o *dip-dye* es más fácil de lo que parece y el resultado es profesional.

Prepara el tinte siguiendo las instrucciones y sumerge solo la parte inferior del tapiz. Para un efecto degradado, ve sacando la pieza poco a poco, dejando que las puntas estén más tiempo en el tinte.

Recuerda usar guantes y proteger tu superficie de trabajo. ¡El azul índigo es una apuesta segura para un look fresco y vibrante!

6. Borlas de color para una alegría instantánea

Tres borlas grandes de colores amarillo, rosa y turquesa colgadas de una barra de cobre.
Una explosión de color para animar tu día.

Si anudar te parece complicado, ¡las borlas son tu proyecto! Son increíblemente fáciles de hacer y aportan un montón de color y movimiento.

Para crearlas, enrolla lana de tus colores favoritos alrededor de un trozo de cartón, ata un extremo, saca el cartón y corta el otro. ¡Listo!

Cuelga tus borlas de una barra de cobre en lugar de una de madera para un toque moderno. Intercala unas cuentas de madera para un acabado más pulido y profesional.

7. Mini obra de arte sobre un caballete

Pequeño tapiz de macramé rosa con textura de bodoques sobre un caballete en miniatura.
El arte no siempre tiene que ser grande.

Transforma tu creación en una pieza de exposición colocándola en un mini caballete de sobremesa. Es un detalle que le da un aire artístico al instante.

El secreto de esa textura tan mullida es el nudo bodoque o “popcorn”. Alterna una fila de nudos planos con una de bodoques para lograr ese increíble efecto 3D.

Estos tapices de macramé en miniatura son perfectos para decorar estantes o repisas con un toque artesanal y chic.

8. Macramé aromático con flores y canela

Tapiz de macramé pequeño en palitos de canela, decorado con flores secas de colores.
Un detalle que huele tan bien como se ve.

Lleva tu DIY al siguiente nivel sensorial. Sustituye la clásica varilla de madera por dos o tres palitos de canela en rama. ¡Tu escritorio olerá de maravilla!

Integra pequeñas flores secas como lavanda, siempreviva o craspedia directamente entre los nudos mientras tejes.

Para las flores más delicadas, una gota de pegamento caliente por la parte de atrás las fijará de forma segura sin que se vea. ¡Un detalle que enamora!

9. El clásico que nunca falla: diseño en V

Tapiz de macramé blanco con forma de V colgado sobre un escritorio de madera minimalista.
Elegancia minimalista en su máxima expresión.

Este es el diseño perfecto para iniciarte. La forma en V se consigue fácilmente creando líneas diagonales de nudo festón que parten desde el centro hacia los lados.

El truco para que los flecos queden impecables: primero, deshilacha las cuerdas con un peine fino (¡uno para mascotas funciona genial!); segundo, recórtalos con unas tijeras bien afiladas para un corte limpio.

Estos tapices de macramé pequeños son ideales para rincones minimalistas y añaden textura sin sobrecargar el espacio.

10. Plumas de hilo para tu panel de inspiración

Tres plumas de macramé en tonos lila, beige y crudo colgadas en un tablero de corcho.
Ligeras, delicadas y muy fáciles de hacer.

¡Un proyecto exprés que engancha! Para hacer una pluma, solo necesitas una cuerda central a la que irás anudando trocitos de hilo más cortos a ambos lados.

El paso mágico es el cepillado. Usa un peine de cerdas finas para deshacer por completo los hilos hasta que queden como una nube suave.

Termina recortando con precisión para darle la forma de pluma. Haz varias en distintos colores y cuélgalas en tu tablero de corcho para un toque bohemio.

11. Diseño asimétrico para romper las reglas

Tapiz de macramé asimétrico en color gris oscuro colgado de una barra metálica.
¿Quién dijo que todo tiene que ser simétrico?

¿Te aburre la simetría? Atrévete con un diseño como este. El truco es montar todas las cuerdas en un lado de la barra y trabajar en diagonal hacia el otro extremo.

Juega con las texturas: combina secciones densas de nudos planos con líneas limpias de nudo festón para crear un contraste visual súper interesante.

Elige un hilo de un color potente, como este gris marengo, para que el diseño destaque todavía más. ¡Ideal para espacios con personalidad!

12. Textura XXL con lana merino

Tapiz tejido con lana merino gris extra gruesa y base de macramé en hilo de algodón crudo.
Suave, mullido y un placer para la vista.

Para un impacto visual inmediato, cambia el hilo de algodón por lana merino extra gruesa. ¡La textura es increíblemente suave y mullida!

Este tipo de lana no se anuda, sino que se teje. Puedes usar tus propios dedos para pasar las hebras por encima y por debajo de la urdimbre.

Combina la base de nudos de macramé tradicional con estas gruesas trenzas de lana para crear una pieza con mucho cuerpo y contraste.

13. Un arcoíris para tu escritorio

Arcoíris de macramé con hilos rojo, amarillo y azul, apoyado sobre un escritorio de madera.
Un recordatorio diario de que todo va a salir bien.

Este adorable arcoíris no se cuelga, ¡se apoya! Es el accesorio perfecto para darle un toque de color y alegría a tu mesa.

La técnica es sencilla: usa cuerdas de algodón gruesas como alma de cada arco y fórralas bien apretadas con hilos de tus colores favoritos.

Una vez tengas los arcos, pégalos entre sí y desfleca las bases para crear esas nubes tan simpáticas. ¡Un proyecto perfecto para una tarde de manualidades!

14. Mini jardín colgante para plantas de aire

Pequeño colgador de macramé con una planta de aire en su interior, colgado cerca de una ventana.
Dale a tus plantas el trono que se merecen.

Crea un hogar flotante para tus tillandsias o plantas de aire. Estos mini colgadores de macramé son un proyecto de 15 minutos que añade un toque de verde a tu espacio.

Solo necesitas saber hacer el nudo plano y un nudo de cierre (o nudo mágico) para crear la pequeña cesta.

Cuélgalo cerca de una ventana para que tu planta reciba luz, o úsalo para decorar un rincón de tu estantería. Es el toque natural perfecto.

15. Guirnalda festiva para tu monitor

Guirnalda de macramé con pequeños banderines de colores pastel colgada sobre un monitor.
Porque cada día de trabajo puede ser una fiesta.

¿Por qué no decorar también tu espacio digital? Esta guirnalda de macramé es perfecta para colgar sobre la pantalla del ordenador y darle un aire festivo.

Cada banderín es un mini proyecto de nudos planos. Puedes hacerlos todos iguales o variar los colores para un look más dinámico.

Elige una paleta de colores pastel para una atmósfera suave y relajante, o atrévete con tonos vibrantes para una dosis extra de energía.

16. Verde esmeralda y cobre: un toque de lujo

Pequeño tapiz de macramé verde oscuro con cuentas de cobre decorativas, sobre un escritorio.
Un pequeño lujo hecho con tus propias manos.

Lleva tu macramé a otro nivel combinando un hilo de color intenso, como este verde esmeralda, con detalles metálicos.

Ensarta cuentas de cobre, latón o doradas en las cuerdas centrales antes de hacer los nudos. Estos pequeños brillos atrapan la luz y le dan un acabado súper sofisticado.

Este tipo de detalles glam transforma una pieza artesanal en un objeto de decoración elegante y único.

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